martes, 25 de junio de 2019

Destete nocturno de la Pulga

Los que lleváis aquí desde los inicios sabéis más o menos clo que significa para mi la lactancia. 

Con la Habichuela, la lactancia fluyó. Yo llegué con muchísimo miedo a que no fuera fácil, a que se me atragantara, que no pudiera finalmente dar el pecho... Y nada de eso pasó. Habi se enganchó bien, la teta era su calma y su consuelo y yo me derretía mirándola mamar. Cuando se quedaba frita enganchada a la teta y se soltaba con cara de Habichuela borracha... Esos son recuerdos que nunca se van a borrar de mi mente. De mis pechos brotaba dulce orfidal dispuesto a adormecer a la bestia, a lidiar con la hora bruja, a atender sus demandas. Casi tres años lactando a la Habichuela, 1 año en tandem. Ese es el resumen de la lactancia de Habi.

Por lo tanto, con mi segunda maternidad lo que no me esperaba era que fuera a existir problema alguno con la lactancia.

Y los hubo. ¡Vaya que si los hubo!


En realidad no hubo problemas de agarre, ni de subida de leche, ni de numero de tomas. No. Lo que hubo es que el mecanismo por el cual de mis tetas brotaba dulce orfidal se había transmutado y ahora lo que salían eran anfetas. ¡Ojo! Anfetas solo para la Pulga. A Habi la teta le seguía suministrando droguita calmante de la buena. 

Total. Que ahí estaba yo. Recién parida, pelín desconectada y con una hidra de 3 cabezas que no se calmaba con NADA. Y cuando todo falla, una bimadre experta como yo decide sacar todas las armas a la palestra. Y esto es como si tu sacas tu súper bomba nuclear mega guay y llegan los extraterrestres y te la funden soplando. Y te quedas con el culo torcío y con cara de tonto. 

Pues así llevo yo 16 meses. 16 meses harta de la teta pero con esperanzas secretas en que vuelva a funcionar la muy petarda. Y 16 meses que lleva la Pulga haciendo el pino, contorsionándose, arreándome patadas en la cara, en la tripa, en los muslos. Arañando. Tirándome a manotazos o patadas el café, las tostadas, metiendo los pies en la mantequilla.... Y lo más importante: NO DURMIENDO UN CAGARRO.

Y es que, a ver. Los bebés no duermen bien. Si te ha tocado la gold card del bebé dormilón guárdala como un tesoro y que sepas que te odiamos secretamente. Sin embargo, una cosa es que no duerman bien y otra es que veas TODAS las horas del reloj (algunas las ves dos veces) cada noche, durante 16 meses. 

Entonces llegó la última sesión que tuve con la psicóloga perinatal, que es la que está trabajando el vínculo entre la Pulga y yo y me comentó por tercera vez lo que ella veía. Y es que la Pulga solicita teta, yo se la doy pero la teta no la calma. La teta la pone nerviosa, histérica. Y en cambio la Pulga, mientras juego con ella, está calmada y relajada (hasta que le da uno de sus parafluses e intenta fusionarse con mi cuerpo. Literalmente. Pero esa es otra historia y será contada en otra ocasión). Y la psicóloga, muy prudente ella, me dijo que ella entendía que era una decisión mía y que la respetaba pero que la teta no estaba solucionando nada en este caso concreto y con esta niña concreta. Que le diera una vuelta.

Lo hablé con el Mozo y salio a la mesa la posibilidad de empezar con un destete nocturno y el método padre, igual que hicimos con Habi cuando me dio la agitación por amamantamiento durante el embarazo de la Pulga. Y decidimos comenzar. 

De nuevo, yo me encargo de dormir a Habi y duermo con ella en su habitación y el Mozo duerme con la Pulga en nuestro cuarto. Él la duerme. Si llora, él la calma. Si quiere beber, le da el biberón. Él se encarga. La Pulga es toda suya y él resuelve con las herramientas que decida.

La sensación en estos días que llevamos con la prueba es muy buena. Yo he vuelto a dormir prácticamente del tirón (Habi apenas tiene uno o dos despertares a la SEMANA), la Pulga se despierta mucho menos (tampoco ha sido la panacea, no os vayáis a pensar, que el Mozo 3 o 4 veces se despierta con la tontería). En el día a día yo estoy muchísimo más descansada (nos ha jodío, de 15 despertares a dormir del tirón, perraka), la Pulga toma su teta con menos tontería (esto no me preguntéis porqué, pero es un hecho, ha ocurrido) y la casa está bastante mejor porque yo no estoy betabloqueada en la teta y puedo recoger un poco después de dormir a la Habichuela.

En el lado de los contras está el peligro de obstrucción. Y es que pasar de 15-18 tomas a 0, se notan. Si encima te toca un día de esos de enlazar tareas sin niña (llevar a Habi a la guarde, de allí ir al CAF, de allí a un médico, de allí recoger a Habi, etc) y la Pulga no se ha despertado antes de irme de casa, se me juntan más de 12 horas sin dar la teta. Y claro, llego a casa con piedras duras en vez de pechos turgentes (O_o).

Sin embargo, estoy contenta con la decisión. No he destetado a la Pulga pero el número de tomas se ha reducido muchísimo, descanso mejor y ella no parece dar muestras de haber empeorado o tener ansiedad. Al revés, está muy bien.

Por lo tanto, seguimos adelante con el destete nocturno, con la vista puesta en el día en que pongamos a dormir juntas a las dos hermanas y el Mozo y yo volvamos al arrejuntamiento marital, jiji.

¿Habéis puesto en práctica el destete nocturno? ¿Os lo panteais? ¿Como lo habéis conseguido?


3 comentarios:

  1. Y cuando se despierta por las noches, cómo la duerme el Mozo?? Con biberón o no come en toda la noche? Con mis hijos, dio igual destetarlos, porque era o teta o bibi, no hacían distinción, pero cada vez que se despertaban, que eran muuuuuchas, querían comer. Incluso ahora, que Ranita aún se sigue despertando muchos días, me cuesta que se duerma sin biberón y a veces, sucumbo y se lo doy.
    A mí me parece que os está saliendo muy bien y que vais a ganar en calidad de vida todos, porque dormir es una maravilla y nos hace mejor persona y mejor madre/padre!! Besitooos

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    1. Cuando se despierta, le da bibe de leche de vaca y luego abrazos y mimitos. Tampoco nos ofuscamos: si quiere bibe, se le da. Aquí lo importante es dormir.

      Yo de momento estoy contenta con la decisión. El Mozo se va zombificando por momentos, pero resiste! XD

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  2. Hola Hobbita! Primero decirte que me alegro mucho que estés superando tu depresión y después que hemos echado de menos tus posts!
    Por desgracia a la Pulga no la conocemos tanto como a Habi pero me gusta mucho ver cómo la maternidad cambia con los hijos. Ahora más que nunca vemos que no hay una fórmula para todos los hijos. Ni una misma manera de ver la maternidad. Gracias por ser tan sincera y a la vez darle un toque de humos a tus textos que nos sacan una sonrisa!
    Un abrazo!
    Antonia

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