martes, 30 de junio de 2015

Matrona: 1ª cita



Hoy he tenido la primera cita con la matrona. Ha sido en mi centro de salud y la verdad es que, en conjunto, he salido muy contenta. He llegado con tiempo y como no había nadie, me ha pasado. Pedazo de sala que tienen las matronas, oiga! Con su vídeo puesto en una antesala, mucho espacio (después de la visita supongo que para los cursos) y lo más importante: con una matrona :D.

Me ha pasado a su consulta, me ha hecho las preguntas de rigor: ¿última regla, fumas, bebes, tu pareja, medicamentos, ácido fólico? Ha constatado que estoy de 5 semanas y que mi fecha de parto sería el 25 de febrero. Es curioso. Mi familia paterna se concentra en ese mes: yayo, padre y primo. Puede parecer una tontería pero ese dato me ha parecido una señal de que esta vez es la buena (el jueves lo sabremos con más seguridad).

También me ha preguntado sobre mi situación laboral. Como no ha cambiado nada desde el viernes, pues le he dicho que en principio estoy en casa. De todas formas, me ha dicho que en mi caso, dado que mi profesión es de riesgo, si me readmitieran (que ella tampoco ha ocultado que duda mucho que mi jefe lo haga) tendría que solicitar la baja laboral en el médico de cabecera. 

Me ha dado cita ya para el curso de educación maternal de diciembre, que es como se llaman ahora las clases preparto. Estas cosas modernas que tiene parir en el siglo XXI, que diría mi suegra. Me ha recomendado que venga el padre. A ver en que queda todo y es que tengo un mozo que es un amor y que se viene arriba cuando hay que luchar por los derechos laborales de su chica. ¿Los suyos? Bueno, entiéndelo, amor, no puedo dejar tirados a los compañeros de la oficina. Y por cosas como esta, chicas, estamos como estamos (entre otras muchas cosas). Con deciros que en mi primer embarazo no vino a las ecografías porque no quería contar el embarazo "No vaya a ser que me despidan". En fin. ¿Cuántos HOMBRES habéis conocido despedidos por quedarse embarazados? Pues este es mi mozo. Genio y figura ^_^. 

La matrona me ha dado algunos consejos de alimentación aunque realmente no se si me resuelven mucho. Las migrañas no están, yo he ido reintroduciendo alimentos poco a poco (pero no todos) y uno de los que no he reintroducido aún es la leche de vaca. Me ha dicho que tengo que aumentar el consumo de calcio y que si no puedo con leche lo haga vía almendras, espinacas... Vamos a ver como sienta a la cabeza.

Lo que si me he dado cuenta es que le faltaban conocimientos científicos. Creo que de práctica lo tenía todo bien al día y que es una profesional pero cuando la conversación ha derivado hacia la alimentación, que es lo que más me interesa en estos momentos, me he dado cuenta de ciertas lagunas de conocimiento que no debería tener esta profesional. En la práctica, no suponen ningún problema, porque me ha insistido en que nada de quesos elaborados con leche cruda. Sin embargo, el patógeno peligroso en este alimento no es la toxoplasmosis si no la listeria. Esto me ha hecho reflexionar de la importancia de escribir un post sobre estos dos patógenos de los que los veterinarios tenemos tanto que decir, así que mirad: además de matrona, musa  ^_^.

Cuando me iba me ha colmado de regalos, como a una reina. He llegado a casa llena de revistas, folletos, mi primera cajita.... Cuando la he abierto, he de confensar que se me han saltado las lágrimas. Ha sido solo un momento pero tengo mi primer chupete y mi primer biberón. De verdad que espero que la ecografía vaya bien, que esté bien agarrado y en su sitio porque.... ya tengo su primer chupete. También había crema para el culo y para las estrías pero comprenderéis que esos dos productos no me hayan tocado la patata ¬_¬

Así que ya está. Visita superada, miedos cada vez más lejos aunque sigo sin tener plena conciencia de estar embarazada. De nuevo lo estoy viviendo como a través de un velo, como si le estuviera pasando a otra persona. 

Y vosotras, ¿qué tal es vuestra matrona?

sábado, 27 de junio de 2015

Todo va a ir bien :)



No he tenido fuerzas para escribir estos días y es que han pasado muchas cosas. 

