Mostrando entradas con la etiqueta reformas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta reformas. Mostrar todas las entradas

lunes, 24 de julio de 2017

Preparando cuarto de Habi (I)

Cuando nos mudamos a Mordor lo hicimos principalmente por su única cualidad: tiene chopocientos metros cuadrados. Ahora bien. Desde que nos mudamos a Mordor, hace ya casi un año, la casa nos ha puesto a prueba en inumerables ocasiones. 

Y es que Mordor es un mausoleo. El mausoleo de mi padre. Entre que es una casa de la que no tengo buenos recuerdos, que la disposición no nos gusta, que no le da la luz así la mates (miento, le da la luz justo cuando NO quieres que le de la luz >_<) y que está preparada al uso y gusto de mi padre, Mordor desespera. 

Mi padre. Poco he hablado de él y creo que aun no estoy preparada para explicar mucho sobre él. Sin embargo es necesario que os cuente algún pequeño detalle para que comprendáis lo que significa pelear contra Mordor. 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Transformando Mordor: la rebelión de las máquinas



En anteriores episodios de 'Transformando Mordor'....

- El salón había sido okupado por el contenido de un trastero para posteriormente ser asolado por un dúo armado con mazos (AKA el Mozo y el Primo R.).

- La familia hobbita vivía hacinada entre el dormitorio principal y la sala multiusos, antiguo estudio reconvertido en comedor, salón, sala del ordenador y templo para la tele gigante (AKA la Mostrenca II).

- El trastero había sido recuperado para uso y disfrute de la Mostrenca (y los útiles de camping, no os vayáis a creer).

- El baño de la Habichuela había sido también deconstruido después de que un feroz ataque de moho y guarrería acabara con los nervios de la Hobbita, aquí presente. (En breve, post CON fotos)

- La familia Hobbita había conseguido dominar al salón y ahora la vida fluía feliz y tranquila: el estudio volvía a ser un estudio, el salón estaba amplio, limpio y precioso y la Hobbita tenía un ordenador provisional esperando para ser usado.

Y es que, estos últimos meses, mi ordenador petó. Tiene menos de dos años. Lo cambiamos básicamente porque el Mozo quería jugar conmigo a no se que juego y mi portátil tenía la fea costumbre de sobrecalentarse y apagarse dejándole con el culo al aire porque mi personaje solía desaparecer en mitad del fragor de una batalla. Pues ha sido llegar a Mordor y morir. 

viernes, 28 de octubre de 2016

Transformando Mordor: recuperando el salón

Me da muchísima rabia no tener todavía arreglado el ordenador correcto (si me vierais a hora mismo, escribiendo en un portátil Android que realmente es una tableta con teclado, en el suelo del pasillo, a oscuras, con la Chucha lloriqueándome en la cocina y la niña frita en nuestra cama no lo creeríais) pero prometo que en breve llegará el DIY del pedazo de cambio que ha dado nuestro salón.

Y es que, dos meses después de empezar con esa sencilla obra, podemos decir que está acabada. bueno, en realidad nos faltan algunos retoques a pincel, comprar los muebles definitivos, pensar en la decoración de las paredes..., pero lo importante, lo gordo, es que ya vuelvo a tener un salón donde hacer vida sin agobios. 

Durante las obras convertimos mi estudio en una sala multiusos. Metimos allí el poang, la mesita Lack, la silla de ordenador, la Mostrenca II, la trona y nuestros cuerpos serranos y allí intentaba hacer vida con la Habichuela todas las mañanas con resultados más o menos variables:

- Habichuela intentaba saludar a la Niña del Espejo. Pon los puf delante del espejo.

- Habichuela decide ir a hacer el Tarzán entre los cables del ordenador. Desplaza niña.

- Habichuela se sube encima de la Roomba. Rescata Roomba.

- Habichuela enciende el ordenador.

- Habichuela roba el mando de la tele.

