miércoles, 29 de agosto de 2018

La lactancia en diferido

Como personas del género humano que somos todos podemos llegar a empatizar con los sentimientos ajenos. En el tema de la lactancia yo creo que estoy bastante en comunión con el sentir de muchas mujeres pero, aunque soy capaz de ponerme en el lugar de las mujeres trabajadoras, no ha sido hasta que he sido yo misma mujer trabajadora cuando he entendido en toda su magnitud lo que significa mantener la lactancia materna. 

Y es que, señoras y señores, la lactancia en diferido es un auténtico coñazo. Y estoy hasta el mismísimo toto del sacaleches. ¡Ea! ¡Ya lo he dicho!


Con esto lo que quiero decir es que no debemos sentirnos culpables como mujeres por no ser capaces de mantener una lactancia materna exclusiva más allá de las 16 semanas que se nos otorgan como permiso de maternidad y sin embargo si debemos sentirnos culpables como sociedad por permitir que 16 sean las semanas de permiso. 

La lactancia materna es algo que, si te dejan, es maravilloso. El problema es cuando te lo disfrazan de permiso y al final acabas haciendo encaje de bolillos para conseguir llegar a la meta de los 6 meses de lactancia materna exclusiva. Y la sombra de la culpabilidad planea sobre nuestras cabezas cuando nuestra fuerza de voluntad flaquea para conseguir llevarla a cabo. 

Porque, sinceramente, ahora que lo estoy viviendo, os entiendo. Y os admiro a todas las que conseguís llegar a esa meta. Y os abrazo fuerte a las que no. No es vuestra culpa. Es NUESTRA culpa como sociedad que os sintáis presionadas a vivir la lactancia como esto.

La lactancia en diferido no es lactancia. Osea, si lo es, pero no es bonita. 

He aquí mis impresiones de primera mano. 

Lo primero: entiéndase que mi experiencia ha sido un poco radical pero es perfectamente extrapolable a lo que debe vivir cualquier mujer trabajadora que se reincorpora a su trabajo tras la baja. 

En mi caso, me he ido a trabajar cuando mi bebé ya ha cumplido la temible etapa de los 6 meses con lo que la meta, la raya, el 'hasta aquí' ya estaba cumplido. Por tres días, si, pero cumplido. Es como que la sociedad, la OMS, ya te da permiso para sentirte disculpada. 

Lo que pasa es que a mi dar la teta me gusta. Y para colmo me iba a separar de mi bebé no por 10-12horas. No. Me iba a separar de mis niñas (en dos etapas) la friolera de 5 días + 15 días. Todos los días, sin verlas, sin tocarlas, sin olerlas. 

Y la verdad es que da vértigo cuando tu quieres seguir manteniendo la lactancia. Porque la realidad es que QUIERO seguir con la lactancia pero también QUIERO coger ese trabajo. Y da miedo lanzarse a la piscina sabiendo que puedes perder esa lactancia. 

Mis miedos eran muchos y variados: que la peque se olvidara de mamar, se aficionara al bibe, bajara la producción, me obstruyera, tuviera una mastitis.... Bien. Tras los primeros 5 días, las niñas se reengancharon sin problema al pecho. Primeros miedos superados. Les gusta demasiado la teta como para abandonarla. ¿O no? Pues sinceramente, reconozco que ahora que estoy en la segunda sustitución, más larga, el miedo a que la Pulga no se reenganche vuelve a planear sobre mi cerebro. Con respecto a Habi ya el sentimiento de miedo se diluye más. De hecho una parte de mi estaría muy contenta si esta segunda separación diera como resultado el fin de la lactancia de mi mayor. Incongruencias de la vida, ya veis. 

Esta segunda sustitución lo que me está dejando es un posillo de incomodidad gordo, una relación amor-odio con el puto bendito sacaleches. Y es que esto de sacarse leche es un soberano coñazo. Y no tiene otra palabra que lo describa mejor. Es un asco, un rollo, una petardez. Hasta el orto me tiene. Tanto es así que, si bien al principio me agarré a él como si fuera el santo grial para prepararle el banco de leche en 4 días a mi pequeña Pulguita, si la primera sustitución me la pasé sacándome cada poco, exprimiendo cada gota para preparar el segundo banco de leche, para no perder la producción, para mantenerlo... En esta segunda confieso que alargo lo más posible el tiempo entre extracciones. Que prácticamente lo hago cuando ya estoy al límite y el pecho rebosa (es un decir porque mi pecho nunca rebosa. Se hincha hasta que noto que estoy al borde de la obstrucción).

