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jueves, 25 de enero de 2018

El parto de la Pulga

El viernes 19 de enero, de madrugada, concretamente a las 2 am, noté la primera contracción. No fue nada terrible pero ya me hizo desvelarme. Me mantuve expectante y un buen rato después, otra. Intenté dormir algo por si se paraban, cosa que había pasado días atrás sobre la misma hora, pero en esta ocasión no ocurrió. A las 4am ya me levanté porque estar tumbada no ayudaba a sobrellevar aquello. Las contracciones eran rítmicas pero estaba tan cansada que no me daba el cerebro para cronometrar cada cuanto venían. Así que me fui al salón móvil en mano y contacté con mi alma paralela canaria, Hirosaki, a ver si le parecía a ella si estaba o no de parto (cosas que tenemos las preñadas de parto a las 4 am, que le vamos a hacer).

- Tía, te vienen cada 3 minutos (bendito whatsapp que te dice a que hora mandas los mensajes). Yo creo que habría que activar el protocolo de recogida de Habichuela. 

lunes, 22 de enero de 2018

111

El viernes no hubo entrada de semanas de embarazo porque... ¡se acabó el embarazo!

En la semana 39, como su hermana, justo un año y once meses después de la llegada de la Habichuela, la Pulga decidió que había llegado su momento y que quería nacer. 111. Hermoso número. 

Ya os contaré con detalle el parto pero os anticipo que lo conseguí: mi parto vaginal después de cesárea ya es un hecho. No fue perfecto, claro, porque nada en la vida lo es, pero me siento bastante bien con el resultado y como fui gestionando todo. Me habrían gustado que cambiaran ciertas cosas pero en mi mano no estaba resolver quien iba a ser el personal que me atendiera. Así que, pese a ser atendida por ese personal (que tampoco es que fuera malo, simplemente eran de la vieja escuela), el parto se desarrolló bastante bien. Hubo que pelear cosas y ceder por ambas partes y al final, tras un parto largo, mi niña vino perfecta al mundo. 

Dos días después ya estamos en casa (nos dieron el alta ayer domingo), tratando de organizarnos y encontrar un nuevo orden en este hogar caótico hobbito. El Mozo ya está disfrutando de sus 4 semanas de paternidad y Habi está un poco desubicada. 

En esta ocasión no estoy experimentando el emporramiento postparto que viví con la Habichuela. Sin llegar a ser tristeza postparto si que me noto sensaciones menos positivas. Aunque reconozcamos que tampoco era muy normal estar tan exultante como estaba tras la cesárea de Habi. Pa mi que algo me chutaron por la vena que veía unicornios rosas por todos lados. 

Así que en esas estamos. A ver si puedo sentarme un ratito más y contar todo con más detalle. Hasta entonces, por aquí sigo, en periodo de adaptación.

lunes, 15 de enero de 2018

La bolsa del hospital



La bendita bolsa del hospital es un must dentro de los post que se ponen en los grupos de facebook de crianza, preñeces y prepadres primerizos. Yo misma caí en la trampa hace ya casi dos años, con Habi y no hablemos del Mozo, que se flipó cosa buena.

A la pregunta, ¿tengo ya hecha la bolsa del hospital?

La respuesta es, que NO.

Bueno, matizando. La tengo CASI hecha pero la verdad es que con este tema, pese a tener un run run detrás de la oreja, no estoy demasiado encima. De cualquier forma, el Mozo, que es el principal interesado en no acabar transformándose de nuevo en Sherpa-pi, tampoco le está poniendo mucha prisa al asunto así que no me estoy preocupando lo más mínimo. 

¿Cual fue nuestra realidad con el parto de Habi?

lunes, 11 de diciembre de 2017

Preparación al parto

Hace un par de semanas cambiaron muchísimas cosas en mi percepción respecto a lo que me enfrentaría en unas semanas. Hemos pasado de otra cesárea programada, con equipo especializado en quirófano (por la presentación podálica de la Pulga y por la placenta marginal y acreta) a un escenario totalmente diferente: Pulga en cefálica, placenta anterior pero no previa, sin signos evidentes de acretismo. 