- Habichuela intenta coger los platos de la mesita de centro.

- Habichuela.....

Full caos. Y eso cuando conseguía mantenerla dentro del cuarto porque ella es más bien un espíritu libre que se lanza a recorrer el pasillo a ver si encuentra alguna suculenta cochinez que llevarse a la boca.

Conclusión: no paraba en todo el día. Ni ella ni yo.

Ahora con el salón tengo una mesa alta en la que comer. Se acabó el comer agachada tirandome encima toda la comida (¡como lo odio!) y a la que Habi no llega con sus manitas exploradoras. No es la mesa de nuestros sueños, lo admito, pero de momento nos hace el apaño

Me he hecho un rinconcito de lectura con el poang y un par de puffs. Los puffs hacen de mesitas y por el mismo precio evitan que Habi alcance los cables (mentira, llega igual >_<).

He adaptado una zona acolchada para Habichuelas donde la Perrucha se tiende muy a gusto y del que la Habichuela huye como si quemara. La intención es lo que cuenta.

La Mostrenca II ya no ocupa media pared y no acaba con mi vista de elfo hobbita.

Podemos cerrar la puerta sin que nos entre claustrofobia y tengo la sala adaptada a intrépidas Habichuelas trepadoras. Se esmorra, si, pero menos y no vivo angustiada. Además, puedo volver a escribir sin dejar de estar pendiente de ella (en el estudio tenía que darle la espalda si o si).

Por otro lado, al terminar el salón hemos recuperado de golpe y porrazo dos de los cuartos. El estudio por fin es un estudio y no una sala multiusos. Aún no tuvimos tiempo de conectar los ordenadores pero ya se ve amplia y da gusto meterse ahí. El zulo (si, la llamábamos así entre los caseros consortes U_U) va a transformarse en el taller de manualidades y bricolaje aunque para eso todavía vamos a tardar porque como no tenemos armarios coherentes en esta casa, el Mozo se ha tenido que mudar allí con su ropa. Quede claro que podríamos habernos apañado en el dormitorio pero el Mozo entró en modo cabezón y no hubo bemoles ha hacerle  cambiar de idea. Además, nuestro dormitorio ya no tiene el puzzle ahí extendido y se accede mejor al armario.

Así que podemos concluir diciendo que el hito número uno ha concluido. Etapa de salón (casi) cerrada y vida en Mordor mucho más tranquila.

¿Como van vuestras mudanzas (que me consta que hay unos cuantos lectores en fase de traslado)? ¿Alguien con reformas en marcha? 

lunes, 3 de octubre de 2016

Transformando Mordor

Hace ya más de dos meses que llegamos a Mordor. Han sido dos meses intensos de mucho trabajo y a día de hoy aún no estamos bien instalados. El caos reina en los dominios del Oscuro pero poco a poco, esta familia hobbita va haciendo el sitio un poco más habitable.

No deis palmas con las orejas, Piruli, Soñadora, aún no hay post de reformas en cola. ¿Y porqué no los hay? Os preguntareis sorprendidas. Pues porque Mordor se resiste a la invasión.

Mordor tiene trabajo. Mucho trabajo. Nada más llegar se nos llenó la casa con las cajas de la mudanza. Una vez logré medio recolocarlo todo, el Mozo decidió vaciar el trastero, con lo que el salón volvió a llenarse de mierda cosas. Finalmente lo despejamos e intentamos empezar con el salón pero entonces se nos levantó el parquet del pasillo. El seguro dijo que había una humedad. Tres semanas han tardado en arreglarlo. Y mientras yo, que me había puesto alegre a hacer una reforma exprés del cuarto de baño, tuve que aguantar a un Mozo mohíno porque no entendía porque me había puesto con eso. Que ahora no teníamos ni bañera ni ducha. Afortunadamente el baño ya está casi finiquitado.