Tengo suerte en el sentido de que tengo derecho a despacho. Que solo tengo una compañera. Que el trabajo no es agotador y tengo varios periodos muertos en los que me puedo dedicar tranquilamente a ordeñarme. Lo que pasa es que no me apetece un culo dedicarme a esto. 

Tengo una teta que responde fenomenal al sacaleches y otra que no responde tan fenomenal. Entonces es cuando, desde los grupos de lactancia te dicen que hagas ordeño manual y, efectivamente, el pecho responde perfectamente y sacas gran cantidad de leche con esa técnica. Y en poco tiempo (tanto es así que empiezo a pasar del sacaleches también con la primera teta. Pero esta técnica es tan coñazo como el sacaleches. Se tarda tiempo (no más que con el sacaleches), me pringo y me duele el pulgar (no se si el dolor se debe a la lesión de la mano o si nos pasa a todas pero me duele). Cuando digo que me pringo me refiero a que me mancho de leche, me disparo leche al ojo (o más concretamente, a la gafa), chorreo al pantalón... Conclusión: COÑAZO.

Luego tengo que andar con el tema de la refrigeración. Trabajo en un centro en el que se procesan muestras, con lo cual tengo de nuevo suerte: tengo todita para mi una nevera con congelador y un arcón congelador. Muchas mujeres tienen que andar a cuestas con la neverita. De nuevo, una vez en el hotel, tengo la suerte de dormir a 5 minutos de mi oficina. Tengo la suerte de tener llave y tengo la suerte de poder venir a congelar siempre que quiera. La realidad es que a mi, a las 23h, pues me apetece tirando a poco salir del hotel a congelar la leche. Tengo la inmensa suerte de estar en un pueblo de montaña que por la noche se queda a 5-7 grados en pleno agosto, con lo que estoy dejando la leche de la última extracción en la ventana y ya por la mañana me la traigo a congelar. El destino ha querido facilitarme la existencia y pese a todas estas ´facilidades´ya os digo yo que esto es una mierda. 

Una caca, una basura. Un rollo repollo.

Lo estoy haciendo porque es cuestión de 15 días pero no me veo yo manteniendo esto durante semanas y semanas y por eso os digo desde este humilde blog que os entiendo, hermanas. Que entiendo que abandonéis. 

Porque no todo el mundo tiene acceso a neveras, congeladores, tiempo, compañeros de trabajo comprensivos. Porque no todo el mundo tiene GANAS de pasar por extracciones y más extracciones, por pasarte el desayuno pegada a una bomba.

¿Que hay formas de mantener la lactancia? Las hay, por supuesto. Juntar el permiso de lactancia (si la empresa te deja) con las vacaciones para llegar hasta los cinco meses y medio. Tirar de excedencias (que por supuesto no se cobran y que penalizan laboralmente hablando en la gran mayoría de los casos). Mantener una lactancia en diferido como buenamente se pueda. Llegar a los 6 meses y hacer que el bebé te espere y en esas horas le den otra cosa (para angustia absoluta de la madre, me consta que no es fácil irte, dejar a tu bebé y no saber si comerá o no)....

Es más que probable caer en la lactancia mixta. Incluso es más que probable dejar la lactancia (porque acabas enlazando una obstrucción tras otra, por mastitis, porque la culpa es mala consejera y al final se elige abandonar con tal de no sentir que no llegas a todo...). Y es entendible.

Os entiendo hermanas. Ahora de verdad que lo hago porque lo estoy viviendo.

Y tenéis todo mi apoyo.

Y desde aquí digo que, efectivamente, hemos fracasado como sociedad desde el momento que no entendemos lo que se necesita para establecer una lactancia exitosa. 

Coño, no es un sacaleches. Es tiempo para maternar CON el bebé. 

Ale. Me voy a pegarme con el sacaleches. Ojalá mis hijas no tengan que vivir esta parte tan rollo de la maternidad cuando sean madres. Eso significará que hemos avanzado. 

Madres trabajadoras, ¿cual fue vuestra relación con el sacaleches? ¿Como os planteasteis la lactancia una vez reincorporadas al trabajo?


16 comentarios:

  1. Pues afortunadamente me quedé 1,5 años en casa y no tuve que usar nunca un sacaleches. Luego me incorporé al trabajo pero ya comía mucho sólido y cuando llegábamos de la guarde a casa a las 3 tomaba otra vez teta.
    Pero solo de leer tu experiência y extrapolarlo a mujeres q se incorporen tan pronto al trabajo...pues si, tiene q ser muy difícil mantener la lactancia.