Como os contaba el viernes esto supuso un shock para mi puesto que mi actitud pasó de ser meramente pasiva (bueno, pues ya me sacarán al bebé como con Habi y punto, una pena perderme un PVDC* y bla bla) a:

- ¡MIERDA! ¡Que me voy al soñado PVDC! ¡Y no se si lo soñaba tanto!

Porque seamos sinceros. Las primeras horas post-shock, me cagué viva. Y es que en esto, señores, soy 100% primeriza. A lo que se suma que no solo no he hecho nada de cara a este parto (con Habi al menos me apunté a natación para embarazadas pero en Mordor el horario es a las 8:30 am así que lo dejé pasar). Vamos que mi forma física se reduce a cero. Por no hablar que he mandado al carajo (siendo fina) a la matrona de la SS. Os lo resumiré en dos sencillos puntos:

miércoles, 9 de marzo de 2016

El día del alta



Y llegó el lunes y con él la libertad. Tuvimos que correr un poco, eso si. Primero, bajamos al registro del hospital para hacer de la Habichuela una ciudadana oficial de este nuestro Reino de España. Ya os contaré con más detalle pero os anticipo que si, se puede registrar un recién nacido en el hospital aunque los papis no estén casados (¡BIEN!). 

Bajé en bata y calcetines antideslizantes, sin peinar y con mi vía colgando. Así es la Hobbita, con su estilo zarrapastrosil hasta para irse de gestiones. No lo hagáis. Me congelé un poco bastante y destilaba muy poco glamour.

Mientras nos registraban la niña, mi madre se quedó con la Habichuela. La enfermera la bañó y la pesó pero mi madre no recuerda su peso así que ni idea acerca de si seguía perdiendo.

Una vez que nuestra Habichuela ya fue oficial para nuestras autoridades, subimos a la habitación y mi madre se marchó a trabajar. Nosotros desayunamos y esperamos pacientemente a la ronda de médicos.

Primero vino la pediatra, una mujer joven y dicharachera que me gustó muchísimo. Trató muy bien a Habi (dentro de que a la pobre le sigue sin gustar eso de que la lancen de una mano a otra para comprobarle los reflejos) y estuvo comprobando nuestra lactancia. El motivo era que Habi había perdido en 3 días un 9% de su peso al nacimiento. Eso es mucho (lo normal es perder un 10% en la primera semana y recuperar el peso al nacimiento en la 2ª semana). El caso es que la pediatra nos vio concienciados con la lactancia, constató que el agarre de Habi era bueno y que mi calostro empezaba a tornarse lechoso y decidió que no nos iba a mandar suplementos porque consideraba que lo más probable es que simplemente aumentando el número de tomas, Habi ya empezaría a subir de peso. Eso si, teníamos que llevarla a la matrona ese viernes a que la pesaran y controlaran su evolución.

Y con esto, Habi recibió el alta médica en la maternidad de O'Donell.

martes, 8 de marzo de 2016

3º día en el hospital



El día llegó, con nosotros algo más cansados que el día anterior pero contentos por haber sobrevivido y sentir que hacemos un buen equipo. Realmente yo estaba más descansada porque, aunque por turnos, pero había conseguido dormir bastante más que la primera noche así que estaba bastante despejada y muy orgullosa de nosotros. 

El tercer día a la Habichuela le tocó vivir la prueba del talón. La enfermera se lo debió hacer muy bien porque apenas se quejó. Lloró un poquito pero enseguida se calmó con la teta. 

Volvieron a bañarla y pesarla y nos dio un resultado bastante desalentador: 2'740kg. Las enfermeras me comprobaron el agarre, me estrujaron las tetas a ver como iba de calostros y nos consolaron diciendo que bueno, que perder peso es lo normal U_U. La teoría te la sabes pero cuando lo ves en tu niña lo pasas un poco mal. ¡Así que ale! Nos pasamos el día con la Habichuela en el pecho haciendo piel con piel ^_^.

