viernes, 23 de septiembre de 2016

Sentirse #malamadre



Hasta hace unos días yo no llegaba a terminar de entender el sentimiento de malas madres que muchas mamis de a pie parecen arrastrar. Mi amiga, Mami Reciente, muchas veces me ha confesado sentirse una madre horrible por como actúa con su hija. Y digo que no lo entendía porque yo, que estoy con ella desde mi embarazo, siempre me ha parecido digna de admiración. Ahí me teníais a mi, mirando descarada como daba la teta, las posturas, preguntando, embebiéndome de porteo... y siendo a ratos su paño de lágrimas. Porque, es una realidad: mi amiga tiene días en los que la maternidad le sienta reguleras.

Y sin embargo, yo veo a su niña y la veo tan feliz, tan contenta.. Crece bien, tiene juegos, estímulos, a su mami, a su papi, abuelos, primos... Y sus padres la quieren con locura. ¿Cómo podía asaltar ese sentimiento de mala madre a mi amiga?

Podía llegar a empatizar pero no lo terminaba de entender. Hasta que hace dos días, me pasó a mi. 

¡ZASCA!


Ya sabéis que Habi nos ha salido pelín precoz en esto de la psicomotricidad. Ahí la tengo, todo el día, de un lado para otro. Ya se recorre la casa entera gateando por el pasillo, se lanza en pos de la perra y cuando la alcanza, intenta escalarla para desgracia de la pobre Perrucha Chucha, que me mira con paciencia perruna. Se pone de pie, se cae de culo. Se pone de pie otra vez. Se cae de media espalda. Se pone de pie de nuevo. Y así hasta que termina cayéndose de cabeza, de morros o directamente, si ve que la cosa se alarga, me mira pizpireta y suelta las manos cayendo con estilo. Y claro, a berrear. Como si no hubiera un mañana. Y allí mismo está la Hobbita, presta a consolarla.

Y así un día y otro día. 

Y a eso se suma que estamos atravesando una huelga de porteo Y de carro. Porque hasta ahora ha sido una cosa o la otra (ya os contaré que voy bastante retrasada con los post) pero lleva una semana que dice que el carro pa ti. ¿Y la mochila? Pa ti también. Toca cargarla en brazos (que está fina en psicomotricidad pero aún no anda, claro) y aún así muchas veces se cabrea.

Yo ya la voy entendiendo más y se perfectamente lo que ella me está diciendo:

- Déjame en el suelo, mami, que a mi lo que me apetece es pasarme el día culo p'arriba, culo p'abajo. Que de aquí a dos días ando, mami. ¡Ando!

Y en general trato de respetar sus ritmos, cansarla, dejarla libre explorando la casa, la cocina, el parque... Dejarla relativamente libre además tiene la ventaja de que voy empezando a hacer tareas domésticas con más tranquilidad: ya soy capaz de poner el lavavajillas sin tener que cargarla a la espalda, la lavadora, destender, doblar... A ella la dejo en el suelo de la habitación en la que estoy haciendo cosas y, siempre con un ojo puesto en ella (porque si no me la lía seguro), voy avanzando trabajo. 

Sin embargo, hay días en los que no se puede. Y este día en el que me asaltó ese sentimiento de culpa fue uno de esos. 

Tuvimos que pasar prácticamente todo el día fuera de casa. Con la niña, claro. En la mochila. Ver al inquilino para hacer el cambio del contrato de la luz, pasarnos por un centro de bricolaje para comprar pintura, masilla y yeso, pasear a la Perrucha, hacer algo de compra... Y a media tarde Habi estaba inaguantable. No quería mochila, ni brazos. Ha aprendido a pellizcar a conciencia (bendita pinza, >_<) y me la tuve que sacar de la mochila al final. La engañamos montándola en el carro del centro comercial pero al salir había que volverla a meter en la mochila y empezaron a lloverme patadas voladoras por todas partes. Me hizo daño. Acabé dejándosela al padre. La vuelta a casa en el coche fue infernal. Daba igual la monería que la hiciera, la canción que le cantara o el objeto que le agitara delante de la nariz. Mi niña NO quería nada de esas cosas. Quería ir suelta, a ser posible en el suelo del coche tocándolo todo y poniéndose de pie. Así que 20 minutos hasta casa con berreo habichueril destrozándonos los tímpanos. 

