miércoles, 25 de julio de 2018

Los No Padres


Habi es una niña muy risueña, muy divertida y bastante lista. Y al mismo tiempo es mogollón de petarda y cabezota cuando se le mete algo entre ceja y ceja. Esto se debe a que mi ‘muy mayor’ está en plenos terribles dos. La adoslescencia. La época de las rabietas.

Habi es actualmente como un delicado bote de nitroglicerina que conviene tratar con amor y respeto y tratar de no agitar mucho puesto que es más que probable que explote. Y esto pasa una media de dos a tres veces al día. Por lo tanto, mi estrategia en el día a día es preguntarme a mi misma:

- ¿Hay peligro mortal en la cafrada que esta hija mía pretende llevar a cabo?

Si la respuesta es no…. Mira. Que lo haga.

Si la respuesta es si pues ya intervengo.

A ojos de algunas personas, en especial los ‘No Padres’ estamos malcriando a nuestra hija, permitiéndole hacer muchas cosas. Yo les sonrío y asiento con la cabeza. ¡Ya lo entenderán cuando estén a este lado de la realidad!


Para los que aún estéis en el equipo de los No Padres y queráis entender nuestros motivos, os voy a poner una serie de ejemplos. Y pediros que entendáis que nosotros no estamos haciendo un mal mayor a la sociedad por dejadez o a propósito. No. Es que estamos cansados, conocemos a nuestros hijos y, creednos, ese niño que ahora parece que molesta, sería cien veces más molesto si los tratásemos con aires militares. O al menos es lo que pienso. 

Pero vayamos a esos ejemplos:

Sábado mediodía. Hemos quedado para ir a una barbacoa. Cuando llegamos resulta que la barbacoa familiar es en realidad una reunión de más de veinte personas desconocidas. Habi se asusta y se pega muchísimo a nosotros. La Pulga bloquea a mamá porque necesita estar permanentemente en brazos.

 Nosotros hemos ido a pasarlo bien y a relajarnos. Y a que Habi se lo pase bien y se relaje en el campo. Por lo tanto, si ella nos empieza a pedir brazos porque se asusta, se los damos. A ojos de No Padres, la niña se está comportando como una malcriada. A nuestros ojos, preferimos darle seguridad al principio, aunque canse, para que, según coge confianza, se vaya separando de nosotros y acabe revolcándose entre pinos, jugando con barro y cabalgando cualquier cosa que se encuentre por allí. Como, por supuesto, acabó haciendo.

¿Qué habría ocurrido si nos dejamos llevar por las opiniones ajenas de los No Padres y empezamos a corregirla, negarle brazos, no darle teta, etc, etc, etc? Habríamos encadenado un berrinche tras otro. Para desasosiego de la niña, cabreo nuestro y molestia para los otros asistentes, entre ellos muchos Si Padres que nos habrían mirado con cara de: ‘¿Pero por qué se empeñan en que la niña se comporte cual infanta en un día de fiesta? ¡Dejad que se relaje, hombre, que también es sábado para ella!’. Y los Si Padres habrían tenido toda la razón: de esta segunda forma, superrígida, no logras hacer carrera ni de esta ni de ningún niño tan pequeño (recordemos que tiene 2 años todavía) y es más que probable que el aDOSlescente te explote en la cara.

Pues el anfitrión no paró de venir y recordarme que:

- Vosotros, ¿le permitís todo a la niña, no? Osea, os falta tiempo para cumplir todos sus deseos. Tenéis que hacerla esperar más. Y no darle todo. Porque si no.... ya verás.

- Ajam.

- No me vas a hacer caso, ¿verdad?

- D., cielo. Cuando seas padre, comerás huevos ^_^.

Macdonalds, 10 am. La niña salta a los asientos corridos y se pone a correr de un lado a otro, espídica. Quiere saludar desde allí a la camarera. Se le permite. Cuando intenta subirse a los respaldos y correr por ahí no se le permite por el evidente riesgo de caída. Así, mediante un tira y afloja dialogado (todo lo que se puede dialogar con esta peque que, recordemos, tiene 2 años) consigo que solo se desplace por los asientos corridos (asientos que, por supuesto, están completamente vacíos). La niña está contenta, yo puedo relajarme porque se que si se cae, es en blando (sip) y que no molesta a nadie. Bueno. Pues fue un error pensar que no molestaba a nadie. Una seÑora de unos 60-70 años llega a la barra, pide y se va a sentar a bastantes metros de nosotras. Al pasar por mi lado me mira con asco y me suelta:

- Hay que ver, que mala educación, como los tenéis de asilvestrados ahora.

- ¿Disculpe?

- ¡Qué sois unas maleducadas! Con la niña corriendo por las sillas.

