Casa de niños

La depresión postparto es un asco. Supongo que en eso estaremos todos de acuerdo. Sin embargo, de toda 'chunguez' podemos sacar una parte positiva y en mi caso esta parte es que estoy descubriendo una cantidad de cosas pensadas para los niños en los Madriles que oye, ni tan mal. 

Una de esas cosas son las Casas de Niños.

Estas casas son centros para llevar a los peques de 0 a 2 años, justo antes de la etapa infantil. Públicas. Maravillosas. Con una particularidad: la jornada es de 3 a 4 horas diarias, de lunes a viernes. Por menos de 45€ al mes. O_o.

Y me diréis: pues eso a la gran mayoría de gente trabajadora no le apaña nada. 

Y os diré que en parte tenéis toda la razón. Y en parte no. Por un lado a los que no trabajamos nos viene estupendamente esas 3 o 4 horas 'libres' con el retoño ocupado. Por otra parte, en mi centro no todos somos padres desempleados. Hay gente que trabaja desde casa, gente que tiene horario de tarde, gente que tiene jornadas reducidas y gente que, con la jornada completa, evita cargar en exceso a los abuelos.

Lo malo de las Casas de Niños es que hay siete (SIETE) para todo Madrid capital. Muy poquito. Lo bueno es que poca gente conoce de su existencia, o no les hace el apaño tan pocas horas para su conciliación. En mi caso yo me enteré tarde de su existencia. En parte porque no he tenido necesidad hasta ahora y en parte porque la verdad es que su existencia se transmite, al menos en mi círculo, por el boca oreja. 

Yo me enteré gracias a mi amiga E., que llevaba a su peque a una Casa de Niños de Vallecas. Ella también se enteró tarde, un día, hablando en el parque con otras madres. 

El caso es que, para cuando me quise dar cuenta de la existencia de estos centros, ya se había pasado el plazo de solicitar plaza. >_<. Y como además, estaba inmersa en los efluvios de la DP, pues no tenía cerebro para pensar en mucho más.

Y lo fui dejando pasar, dejando pasar. Hasta que hace un par de semanas, en un momento de saturación máxima (ya os contaré pero tengo muchísimas tareas que me van poniendo mis terapeutas y cero minutos al día para realizarlas), hice ronda de llamadas a las casitas de niños:

- No, lo siento, estamos completos

- Bueno, gracias

- No. COmpletos.

- Gracias

- Mira, estamos completos pero estamos pendientes de una baja. Si quieres te apunto en la lista de espera, que hay una persona delante de ti y si se quedara libre, te avisamos.

- Vale U_U

Tres horas después...

- Oye, mira. Te llamo de la casa de niños. ¿Te sigue interesando la plaza?

- Pues, no ha cambiado nada en tres horas. ¡Me la pido!

Y así, amiguitos, es como he conseguido plaza en una casa de niños. Que me pilla a casi media hora de mi casa pero mira: paseíto matutino de ida y de vuelta y luego paseíto al medio día de ida y de vuelta, que viene estupendo para evitar el sedentarismo. 

La semana pasada estuvimos con la adaptación. Ya el primer día me tocó hacer manualidades maternales -_-. Ahí estaba yo, en un pasillo con la Pulga, pegamento imedio, tijeras, gomets, un brick de leche y mucho, mucho celo. Creando. Y vaya si cree xD. Me costó casi la hora y media del primer día forrar el p*** cartón de leche, con la Pulga berreando agarrada a mi pierna, pero mira, ya tiene buzón mi niña ^_^. (Si, hij@as, si. Buzón para las circulares internas). 

¿Y como se ha adaptado Habi?

Pues no ha llorado nada. El primer día estaba un poco a verlas venir. El segundo día me montó un pollo a la salida porque ella NO se quería ir hasta comerse el yogur con sus compañeros. El tercer y el cuarto día hizo jornada completa corta y el viernes ya se quedó la jornada larga. 

Es verdad que sale con mucho sueño y al borde del berrinche pero se que es el sueño. Me va contando su día toda acelerada y yo tengo que interpretarlo. Hay mañanas en las que me dice que se quiere quedar en casa a jugar pero luego acepta sin problemas salir hacia la casa de niños tan contenta. 

Las profesoras me han dicho que, aunque se la ve bien adaptada, no me extrañe si luego tiene una regresión, que suele pasar. 

¿Y yo como estoy?

Pues relajada. Reconozco que me ha venido fenomenal conseguir la plaza. Estoy un poco hasta las narices de la gente que me ha dado tanto el coñazo con la guardería y que ahora no paran de darme el coñazo con que si lloro. Si lloro YO. Pues no, seÑora, no lloro. 

Supongo que es porque la veo contenta, que me gusta el centro, su filosofía, como está planteado, sus intalaciones....

Sus profesoras son puro amor y además se las ve implicadas. Como ya os adelanté, con eso de que tenían el día del guarreo se ganaron mi corazoncito y cuando vi la sala de psicomotricidad me dije:

- ¡Tate! Aquí la Habichuela va a estar como en su casa.

Así que de momento, esta es la nueva experiencia que tenemos en casa. Yo con la Pulga y Habi en el 'cole de dos años. Porque tengo dos años. Dos añitos. Y la Pulga tiene cero años. Cero años, ¡mami!'.

¿Cuando empezaron vuestros peques a ir a la guardería? ¿O esperasteis al cole? Conocíais la existencia de las casas de niños?