    Si te digo la verdad en Alemania (que en teoría lo tienen tan facil para dar la teta porq lo normal es quedarse un año en casa), veo que la gente abandona la lactancia mucho antes. Primero que la “ayuda” en el hospital es nula, luego la matrona q te viene a casa durante el puerpério se empeña q el bebe no engorda suficiente, q no tienes leche y les mete el biberón (que habrá casos q si será necesario, pero en mi entorno es a un 80% y como q no lo creo). Como mi hija nació pequeñita (3,2 kg aqui es pequeña) y nosotros somos grandes, sobretodo el padre, se engordo médio kilo a la semana y conmigo la matrona si estaba muy contenta y me decía q yo si tenía leche (emoticono con ojos en blanco). Si consigues superar todos estos impedimentos, el pediatra te dice que le empieces a dar papillas con 4 meses q sino no se acostumbrará a la cuchara y q cada 1-2 semanas le vayas sustituyendo toma de teta por una comida. Entonces, claro, si haces caso y tu bebe coge bien la cuchara, la mayoria con 6 meses ya hace muy pocas tomas y casi ninguno llega al año.
    Vamos, q se pasan por el forro las recomendaciones de la OMS...

    Yo aqui soy un bicho muy raro por darle el pecho todavia...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, madre! Si es que es lo que yo digo: la industria lo ha hecho demasiado bien todos estos años y ahora conseguir sacar todos esos mantras de las cabezas de los profesionales es muy costoso. Poquito a poco. Al final es cuestión de la información que cada una vaya teniendo. Yo aquí sigo, con mi sacaleches y mi ordeño manual (hoy he regado una mesa -_-). Ya solo quedan 3 días y volveremos a la teta normativa y natural xD. ¡Qué ganitas!

      Eliminar
  2. Yo con la primera lactancia lo pasé mal, tardé 5 días en tener leche, grietas dolorosisimas, una tiroiditis postparto que SI me hizo tener menos producción, mastitis. Viví pegada al sacaleches doble 3 meses haciendo lo de la estimulación poderosa tres días a la semana, un infierno. Luego se estabilizó y estuve hasta los 8 meses (aquí la baja es de 16 meses y nos la repartimos 50/50) que volví al curro contenta como unas castañuelas.
    Yo con 8 meses sentí que había cumplido de sobra y además el volver a dormir la noche del tirón me supo a gloria.
    La segunda lactancia está siendo mucho más fácil, no sé si la experiencia es un grado. Pero desde los 3 meses le doy una toma de artificial por las noches para que mi pareja pueda hacer algún relevo y yo descansar. Podría hacer banco de leche con el ordeñador del infierno, pero no me apetece. El enano tiene 4 meses y me quedan otros 4 meses hasta el destete final que vuelva al trabajo. Y la verdad...que ganas tengo de tirar todos los tratos de lactancia (bueno, donarlos)
    y no verlos nunca más.
    A mi dar la teta no es algo que me apasione pero tampoco lo odio. Tiene sus momentos aunque en general me parece muy aburrido y muy esclavo.

    ResponderEliminar
  3. Yo con Renacuajo, me pegué al sacaleches por la idea de que darle leche de fórmula con los cereales era poco más que un delito maternal. Odié esos momentos, ese estrés y todo lo que conlleva el aparatito. Con Ranita, obviamente, pasé de delitos maternales y me dediqué a disfrutar de mi niña y de nuestra lactancia. Ale, dicho queda!!!

    ResponderEliminar
  4. Hola hobbita!! Cómo va la vida! qué te cuentas?? Que se te extraña por la tribu 2.0. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Hobbita, se te echa de menos :´(
    Espero que todo bien...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver si mañana, que tengo factor abuelos puedo encender el ordenador y actualizar xD

      Eliminar
  6. Hobbita, sigues ahí? vuelve :¨(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sigo, sigo. Sin poder encender el ordenador! A este paso, me va a tocar irme a instagram!

      Eliminar
  7. Hobbita, supongo que muy liada con las opos y las niñas. Ánimo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me acaban de volver a llamar para las sustituciones de Navidad y aquí estoy, haciendo números por si compensa ... Q esta vez no está tan claro. :/

      Eliminar
  8. Supongo q esto ya se acabó.
    Fue bonito mientras duró.

    ResponderEliminar