Ese día me tocó tortura a mi.

viernes, 4 de marzo de 2016

2ª noche en el hospital



Bien, después de un día un poco caótico, llegó la noche. Ya estábamos el Mozo y yo solitos de nuevo, hablando del día y relajándonos. Y entonces empezó la fiesta. Y es que Habi había aguantado estoicamente todas las emociones del día y consideró que ya nos había dado bastante margen. En cuanto vio que nos empezábamos a relajar, empezó a demandar atenciones. Y nosotros a dárselas muy entusiasmados con la paternidad:

jueves, 3 de marzo de 2016

2º día en el hospital



Tenéis el primer día aquí.

El segundo día se nos dio un poco peor, sobretodo a mi. Me golpeó el cansancio, la primera noche sin dormir (recordad que estaba muy alterada por si la niña respiraba o no). El caso es que, no se porqué pero lo que el día anterior nos había salido genial por instinto, este segundo día no salía. 

El Mozo tuvo que marcharse a por algunas cosas a casa así que hubo relevo con mi madre, que se quedó por la mañana conmigo y con la Habichuela.

Y a la Habichuela le tocó sesión de puteo. Y no ayudó a que mejorara la cosa....

miércoles, 2 de marzo de 2016

El piel con piel



El personal del quirófano me enseñó a la Habichuela y me la pusieron cerquita de la cara, para que la viera y la hablara un ratito. Luego enseguida se la llevaron para que pudiera empezar el piel con piel con su papá. 

El Mozo, que en esa entrega será conocido como Sherpa-pi, fue alojado en el paritorio 9 junto con otros dos papis: el gitanillo de la otra cesárea programada y el papi de la cesárea de urgencias, ambos ya con sus retoños en las manos.

El Mozo me cuenta que llegó una enfermera con una cunita y que simplemente dejó a la peque allí. Él preguntó si era la Habichuela, le dijeron que sí y... ¡ala! Al lío. El Mozo echó en falta personal que le explicara un poco que es lo que tenía que hacer (aunque yo ya le había aleccionado durante meses) y yo echo en falta que nadie le pidiera ni siquiera el DNI teniendo en cuenta todos los papeles que me habían hecho firmar para que nadie salvo el Mozo tuviera la custodia de nuestra recién nacida. Es un detalle bastante feo que espero tengan a bien remediar (lo dejamos dicho en la encuesta del piel con piel para papis).

EL Mozo sherpa dejó todas las cosas por allí, se descamisó y agarró a su niña. Se sentó en una butaca y se la puso en el pecho. Y allí fue cuando surgió el flechazo. El Mozo está enamorado de su niña desde ese mismo momento y la Habichuela disfruta reptando encima de su papi cuando se la pone en el pecho en la posición del piel con piel. 

martes, 1 de marzo de 2016

Crónica de mi parto. Cesárea Programada

Fotografía de Helen Carmina


Ayer os contaba como había sido nuestra llegada al hospital y nuestro primer día con su noche, ya por fin en compañía de la Habichuela. El paso de ser dos a ser tres ha sido místico y no se puede explicar con palabras. El caso es que estamos en una especie de nube de felicidad que hace que todo lo malo se olvide o por lo menos pase a un segundo plano. 

Y una de esas cosas ha sido la cesárea. Ya os anticipaba ayer que no me gustó y que preferiría no volver a vivir esta experiencia. Y sin embargo, al mismo tiempo pasaría por ella con gusto otras 1000 veces si con ello vuelvo a vivir la sensación de traer al mundo a un bebé tan maravilloso como nuestra Habichuela. Incongruencias de la psique humana, ya veis :/.