Para empezar, estoy embarazada. Intento repetírmelo todos los días un par de veces (al menos). No sé que le está pasando a mi subconsciente que es como si estuviera tratando de ignorar la situación. Tanto es así, que después de mas de un año tomando religiosamente mi ácido fólico, cada día con más desgana, hoy se me había olvidado tomarlo. Me lo he tomado tarde y me ha hecho reflexionar sobre el asunto ¬_¬.

Estoy embarazada. De muy poquito. Apenas 6 semanas, según las aplicaciones de internet. 

El viernes estuve de médicos. Fui a mi doctora de cabecera que se alegró, me contó su caso personal para quitarle hierro a mis miedos. El miedo no me lo quitó pero salí risueña de la consulta. Una, que le gusta hablar más que a un tonto un lápiz. Luego me derivó a la enfermera que tenía hueco y ya que estaba por allí, pues me quedé para que me atendiera. Tensión, peso y altura. Conclusión de la consulta: he encogido 4 cm. La enfermera ya me dio cita para la matrona. El martes la veré por primera vez. También tengo ya la cita para obstetricia, pero es dentro de más de 1 mes, así que decidí seguir con mi plan de hacer el seguimiento doble. Va contra mis principios pero ya sabe lo que dicen: 'Si no le gustan mis principios aquí mismo tengo otros'.

A mediodía fui a mi ginecólogo habitual que también se alegró. Fue el que me diagnosticó el aborto diferido y bueno, aunque me ha asegurado que esta vez no tiene porqué pasar nada, me ha dado cita para la primera eco la semana que viene. Dice que no verá nada seguramente, que estoy de muy poco, pero que me lo tome como una prueba de embarazo visual, para ver que todo esté en su sitio y no haya nada raro. Luego hablamos de mi situación laboral porque me recomendaba encarecidamente que, aunque en principio no tiene que pasar nada, me tenía que coger la baja (ya sabéis, soy veterinaria y el toxoplasma, los rayos X, los citotóxicos y los rottwailers de 40 kg furiosos poco colaboradores no se llevan bien con el embarazo

Esa es otra. Mi situación laboral.

miércoles, 24 de junio de 2015

Las rayas, las benditas rayas



El fin de semana nos fuimos de camping a un pantano cerca de casa, con unos amigos. Pensé que sería un poco rollo porque me tenía que bajar la regla y regla y pantano no se llevan bien. Pero no me vino. Me respetó, la puñetera, para que pudiera hacer el burro en el agua, tirase palos a los perros, nadara con ellos y comiera empanadas y paellas campestres. Me insolé un poco (mi perra más) y me quemé el entreteto (me dejé un triangulillo sin crema). 

Y al volver a casa caí redonda en la cama y dormí, pero antes de caer en brazos de Morpheo apunté en mi cabeza hacerme un test al día siguiente. 

Y me lo hice con escepticismo y este es el resultado:




Aún no me lo creo. Más de un año de búsqueda y vuelven a aparecer. Dos rayas. Me lo repetí al día siguiente porque no me lo creía y la raya era más fuerte. No mucho, pero se nota la diferencia entre las dos. No he repetido porque me da terror que desaparezcan y que todo haya sido un sueño.

Con el primer embarazo estaba exultante. Con este estoy a la expectativa. 

Mi novio ha cambiado la estrategia y se lo ha contado a TODO el mundo. TODO. Casi lloro aunque en el fondo luego he pensado que es una tontería porque cuando se malogró el anterior, tuve la necesidad de contarlo. Sin embargo, no sé. Lo he ido contando a mi ritmo, despacito, poco a poco. Hay gente que aún no sabe lo del primero así que no termino de saber como digerir que de pronto todo mi entorno, tanto cercano como lejano, sepa que estoy embarazada. Y de tan poco tiempo. Es que este chico mío no tiene medida.... En fin. ¡Habrá que quererlo igual! >_<

En fin, supongo que de todo se aprende y que la semana que viene saldré de dudas de si la cosa va bien o vuelve a torcerse. El viernes tengo cita en ginecólogo y médico de cabecera. Probablemente esta vez lo lleve por los dos sitios, por tener una segunda opinión, por intentar hacer todo lo que esté en mi mano, por sentir que hago algo.