- Disculpe señora pero no se si se ha percatado de que se encuentra usted en un MacDonalds. Baby friendly. Hay esquinas redondeadas, asientos de plástico acolchados de fácil limpieza, pizarras para pintar las paredes, tronas y proyectores de juegos sobre las mesas. No se encuentra usted en un 3 estrellas michelín.

- Yo no tengo por qué sentarme en un sitio donde ha estado corriendo otra persona.

- Ok. Como veo que se va a sentar bastante lejos, ese problema no le afecta.

- ¡Qué maleducada! ¡Qué horror!

- ¿Sabe lo que le digo? ¡Que le voy a dar la razón y voy a ser de verdad maleducada! ¡Váyase a cagar y déjenos en paz! (Sonrisa enorme)

- (SeÑora al punto del soponcio) ¡Qué barbaridad! ¡Que horror! ¡Qué educación le vas a dar a esa niña! ¡Si ya lo decía yo! ¡MALEDUCADA!

- Que se pire, seÑora.

Y como siguió, la insulté. Directamente. Y la grité cual enajenada que no tenía ni PUTA idea de mi situación y que me dejara en paz de una PUTA vez. Y que ya no solo la iba a mandar a cagar. También a la mierda. Y ya se marchó.

Que no me siento orgullosa de los últimos insultos pero para mi era un gran logro haber logrado llegar hasta el bendito MacDonalds sin un solo llanto, tener a Habi feliz y desayunando su tostada y a la Pulga tranquila en mis brazos, sin berrear ni llorar. Y me da rabia que la seÑora al final fuera capaz de desestabilizarme (todo esto pasó en plena vorágine de depresión postparto ergo, estar a las 10am sin haber pegado un solo grito era para mi un super logro ya mi estado zen brillaba bastante por su ausencia. Y me lo jodió). Me levanté, me disculpé por haberla insultado pero le dije que, para la próxima, pensara que la gente puede tener un mal día y trata de relajarse. Obviamente no aceptó mis disculpas y estuve muy tentada de coger a las niñas, sentarme justo a SU lado y demostrarle lo que significaba tener a la niña en modo infanta. ¿Qué habría logrado con ello? Un berrinche monumental, niña gritando, pataleando, probablemente alguna de las patadas habría acabado volcándonos el café a alguna de las dos, La Pulga se habría alterado y puesto a gritar también… Habría sido una situación mogollón de agradable para las niñas, para la seÑora y para mi. De verdad que estuve a puntito, en mi enajenación, de hacerlo y joderle su desayuno. Afortunadamente volvió a mi el sentido común y, aunque ella había ya desestabilizado el mío (estaba a punto de llorar de rabia), decidí no desestabilizar el de mis dos hijas, que estaban muy bien y eso es paz para todas.

Esto son un par de ejemplos pero tengo millones más.

¿Vuestro entorno también está plagadito de No Padres con ganas de sentar cátedra? ¿Como los enfrentáis?


PD: entinéndanse los No Padres como opinólogos sin descendencia. También conozco personas hiper respetuosas con los niños que no tienen hijos pero que los entienden.

14 comentarios:

  1. Uff de mi hija cuando la lia nunca he oido a nadie quejarse o llamarla maleducada (y eso que la ha liado buena a veces) pero vamos me encuentro una mujer asi y creo que tambien habria acabado insultandola.Y de los dos años creo que lo que peor llevo es cuando le digo No a algo que va a hacer y va y lo hace mirandome y desafiandome, como pintar el sofa con rotulador...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo mejor de todo esa historia es que mi hija estaba jugando,no liándola... Y jugaba sin gritar ni alborotar. Que habría pasado en pleno berrinche?

      Eliminar
  2. Yo hago iguaaal: meterse en los charcos hasta arriba de barro si no hace frío, en las fuentes, tirar cosas por la ventana si sé que él no va a ir detrás y no pueden hacer daño aunque le caigan a alguien en la cabeza... Suelo escuchar los típicos: no puedes dejarlo hacer todo lo que quiere. Pero es que yo no le dejo hacer todo lo que quiere, porque también quiere tirarse al río y salir corriendo a la carretera. Y no puedo estar todo el día diciéndole que no, el NO a estas alturas es para lo muy importante (aún no tiene los dos años). Además, sé que si lo dejo meterse en un charco o tirar una cucharilla de plástico por la ventana es una experiencia que ya tiene, y no suele repetirlo más de dos veces. Para muestra, ahora pasa de largo de la fuente de los chorros, mientras que todo el gélido invierno en que no lo dejé meterse nos íbamos los dos enfadados. Hasta que vino el buen tiempo, pasé de él, lo probó y se fue satisfecho y empapado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Apruebo esa filosofía Y aunque desde fuera no se entienda yo se perfectamente por donde estás pasando :)