La cesárea comenzó tarde porque no había quirófanos y había unas cuantas urgencias en paritorio. Pese a esas pequeñas complicaciones, el personal fue atento, amable y maravilloso en todo momento. 

Ya os anticipé que pasé al quirófano muy angustiada y asustada. No me trataron como una menor de edad pese a mi carita de susto y me dejaron hasta que me pusiera yo el gorro de quirófano, como una niña mayor xD. Eso me gustó mucho. La anestesista me fue advirtiendo de lo que sentiría en todo momento. Me pinchó fenomenal y en cuestión de minutos ya estaba haciéndome efecto la anestesia. Un efecto rarísimo y que no me moló en absoluto. Las piernas se volvieron corcho, todo el cuerpo de cintura para abajo estaba dormido y sin embargo, sentía cosas. La anestesista me hacía preguntas para comprobar si la anestesia estaba funcionando y yo solo acertaba a responder: no se, esto es muy raro. Así que pasó al plan B:

lunes, 29 de febrero de 2016

Primer día en el hospital



El día 19 de febrero de 2016 vino al mundo, mediante cesárea programada, nuestra Habichuela. 

Es muy extraño acostarte por la noche pensando en el día siguiente, levantarte por la mañana e ir camino al hospital sabiendo que, en unas horas, tendríamos a nuestra pequeña en este plano de la existencia. Lo que llevamos dos años deseando. 

viernes, 19 de febrero de 2016

Hoy nace Habi

Programo esta entrada tan cortita para informar que ya estamos en el hospital, esperando a ser llamados para el desalojo forzoso de la Habichuela. 

Informar también que intentaré contestar desde el móvil y leeros y quizás hasta publicar algo pero que no prometo nada por varios motivos:

1. ¡¡¡Voy a tener una Habichuela!!! ¡¡¡Yujuuuuu!!! Y algo me dice que cuando la tenga en brazos me va a importar un pimiento lo que pase en el mundo real y virtual de mi alrededor :p

2. A día de hoy, mi móvil y yo nos entendemos a ratos. A veces me deja publicar como La Hobbita, a veces se le va la pinza y me deja como una Anónima de la vida. Y eso si que no, que a mi me gusta comentar con personalidad propia :p.

3. A saber como estoy yo después de la cesárea.

Para estos días voy a programar una ristra de post que ya tenía escritos y en borrador. Casi todos son reseñas de libros, bricolajes varios, recetillas y alguna ración de opinólogos. El caso es que os los voy a ir poniendo por si os apetece leer hobbito-aventuras y ya en unos días os pongo al día acerca de como fue todo. Y ya sabéis que me podéis encontrar en twitter y facebook.

Y lo dicho: que nos vemos a la vuelta ^_^

miércoles, 17 de febrero de 2016

Monitores y consulta en Hospital de O'Donell



La Habichuela y yo vivimos ayer nuestros segundos monitores del embarazo. De los primeros mejor no acordarse mucho, que petarda, el susto que me dio la muy 'judía'. Estos segundos han sido unos monitores hasta placenteros, en los que todo ha ido bien y la peque se ha movido mucho. 

Me ha sorprendido que en monitores, te tumben del lado derecho. Todo el embarazo viviendo con la demonización de acostarse de derechas y ayer... ¡ala! ¡Todas de derechas!

Nos han puesto las correas, nos han colocado en la posición adecuada, han conectado las máquinas y... ahí estaba el corazón de nuestros churumbeles (éramos tres chicas). ¡PUM PUM PUM! ¡Qué alboroto!

Hemos estado 30 minutos conectadas y luego nos han mandado esperar para pasar a consulta. Yo he aprovechado para leer 'Dormir sin lágrimas' de Rosa Jové (no paro de leer  libros de crianza últimamente).