De momento yo me siento exactamente igual que con el primero. Noto ese no sé qué extraño por dentro que no se definir en ninguna sensación física. Físicamente los signos son los mismos que cuando te va a venir la regla, en mi caso, un ligerísimo dolor en el bajo vientre, náuseas y algún que otro mareo. Y cansancio. Eso si que lo he notado. Como si tuviera un botón que me apagara de golpe. Hoy mismo, en el metro, pensaba que no llegaba a casa, que me iba a quedar dormida y que no iba a llegar a casa.

La diferencia está en la cabeza: no he tenido migrañas. Ayer tuve un leve dolor de cabeza que esta mañana continuaba como una nebulosa. No he tomado nada (ni pienso tomarlo) y me he ido a hacer mis cosas y a la vuelta en el metro me he percatado de que el dolor ya no estaba. 

Me pregunto cuándo te abandona la incertidumbre, después de haber pasado por el aborto. Me pregunto si soy mala madre por tomármelo con tanta reserva, aunque luego me descubro acariciándome el vientre (que sigue igual que siempre) con una media sonrisa. El papá (Midleman, capaz de estar siempre en la media) está muy contento y me llama su bollo relleno ¬_¬. Y se ríe de mi si tengo náuseas por la mañana (Que bonito es el embarazo, ¿verdad cariño?).

Ha quedado un post raro, sin ordenar. Lo dejaré tal cual porque así es como estoy. Caótica, desordenada, con ganas de ser mamá y con una reserva brutal a desatar la felicidad. 

Y a vosotras, ¿cuándo se os pasó ese miedo a que la cosa vaya mal? ¿Se llega a disfrutar sin susto en el cuerpo?

viernes, 19 de junio de 2015

Un año de búsqueda




Más de un año ha pasado desde que decidimos empezar a buscar nuestro bebé. En mayo del año pasado recogía la sentencia que reconocía mi despido como nulo de manos de mi abogado y decidíamos que había llegado el momento: mi jefe recurría la sentencia y la resolución se antojaba para largo (y no nos equivocábamos).

Iban pasando los meses y, como todas, yo me iba alterando. ¿Tendré algún problema? ¿Lo tendrá él? 

Mi mejor amigo, que es como mi hermano, se quedaba embarazado en ese tiempo. Le pregunté. Habían tardado más de un año en concebirlo, no hay que preocuparse. Otra amiga también me contó que ellos, entre pitos y flautas, se quedaron cuando habían pasado más de 11 meses, siendo ella Rh-.

Y siguieron pasando los meses y empecé a apuntarme a cosas: la EOI, una oposición (que mi última entrevista de trabajo fue para echarme a llorar. No literalmente, claro. Me sentí bien rechazando directamente semejante oferta sin sentirme mal por hacerlo pero la realidad es que desde ese momento, simplemente dejé de buscar trabajo y me orienté mis fuerzas hacia la oposición y ese proyecto Bebé que me parecía que iba a ser más importante que ningún trabajo). 

Y llegó.

lunes, 15 de junio de 2015

Sit Karma, please.





Tengo náuseas y mareos y el vientre muy duro y una sensación a medio camino entre el ataque de ansiedad en la boca del estómago y mucho calor que me sube por la espalda aunque después me ponga a tiritar. Además, hago pis a gotitas.

No quiero decirlo en voz alta, no quiero ni siquiera pensarlo. 

Esa idea que me ronda en la cabeza de que puede que si me haga un test de positivo y que al segundo siguiente he rechazado. 

No me voy a hacer un test. Porque no tengo necesidad más allá del deseo de ver las dos rayitas. ¡Y qué deseo!

No es como el mes pasado, con la crisis migrañosa. Tenía que hacerme el test si o si porque si no, no me trataban en urgencias. Hace días que estoy mejor, sin dolor o con un dolor que he soportado sin medicinas. Así que no hay necesidad de hacerme un test. Además, se supone que estamos en el mes de no buscar (aunque en la práctica hemos buscado como el que más y sin protección alguna, oiga!).

La sintomatología es parecida a la regla y me tiene que bajar en 4 días. Perfectamente explicable. Las náuseas de la progesterona, el mareo de la anemia y del cansancio, el pis.... el pis porque soy una hobbita meona. Si no me baja ya me haré el test. 

Sería tan hermoso. Y al mismo tiempo quiero desecharlo para no hacerme ilusiones, para no volver a sentirme vacía de quien nunca estuvo aquí.