En casa preparamos la cena. Hice una sopa rápida porque eran casi las doce cuando aterrizamos en el dulce hogar deconstruido que es Mordor ahora mismo. A ella le calenté unas cucharadas de crema de verduras. Crema que por supuesto, no quiso. Ella estaba más en plan ponerse de pie en la trona a ver si se rompía la crisma. Levantarse, ir a buscar los enganches de la trona (que sabiamente quitamos hace menos de un mes porque era un coñazo limpiarlos) y atarla a la trona. Gruñidos, quejidos, ir subiendo el tono...

Así que al final el Mozo me preguntó si le daba un poco de sopa. Y le dije que si. Y allá que le echamos unos cuantos fideos escurridos, 4 garbanzos chafaos y un cacho de zanahoria hervida. Con su sal y mi sentimiento de culpa pensando en sus riñones no normativos. Y Habi se entretuvo el resto de la cena (cena que por supuesto me comí fría). Y yo solo quería irme de la habitación a pegar cuatro gritos. Y entonces el Mozo me miró y me dijo así en voz bajita y con cara de chiste:

- ¿Volvemos a ser una familia feliz?

Y me eché a reír con unos lagrimones enormes a la vez cayéndome por la cara. Porque si. Me di cuenta de que llevo una semana larga así como hosca, arisca, petarda. Y esa no soy yo, ni soy la madre que quiero para Habi. Y ese sentimiento de culpa por darle unos tristes fideos con un pelín de sal no debería haberme asaltado, del mismo modo que no le asaltó al Mozo. 

Si. Me sentí mala madre porque no respeté los ritmos de mi bebé un día puntual. Y eso tuvo sus consecuencias en forma de bebé petardo. Sin embargo, a lo que quiero llegar es a que no es tan grave. No es que no me diera la gana respetarlos. Es que no PUDE respetarlos. Y al final del día solo pedía un poquito de paz así que darle los garbanzos fue un recurso más. Y está bien.

Claro que toda esta reflexión la hice al día siguiente, descansada y tranquila. Me encantaría explicarle a mi amiga mis conclusiones pero está en un punto en el que no creo que le haga bien el que llegue yo a explicarle mis filosofadas y rollos mentales. No. Esto es un trabajo íntimo y propio que debe realizar cada mujer que en algún momento se sienta mala madre. Descansar, separarse de la escena y echarle otro vistazo desde la distancia, con otra perspectiva. Y así darnos cuenta de que somos las mejores madres para nuestros hijos y que tenemos recursos de sobra para salir adelante. 

¿Os ha asaltado a vosotras en algún momento ese sentimiento de culpa y/o/u (ae ae) de ser malas madres? ¿Cómo lo solucionáis cuando os ataca?

23 comentarios:

  1. Cuando se puede se puede y cuando no...toca aguantarnos todos!
    Lo sé, fácil de decir...
    Yo espero/deseo que el sentimiento de culpa no me machaque mucho porque soy muy exigente conmigo misma.
    Yo también llevo retraso con las entradas, de hecho estoy preparando una sección nueva y me gustaría contar con tu experiencia y opinión ;).
    Cuídate y disfruta!

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    1. Pues siento decirte que el sentimiento, tarde o temprano, aparecerá pero tranquila. Lo que trato de expresar es que en ese momento, pares, te separes un poco de la actividad que está desatando el cabreo y relativices. Y entonces sabrás que no es grave y que en breve se solucionará. Palabra de hobbita.

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  2. Pies claro que me ha asaltado, cuando pretendo llegar a todo y no puedo, cuando estoy haciendo tareas o cuentas y no le hago todo el caso que yo quisiera y me irrita que me llame 20 veces y se me suba encima mientras intento concentrarme en lo que intentaba hacer, me siento culpable por sentir que "me molesta". Porque no me molesta él, sino yo misma, mi recurso es mandar todo a la porra y ponerme a jugar con él, escuchar sus historias o irnos por ahí.
    Luego me cuesta trasnochar hasta casi el amanecer, porque hay papeles que presentar sin falta y no dormir me sienta fatal y mi otro gran recurso es la niñera días sueltos, que le mantiene feliz mientras yo no puedo durante un par de horitas. Pero el sentimiento de #malamadre, no lo soporto ni 5min, reacciono rápido aunque si que aparece a traición y nos hace ser mejores, darnos cuenta que cuando no se puede hacer todo, priorizar, la niña tenía que comer, no quiso verdura, bien está la sopa!!! A veces hay que hacer cosas y no será su día mas feliz, no pasa nada, así es el mundo real, así aprenden, aceptan y son felices, con tiempo. Mi niño ya no monta casi pollos, está acostumbrado a nuestro ritmo y cuando algo no le gusta sabe que es temporal y no se agobia. Porque tú no imaginas lo petardo que se ponía!!!! O si... XD