Al terminar, me han dado el papelillo para la consulta y una canastilla. Y esta si que ha sido una buena canastilla que estaba yo un poco mohína porque solo me daban botellas de agua, infusiones y publicidad. En esta venía crema para el culo del bebé, pañales, toallitas, muestras de gel, loción y colonia, la consabida botella de agua, descuentos... A mi me han gustado los potingues, jeje



La consulta se ha demorado. He entrado con una hora de retraso pero bueno, estaba entretenida con las fases del sueño, el sueño REM, los terrores nocturnos y ahora mismo, las patologías, que será deformación profesional pero, ¡me encantan!

Y una vez en consulta, todo se ha precipitado. Me han pesado, tomado la tensión, me han hecho una ecografía para comprobar que, efectivamente, Habi sigue cual flor de loto inmutable y... me han programado la cesárea para ya. Y es que....

viernes, 5 de febrero de 2016

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: la bolsa del hospital



El momento de traer al mundo a Habi se acerca y eso se nota en que las dudas primerizas empiezan a hacerse (más) patentes. Un run run que nos acecha detrás de la oreja. ¿Lo haré bien? ¿Sabré? ¿Sentiré el vínculo madre-hija o seré de las que tardan un poquito con la modorra de la anestesia/el cansancio del parto? ¿Como será el post parto? ¡Tengo susto!

Y la duda que nos reconcome últimamente en esta familia de dos que pronto será de tres: ¿Qué metemos en la bolsa del hospital?

Lo primero, confieso que este tema ha asaltado con más fuerza al embarazado primerizo de esta casa: el Mozo. Yo tengo bastante asumido desde hace bastante tiempo que hago maletas ridículamente pequeñas y que si me falta algo, allá donde vaya seguro que hay un supermercado. Así es la Hobbita para desgracia del Mozo que en todas nuestras vacaciones siempre me dice: 

- ¿Seguro que llevas TODO ahí? - mientras mira con escepticismo mi mochila publicitaria de royal canin. (Mochila que creo que TODOS los veterinarios de bien tenemos por nuestra casa O_O).

martes, 12 de enero de 2016

Tercera clase de Educación Maternal



Hace unos cuantos jueves volvimos a ir a la matrona, en esta ocasión para que nos contaran todo lo habido y por haber acerca del momento del parto. Allí estábamos todos, pasando un calor de mil demonios, muy atentos a todo lo que esta buena mujer tenía para contarnos. El Mozo también vino en esta ocasión y también se lo pasó muy bien (os adelanto que le tocó hacer de útero xD). 

La primera parte de la clase fue teórica y sin embargo esta mujer tiene un don para la docencia. Ahí estábamos todos, partidos de la risa (menos nuestra adolescente embarazada, que no paraba de suspirar y de decir: '¡Madre mía, me muero!').

Sin apenas medios, con todos aglomerados en esa sala en sillas mega incómodas, sin acceso a Internet, utilizando un ordenador propio.... La mujer se sacó de la manga una clase chulísima ayudada por Manolito, un muñeco de trapo blandito, un jersey de cuello alto, una pelvis femenina y mucho humor. 

En esta primera parte teórica explicó temas como fases del parto, cuándo acudir a urgencias, como distinguir entre el pis, el tapón mucoso y el líquido amniótico, como aliviar el dolor durante los prodromos de parto, los partos instrumentalizados y las cesáreas. Me gustó mucho su filosofía y trataré de aplicármela llegado el momento: ojalá todas tengamos un parto perfecto pero, a veces, las cosas no salen como están previstas. En esos momentos, quizás fruto de la idealización a la que hemos sometido el concepto de la maternidad y de nuestro parto soñado, muchas mujeres entran en una especie de bucle, de sensación de fracaso, de que todo está mal. Y no, es que a veces, pasan cosas. Y lo importante es que al final nuestros bebés y nosotras salgamos vivas del trance. ¡Qué para eso vamos a un hospital, hombre!

martes, 29 de diciembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: cómo enfocar las visitas hospitalarias



He de confesaros que tenemos un pequeño incendio familiar en nuestra pocket casa hobbita a raíz del tema de como vamos a enfocar el parto y post parto de la Habichuela. Digamos que tenemos opiniones encontradas y que, al menos en este caso, por mucho que hablemos, no se yo si logramos encontrar 'un espacio de confluencia común'.