Ya lo decía yo: que meter un jamón en casa era convocar al karma (soy toxo negativo). 

Pero oye, si llega el karma, ponle una silla :).

domingo, 14 de junio de 2015

Balance. Semana 4



La semana no empezó bien. Después de un fin de semana glorioso en el que me pude evadir de los pequeños problemillas de la vida el lunes tuve una migraña. O no porque, amigos..... ¡la he pasado sin medicación!

Puede parecer una tontería pero es MI tontería. Hace más de 10 años que no logro pasar una migraña sin doparme. No me entendáis mal: me he dopado, pero con una combinación de fármacos extra suave, fina y segura. 

Todo empezó el sábado. Nos fuimos de acampada a la finca de unos amigos que celebraban su cumpleaños conjunto. Una de ellas es compañera de facultad y se quedó embarazada un mes antes que yo. Mis primeras semanas de embarazo yo no conté nada y ella si y yo me imaginaba en secreto como serían nuestros retoños juntos. Luego yo lo perdí y me ha costado muchísimo seguir viéndola. Me he obligado a ir a las reuniones de amigos en común, he visto como le crecía la tripa, he colaborado con su regalo... Pero el día de la baby party estuve a cero coma de echarme a llorar como una magdalena sabiendo que ella sería mamá en dos meses y yo ya no. Sin embargo este fin de semana he estado genial con ella, con su barriga, con su marido, los amigos de su marido.... Prueba superada, aunque se me sigan humedeciendo los ojos sabiendo que en agosto ningún bebé nacerá de mi.

sábado, 13 de junio de 2015

Teatro: Esos locos fantasmas.



Me tocaron hace unos días unas entradas para la obra de teatro "Esos locos fantasmas", en el Teatro Lara. En esta ocasión no he logrado llegar a tiempo para la tarifa plana y estoy concursando como loca a todos sus eventos. 

Es una obra infantil así que ya sabía lo que me iba a tocar: ver un montón de familias y niños. A mi es algo que no me importa. De hecho lo disfruto mucho. Con el teatro infantil me pasa como con la literatura infantil: es un género que me enternece y al que le profeso amor y admiración a partes iguales. 

La obra ha estado muy divertida y reivindicativa, con muchos guiños para los adultos que poblábamos la sala. Había niños de todas las edades, desde bebés de pocos meses a niños de 8 o 10 años, que la han disfrutado más. 

A mi me ha encantado. Me ha encantado ver la obra, sus colores, el despliegue de fantasía, el velado (bueno, no tan velado) mensaje político dirigido a los padres, sus canciones... Pero también me ha encantado porque me emociono viendo a los niños descubrir el arte y la cultura. Algunos estaban embobados mirando lo que pasaba en el escenario y fuera de él (es una obra que utiliza todo el teatro para representarse). Otros estaban pendientes de que sus papás les hicieran monerías: de vez en cuando miraban "eso que pasaba por el escenario" pero en realidad ellos querían dar palmas con mamá. Otros hacían comentarios sesudos en voz alta. Otros pasaban miedo al apagarse las luces y luego se reían nerviosos al encenderse y ver que los demás niños no tenían susto alguno...

Sin embargo, he de confesaros que se me han empañado los ojillos unas cuantas veces al pensar que, de momento, yo no voy a poder disfrutar del teatro infantil con un hijo propio a mi lado. Todavía no puedo dar palmas, bailar, acomodarlo en un 'alza-culos' de color azul... Todavía no. Aunque espero que en breve, yo sea una de esas mamás. 

'Esos locos fantasmas' terminaba hoy su temporada en el Lara pero en septiembre vuelve con fuerzas renovadas para acometer su segunda temporada. Los que tengáis peques y los que, como yo, adoréis este género dedicado al público más pequeño (dedicado al futuro), no deberíais perderosla, a partir del 20 de septiembre, 2ª temporada en el Teatro Lara. 




viernes, 12 de junio de 2015

Bizcochito instantáneo de pera y almendra



Esta receta es una adaptación de los famosos Mug-cakes que prepara Sonia, del blog 'A la rica dieta'. Ella orienta sus recetas hacia el fitness y la dieta paleo que no es lo que buscamos aquí pero la verdad es que ha hecho un trabajo estupendo experimentando con harinas alternativas al trigo y leches vegetales varias. 