Y entonces petó el grifo del plato de ducha. Y hubo que abandonar la reforma del salón para ir a comprar un grifo nuevo. Que de nuevo me diréis: ¿por qué no cierras simplemente la llave de paso de agua del cuarto de baño afectado? ¡Ay amiguitos! Pues porque esto es Mordor y cuando fui a accionar las llaves de paso me percaté de que.... ¡eran de mentira! No estaban conectadas a nada con lo que no cerraban el paso de nadie y del agua menos aún >_<. Así que, chapuza tras chapuza, yo voy blasfemando en arameo y el Mozo me mira como buscando respuestas en la Diosa del Bricolaje (AKA la Hobbita). Y la Diosa le responde bufando.

El nuevo grifo es trompetero. El Trompetas le voy a llamar a partir de ahora. No se que puñetas hemos hecho al instalarlo que a veces suena. Yo pensaba que era aire de la tubería y que se pasaría pero no. Suena mucho... a veces. Y a veces no suena. Yo no lo entiendo porque mira que he instalado grifos pero esto no me había pasado nunca. O_O.

Y entonces tiramos abajo el pladour del salón y generamos una montaña de escombros que ríete tú de los terremotos y tsunamis que nos regala de vez en cuando la Madre Tierra. El Mozo no daba crédito. Mira que se lo expliqué veces que los escombros parece que se reproduzcan pero hasta que no lo ves en vivo y en directo no te lo crees. Dos semanas hemos tardado en sacarlos todos de casa, de a poquitos, okupando los contenedores de los vecinos. Vilmente, con nocturnidad (y además, ¡qué nocturnidad! Que el Mozo se negaba a salir antes de la 1 am hora zulú). Afortunadamente, Mordor es un barrio bien y hay, solo en mi manzana, 13 contenedores. Aquí hay pasta y se nota en la cantidad de vecinos que reforman, las mudanzas que están a la orden del día y la compraventa de inmuebles va al alza). Vamos, que no le hemos hecho el agravio a uno solo y hemos repartido el mal por el barrio U_U.

Mientras esto se cocía, la cisterna del water (esa de la que ya os hablé porque se descargaba sola) empezó a perder agua.... ¡hacia fuera! ¡¡¡WTF!! ¿Pero que coño tiene esta casa contra mi? Afortunadamente esta reparación ha sido bastante sencilla. En esta ocasión hemos realizado lo que en el mundo del bricolaje conocemos como una ñapa y es que, después de abrir la cisterna, nos percatamos de que estaba llegando agua a una zona a la que no debería llegar. Tan simple como regular el caudal. Tan simple y tan complicado. Que la tuerca del sistema no regula un culo. Así que he siliconeado la junta. ¡A tomar por culo! ¡Fantasmitas cagones a mi! Ya os contaré si aguanta.

También hemos traído el sol a esta casa. Y es que no podéis ni imaginar como estaba la lámpara de la cocina. La MataMoscas la vamos a llamar a partir de ahora. La hemos cambiado con mucho asquito por un panel LED bien grande y ahora entrar en la antaño vieja y oscura cocina es como entrar en un tunel de la M30 recién inaugurao. Un gusto oiga. Prometo a Ariel Pop fotos del proceso para que se muera del asco con la MataMoscas. :p.

Actualmente nos encontramos en la fase de emplastecer las paredes del salón. Yo le calculo otra semana más de trabajo. Luego pintar y ya veremos como lo amueblamos. El caso es que tengo muchísimas ganas de acabarlo para poder tener un entorno seguro y amplio en el que estar con la Habichuela. Y comer amplios que a lo tonto vivimos mas hacinados que en Hobbiton.

¿Vuestras casas también sufren de lo que yo llamo reacción en cadena de desastres catastróficos de vez en cuando? ¿O son casas majas que aguantan la invasión?

PD.: este era el post que estaba dejando precioso para todos vosotros. Ya sabéis como acabó: con mi ordenador de menos de un año muerto fulminao. ¿Pero que le he hecho yo a esta casa? :____(