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    1. Si. Yo también he empezado a dejar cosas sin hacer. Lo que más me cuesta? Dejar el blog porque para mí escribir es un momento íntimo y reparador pero ahora mismo las circunstancias complican hasta encender el ordenador (aquí me tienes, escribiendo desde la tablet). Como bien dices, las frustraciones son parte del aprendizaje. No hablo de frustrar a propósito pero si de entender que en la vida a veces ni siquiera mamá puede dejar sin hacer ciertas cosas. Y aunque sea un rollo, a la larga estará bien.

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  3. Uf... bienvenida a mi mundo. Los primeros meses de mi enana fueron así. Todo la molestaba... y por eso lloraba. Ahora lo he entendido. Que importante es respetar sus tiempos y luego saber por que llora si no se los hemos respetado... cosa que sucede cada vez que hacemos excursion al pueblo a ver a los abuelos, me sentia fatal. Y no sabia por que era. Y tu lo has explicado tal cual es.
    Somo buenas madres para nuestros hijos ahora lo sé. :)
    Pero eres fuerte. Y te conoces bien. Un dia malo (o semana mala) lo tiene cualquiera. Anímo y disfruta de esa Habichuela tan precoz!!! Besitos grandes!

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    1. Habi no suele estar molesta pero creo que se debe a que no me complico y la dejó hacer y experimentar. Ayer se clavó el palo de un colador en la garganta >_<. Por bruta. Lo estaba viendo pero quitarle el colador iba a desatar su furia. Que al final se desató igual pero el momento de consolarla se hace más corto y ella ha aprendido que no hay que hacer el bestia con el mango del bendito colador. Claro que el día que no la puedo dejar explorar a sus anchas, el cabreo está asegurado.

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  4. Yo me siento mala madre al sentir que necesito que vaya a la guarderia, aunque sea un par de horas, o cuando mi marido viene de trabajar y le pido que juegue con ella un rato xq yo ya no puedo mas. A veces esa dependecia tan grande de nosotras me vuelve loca!!! Y se que cuando sea mayor la echare de menos, que contradiccion!! :)

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    1. Son momentos de saturación perfectamente entendibles. Lo importante es que tú lo entiendas y respetes también que esos momentos van a existir lo queramos o no. Somos humanas y en esto deberíamos aprender de nuestros cromosomas Y. Ellos lo llevan incorporado de serie .

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. El sentimiento de culpa no sé por qué viene con el carné de madre. Yo me siento suuuuper culpable cuando por la mañana la tengo q despertar en vez de dejar q se despierte sola. Claro, es super útil este sentimiento, con toda la ironía del mundo porque a veces hay q hacer cosas temprano y el año q viene irá al cole y tendrá q madrugar pero a mí es q me da una pena... A veces, como dices, no se puede hacer lo q ellos quieren o necesitan y tenemos q saltarnos un pooco su ritmo. Lo bueno es q poquito a poco creo q nos vamos dando un poquito más de cancha a nosotras mismas o eso es lo q me ha pasado a mí. Ánimo, q en esto de la maternidad hay etapas chungas pero las buenas son tan buenas q borran las malas!! Un besote!!

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    1. Ay! A mi también me parte el alma ese momento xD. Es taaaaaaan mona durmiendo.... como bien dices, las etapas y momentos buenos compensan con creces los momentos chungueras.

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  7. Ese sentimiento es muy normal. Llegar a todo es súper-complicado. Tener a todos contentos es muy difícil y, normalmente, dejamos atrás cosas que necesitamos nosotras mismas (una ducha en condiciones, cerrar la puerta del baño para cagar -hablando mal y pronto-, dormir alguna siesta, tiempo para hacer "nada"...) por el bienestar de los demás. Y claro, llega el momento en que la cosa peta y o lloras, o te da rabia, o te sientes mal, o todo a la vez.