Para esta dieta yo tengo que eliminar además los azúcares añadidos para evitar en lo posible los picos de glucosa así que mi tuneo se orienta a utilizar frutas bien maduras. Una fruta madura tiene una mayor concentración de azúcar, es cierto, pero es un azúcar 'mejor' dietéticamente hablando que un par de cucharadas de azúcar refinado. En este caso utilicé una pera de conferencia que era pura agua. 

Este bizcocho presenta una ventaja estupenda: se hace rapidísimo, lo que se tarda en batir la mezcla (con una batidora de mano normal) y 3 minutos al microondas. 

Tened en cuenta que es un bizcocho húmedo que tiene que comerse al momento. Tened en cuenta también que es un bizcocho preparado con harinas alternativas con lo que la textura cambia. Y tampoco lleva azúcar, con lo que nada de utilizarme frutas verdes. Si no tenéis fruta madura y dulce, aparcad el mugcake para cuando os salude una pieza medio pocha al fondo del frutero.


Migratest (II). Resultados del análisis

La imagen es de aquí


Pues ya tengo los resultados del famoso Migratest. 

He arrojado un resultado de:

208 HDU/ml


¿Y esto qué significa?

miércoles, 10 de junio de 2015

Comparaciones



Ayer estuve viendo a unos amigos que han emigrado a Chicago city. Han vuelto a pasar sus vacaciones a España y echarnos un rápido vistazo a todos los colegas y familiares. Y por supuesto, a remojarse el culo en la playa, con lo que, desgraciadamente, la visita de ayer será la única que tendremos con ellos antes de que partan raudos en dirección a alguno de los mares que bañan nuestra península. 

Vinieron con su niña A., a la que no veía desde el año pasado, con 8 meses. Ha crecido muchísimo y está superdivertida. 

También estaba en la reunión otra amiga que ha sido madre reciente, con su retoño, que casualidades de la vida, también se llamaría A. pero que llamaremos Giovanni (G.) para que el post no sea mega lioso.

El caso es que me hicieron la pregunta de rigor: '¿Y vosotros, para cuando?' y yo les conté lo que nos había pasado en enero.

lunes, 8 de junio de 2015

Migratest (I). Haciéndome el análisis.




El miércoles me hice los análisis del Migratest en los laboratorios LABCO. Como Google es muy sabio, me lanzó un anuncio patrocinado o un enlace, vaya usted a saber por qué de una oferta para hacerme el test a 49€ en lugar de los 90€ de la última vez que había preguntado por ellos. Sigue dándome reparo y recelo pero me lo he hecho. En 7-15 días tendrán los resultados. 

El Migratest es, a día de hoy, el único test que mide la actividad de la enzima DAO (que yo sepa). En los foros y profesionales que he consultado me han indicado que esa es la medida que necesitan. No les sirve con el nivel de histamina en sangre si no que necesitan comprobar si la enzima está o no funcionando bien. Todo muy lógico. 

Por otro lado no encuentro demasiados estudios científicos y los que encuentro los veo sesgados. No me explayaré en los fallos que les he encontrado porque al final he caído yo también en la esperanza de poder llegar a un diagnóstico. Ya veis, hasta la más escéptica tiene sus momentos de esperanza.

Lunes por la mañana: aura.

Me duele la cabeza. 

Es un hecho. 

Me he saltado la dieta prácticamente toda la semana y ahora no sé si es una causa o un efecto o una causa-efecto...

Además, tengo náuseas. Y me duele muchísimo la espalda, a la altura de los riñones. Y el bajo vientre.

5 días después de la ovulación. 

Las que sois busconas, sabéis lo que estoy pensando, ¿verdad?

Intento ser analítica, pensar que no puede ser, que tengo que medicarme si quiero seguir con los planes del día de hoy (a saber: estudiarme la minería del carbón, ir a por papeles a la junta municipal, adecentar la casa, sacar a la perrucha...). Sin embargo, esa mentalidad analítica mía contraataca: 

- Teniendo en cuenta que tu mozo 'no busca' el bebé EXACTAMENTE igual que cuando 'busca' el bebe, ¿estás 100% segura de que este malestar solo es una migraña? ¿De que puedes medicarte sin peligro alguno?