Yo entiendo que el padre debe ser parte del proceso de embarazo, parto y postparto y me encanta cuando el Mozo viene a las clases con la matrona, a alguna que otra ecografía (sería TAN bonito que viniera a todas), que me ponga a hacer 'el gato enfadao' para relajar la espalda y que se preocupe por la Habichuela. El problema viene cuando en la pareja surge una discrepancia. Si la discrepancia afecta al embarazo, parto, post parto o crianza, entonces el problema puede degenerar en un problemón.

¿Cómo la resolvemos? Generalmente lo hablamos. Que esto puesto en el papel queda muy bonito y muy zen. La realidad es que, primero nos cabreamos, cada uno en su posición, con su línea roja marcada, luego vamos aportando ideas y acercando las líneas hasta que alcanzamos algún punto común. Es una solución que a la vez no satisface a ninguno de los dos miembros pero que tampoco megacabrea al otro y así somos más felices. Consenso lo llaman en política :p.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Ante la perspectiva de una cesárea

Preciosa fotografía de Helen Carmina, no dejéis de visitar su página y su blog


La Habichuela sigue ahí, tan pancha, en su posición de pequeño Buda, como os adelantaba en la entrada de la ecografía de control que tuvimos esta semana. La ecografía doppler no reveló nada nuevo con respecto a dicha posición y el ginecólogo privado opina que, aunque se pueden girar 30 minutos antes del parto, tiene la suficiente experiencia como para reconocer que, cuando una Habichuela está cómoda, está cómoda. Vamos, que me vaya preparando para que todo termine en una cesárea programada.

¿Me hace gracia? Pues hombre, no os voy a mentir: yo preferiría ir a un parto normal de los de toda la vida, aunque sea más engorroso. Por otro lado, tengo que reconocer que esperaba tener sentimientos mucho más encontrados hacia esta posibilidad y la verdad es que no. Debe ser que mi Pequeña Buda me transmite filosofía zen...

martes, 13 de octubre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: dónde parimos.



Esta es una entrada sobre un tema que me parece a mi que a todas nos afecta bastante y que da para un encendido debate. En España tenemos derecho a escoger el centro en el que queremos que nos atiendan el parto. Esto por un lado está genial porque hace que te intereses por los hospitales, los índices de cesáreas, episiotomías, protocolos de actuación en según que casos.... Por el otro lado nos está poniendo la cabeza loca al Mozo y a mi porque a día de hoy estamos absolutamente indecisos. 

Como sabéis, después del aborto decidimos llevar este nuevo embarazo por lo privado y por la SS. A mi no solo no me importa, si no que me tranquiliza pensar que hay más ojos pendientes de lo que pasa dentro de mi útero. Se que muchas personas no estáis de acuerdo con esta decisión (yo no lo estaba, me parecía un gasto inútil de recursos pero luego tuve el aborto y entre el Mozo y yo decidimos doblar U_U). 

Total, que puedo dar a luz en la clínica privada en la que me llevan viendo desde mi adolescencia y en la que están llevando mi embarazo (Clínica Belén) y que tiene muy buenas críticas en general o escoger alguno de los hospitales de la red pública. A favor de esta clínica privada diré que me gusta su postura frente al parto respetado, el fomento de la lactancia materna y que, cuando tuvieron que hacerme el legrado todos fueron profesionales no, lo siguiente. Mi madre también fue operada ahí de miomas y salió todo estupendo. Mi amiga Tranquila tuvo allí a su hija y dice que fenomenal (claro que ella dice que todo en su embarazo y parto fue fenomenal)... Además tienes la ventaja de tener habitaciones individuales y cama para el papá. Yo lo tenía claro. Quería tener allí a mi bebé.