    No te agobies, que estas cosas pasan. Lo bueno, creo yo, es hablarlo con la pareja y que nos entiendan.

    A mí me sigue pasando. Sobre todo con las rabietas, que me sacan de mis casillas algunas veces y me cuesta ser zen. Hay días muuuuy duros.

    Un abrazo!

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    1. A mi me esta ayudando un montón que el Mozo esté en casa. Creo que va a darse un momento complicado cuando se tenga que reincorporar al curro :(. Su presencia me permite cagar y ducharme con tranquilidad y pedir cambio de manos cuando hay un momento de saturación. Ya te diré cómo me va en unas semanas.

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  8. Te entiendo perfectamente...y lo mal q se pasa mientras te sientes mala madre! Luego viendo las cosas con perspectiva sabes q no es asi pero en el momento te sientes fatal...
    Suerte que Habi tiene a una madre como tu q entiende lo q le pasa y respeta sus ritmos.
    Esta semana he estado con un trancazo impresionante, me lo contagió mi peque y a ella le duró 2 días pero a mi 5. Ocurrió en una temporada donde ya dormía mal por los dientes supongo y q se despertaba cada poco. Y con casi 2 semanas durmiendo mal se pone malita y las noches se hacen aún peores...
    Entonces ahí empieza mi catarro de esos q te dan hasta fiebre y estoy q no puedo más. Tuve q llamar a mi madre y ella estaba cuidandola mientras yo descansaba. Sabía q era lo lógico, q si no yo no me recuperaría y q tenia q descansar pero aún me sentía mal por no hacerle caso o estar con ella...y la echaba muchísimo de menos. Anda q soy lo peor :D

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    1. Ya estás recuperada y lo puedes ver desde otro prisma pero te entiendo. Yo ahora con la mano chunga no puedo cogerla tanto como me gustaría. Los pañales de los tiene que cambiar el Mozo casi siempre y el que me toca a a mi me las veo y me las deseo. Hoy él se ha ido con la bici... ya verás la que me va a tocar armar para cambiarle el culo sucio.... pero no pasa nada. De aquí a unos días lo recordaré hasta con risa.

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  9. A mí aún no me ha asaltado ese sentimiento...pero eso no quita que le de a veces paella o macarrones o comida nuestra que lleva sal...o pan o carne picada...garbanzos del cocido!! Pero por eso no me siento mala madre, no come una barbaridad así que no creo que sea muy malo! Ay! Ahora creo q empiezo a preocuparme por si he hecho mal 😅

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    1. Jajajaja! El problema no creo que fuera darle o no darle sal si no el cansancio que arrastraba de la semana, mi propia frustración hacia mi mano, la casa deconstruida en la que vivimos, los escombros, el polvo, la chicha (que es un amor de perra, pero requiere su atención también, animalillo...). Y en ese momento de chofez es cuando te asalta el sentimiento.

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    2. La sal antes del año no tiene ningún problema salvo que le des sardinas salonas, patatas Lays o algo así. Puede comer perfectamente de la comida que vosotros comáis.
      Sus riñones aún no filtran al 100, pero sí filtran. Aparte de que la cantidad que come un bebé es ínfima ;)

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    3. Pero en el caso de Habi tenemos la malformación renal que, aunque está mejor, aún no está solucionado. Dicho esto, estoy con Eva: no pasa absolutamente nada por darle 4 fideos y un garbanzo de mi comida xD

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  10. Pues yo no. Errores podemos tener todos porque somos humanos, pero mala madre son palabras mayúsculas. Bastante juzga y malmete la sociedad a las madres para que nos pongamos la soga nosotras mismas.

    Tampoco me hace gracia lo del club de las malas madres. Yo soy humana, simplemente, y no me gustaría que mis hijos me leyeran presumiendo de serlo.

    Besos

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    1. A mi el club si me gusta. No creo q hagan apología de ser malas madres si no que apuntan, efectivamente, a q somos humanas.

      El sentimiento de culpa no ko había tenido hasta ahora y creo q se debió fundamentalmente al cansancio.

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  11. A mí me ha gustado mucho leerte porque son cosas que las que no somos madres no entendemos y has explicado muy bien, tiene que ser muy frustrante y tienes que reflexionar mucho para llegar a esa conclusión a veces.
    Besos

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    1. Supongo que a todas nos llega en algún momento ese pensamiento. Lo importante es que quede en eso: un pensamiento!

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