Así que me va a pasar lo de siempre: aguantar el dolor hasta que sea evidente que es una migraña. Doparme con susto por si estuviera embarazada, pasar dos semanas (o 10 días según mi calendario) atenta a cada mínimo síntoma que se opere en mi cuerpo... En definitiva, haga lo que haga, me voy a sentir culpable. Y sin poder compartirlo con nadie.

Creo que no se puede vivir así. Esto no es sano. Y sin embargo, no lo puedo evitar.

Ya ni siquiera me cabrea. Ahora solamente siento desánimo, ganas de tirar la toalla. Pero, ¿cómo voy a tirarla si ni siquiera he cumplido lo que me había propuesto?

A vosotras, ¿cómo gestionáis estas dos semanas post-ovulación en las que realmente no sabéis si habéis acertado o no en la diana? 




Balance. Semana 3



Seguir la dieta ha sido complicado. De hecho, no tengo datos de la semana 2 porque no estaba con fuerzas ni con ganas de seguir. 

El bajón de ánimo que me acompaña ha hecho que tome una serie de decisiones:

Para empezar me he hecho los análisis del Migratest en los laboratorios LABCO. Como Google es muy sabio, me lanzó un anuncio patrocinado o un enlace, vaya usted a saber por qué de una oferta para hacerme el test a 49€ en lugar de los 90€ de la última vez que había preguntado por ellos. Sigue dándome reparo y recelo pero me lo he hecho. En 7-15 días tendrán los resultados. Si me sale bien la actividad DAO, paso de dietas y seguiré buscando un diagnóstico (me quedan gluten, lactosas y demás atractivos demonios alimenticios por testar). Si me salen valores alterados buscaré un nutricionista por la zona a ver si me pauta él una dieta 'segura'.

Como digo, el estado de ánimo es bajo.

viernes, 5 de junio de 2015

Crema de calabacín y nabo



Hace una semana, armada con mi lista de alimentos permitidos y prohibidos, acudí a la frutería de mi barrio, un lugar peculiar en si mismo. Es como un pequeño teatro con su cajera borde que en realidad no es borde (de hecho creo que tiene un corazón tierno y todo pero que estar rodeada de tanta cebolla no puede ser bueno), su reponedor argentino y dicharachero que increpa a las señoras para que no le palpen la fruta y ellas se marchan creyendo que las han piropeado, sus hojas lacias de acelgas, sus aspersores que te riegan a traición.... Total, que ahí estaba yo y empecé a echar cosas en la cesta para empezar con mis experimentos culinarios. 

A unos buenos calabacines se les unieron unos nabos y unos puerros y con ellos he preparado una receta brutal en la que no tenía demasiadas esperanzas. Nos ha dado para comer dos buenos cuencos que hemos completado con dados de pollo a la plancha. 

Es una comida completa, apta para dietas bajas en histamina, celíacos e intolerantes a la lactosa. Es ligera, por lo que sirve también para una buena dieta aunque para hacerla 100% ligth habría que cambiar la leche de coco por una leche desnatada o una leche vegetal tipo soja.

Aquí os dejo la receta.


jueves, 4 de junio de 2015

El sol siempre asoma entre los nubarrones... ¿o no?



Llevo una semana complicada. Por un lado parece que se ha resuelto uno de los proyectos parados: el proyecto oposición.

Unas enmiendas introducidas por el grupo popular a su polémico proyecto de ley me da un respiro de 4 años (a priori 4 convocatorias) para poder sacar mi plaza. Creía que me alegraría pero no ha sido así. Ahí ha sido cuando he sido plenamente consciente de lo triste que me encuentro. 

Generalmente soy una persona alegre y optimista (aunque tengo cantidad de amigos mega pesimistas que me utilizan como espejo para volcar sus miedos en mi y opinan lo contrario). Sin embargo, yo sé que lo soy. Soy positiva, analítica, capaz de visualizar un proyecto y llevarlo a cabo de la mejor manera posible. Y generalmente me salen bien. Alguno se tuerce pero no suele ser un problema mayor que el de repensar el proyecto y plantearlo de otra forma. Quiero decir con esto que en mi vida, de un tiempo a esta parte, no hay grandes dramas. 

Sin embargo, esta semana estoy mal. Miro mis proyectos y no les veo final. Y no les veo final porque la realidad, después de mucho analizar, es que no me veo con ganas de llevarlos a cabo. No es que no me vea con capacidad. Se que la tengo. Es que no tengo ganas.