      Eliminar
  3. Hola Hobbita, yo si tengo muchos opinologos, pero sinceramente ... Me da bastante igual, suficiente tengo con mi casa como para q me cuenten como se hacen las cosas en las casas de otros .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo. Yo tengo pocos, pero cuando alguien dice algo, compensa de golpe la prudencia de los demás :/

      Eliminar
  4. Uh madre! Qué experiencias! Yo he tenido suerte, he sentido más miradas de empatía cuando las mías la han liado parda que otra cosa, y creo que me pondría fatal si me llamasen maleducada, así de repente. Ciertamente ellas son muy tranquilitas a la hora de jugar, aunque las reinas del berrinche. Imagino que esa señora tb tendría un mal día o un mal año, quién sabe! Cuando te conviertes en padre, sobretodo del segundo, aprendes que cada niño tiene un ritmo y unas teclas, mucha gente no alcanza ese conocimiento y además sufren de verborrea. :) Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, de empatia tengo muchas. A mi, lo q mas me asombra, es q me vengan a decir lo q tengo o no q hacer justo cuando la peque se está comportando bien. Es q es ya lo último! Son como ganas de poner en un aprieto a niño y a padres gratuitamente

      Eliminar
  5. Que fuerte lo de la señora, porque miradita pasen pero decirte eso... Otra cosa, yo no hubiese tenido huevos de contestarla así.
    Pero sí, dicen que los mejores padres son los que no tienen hijos...
    Yo estoy harta de oír que lo vamos a acostumbrar a los brazos e, incluso, una vecina me espetó el otro día que le dejase llorar que tenía que entrenar los pulmones. Me dieron ganas de decirla que no gritase ella un día, ni pidiendo auxilio, que iba a asumir que estaba entrenando sus pulmones ¬¬
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco. De hecho la que contestó fue mi alter ego maligno, fuera de si y sin criba alguna :(. Puede q ese descontrol mío fuera lo que más factura me pasó después.

      Lo de dejar llorar, ni caso. Tu que puedes, coge mucho a ese guerrero. Yo a la Pulga muchas veces no puedo atenderla como me gustaría

      Eliminar
  6. Cada cual cría a sus hijos como mejor le parece, pero opinar es gratis, maleducado, pero gratis. Yo intento guardar un equilibrio entre disciplina y paz mental general. Soy consciente de que hay que dejarlos a veces asilvestrarse un poco (leches, son niños, no podemos pretender que se comporten como adultos), pero con ciertos límites para que molesten lo menos posible. Lo que piense el resto del mundo de como educo a mis hijos me trae libremente al fresco!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El problema es cuando a alguien le molesta que el niño esté tranquilo y feliz. Ya te digo q Habi no estaba ni gritando, ni haciendo ruido ni (por una santa vez ) escalando. Estaba de ñie en un banco vacío de un macdonalds gigante comiendo una tostada y correteando a izquierda y derecha del banco entre bocao y bocao. Y el macdonalds desierto....pero claro, para esta mujer lo correcto era el modo infanta (y probablemente le habría molestado también porque come con la boca abierta.... A saber!). El caso es q me desestabilizo. Sip.

      Eliminar
  7. Estoy 100% de acuerdo contigo.

    Afortunadamente no tengo en mi entorno gente asi (q alo mejor lo piensan pero no lo dicen) y por la calle tampoco me ha dicho nunca nadie nada...q pasa con los madrileños? :D
    Porq el anfitrión ese me ha caido muy pero q muy mal...

    Ayer sin ir más lejos mi hija volviendo en el avión armó mucho escándalo (no pudo dormir siesta y nos tuvieron 3 horas esperando en el avión) y yo pensando "ahora nos odia medio avión" pero para nada. Al revés, la gente la sonreía y hasta oia "pobrecita" o "q mona".

    Lo q veo a menudo son No-Padres q si lo son negándoles a sus hijos brazos cuando lo necesitan y ahí si me tengo q morder la lengua para no opinar...
    Lo q intento en ese caso es intervenir de una manera cuidadosa. Por ejemplo si yo soy la anfitriona y viene un niño q no se siente cómodo quiere brazos y sus padres lo ignoran les diría "pobrecito, es normal que no conoce a nadie...llévalo/a si quieres a otra habitación con juguetes y sin tanto follón para q el niño esté mejor y vaya cogiendo confianza".
    Como me suelen ignorar al final no me queda otra q ganarme al niño con juegos/juguetes/comida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El anfitrión tiene buen fondo pero también es especialista en impertinencias. 🤣. Habrá que quererlo igual.

      La verdad es que a mi no me suelen fastidiar con demasiados comentarios pero si es cierto que cuando me los han hecho, se han lucido. En fins. C'est la vie.

      Eliminar