lunes, 8 de junio de 2015

Migratest (I). Haciéndome el análisis.




El miércoles me hice los análisis del Migratest en los laboratorios LABCO. Como Google es muy sabio, me lanzó un anuncio patrocinado o un enlace, vaya usted a saber por qué de una oferta para hacerme el test a 49€ en lugar de los 90€ de la última vez que había preguntado por ellos. Sigue dándome reparo y recelo pero me lo he hecho. En 7-15 días tendrán los resultados. 

El Migratest es, a día de hoy, el único test que mide la actividad de la enzima DAO (que yo sepa). En los foros y profesionales que he consultado me han indicado que esa es la medida que necesitan. No les sirve con el nivel de histamina en sangre si no que necesitan comprobar si la enzima está o no funcionando bien. Todo muy lógico. 

Por otro lado no encuentro demasiados estudios científicos y los que encuentro los veo sesgados. No me explayaré en los fallos que les he encontrado porque al final he caído yo también en la esperanza de poder llegar a un diagnóstico. Ya veis, hasta la más escéptica tiene sus momentos de esperanza.


La seguridad social no realiza esta analítica. El seguro privado tampoco (o no han sido capaces de informarme) así que la alternativa es hacerla de pago. ¡Y menudo pago teniendo en cuenta mi situación de parada forzosa!

El caso es que al final decidí hacérmelo. Quemar otro cartucho.

Después de hacérmelos estoy todavía más confusa. El sitio de la extracción era, adivinad, una clínica ginecológica plagadiiiiiiiita de carteles para solucionar los problemas de infertilidad. Estupendo. Me animó mucho. Si. Si, si, si. ¬_¬.

Una vez dentro, el laboratorio estaba aparte. El sitio no me inspiró nada bueno: los trabajadores no se sabían el protocolo pero uno de ellos lo solventó buscándolo en unas carpetas. Bien. Una vez tenían el protocolo en mano, no sabían interpretarlo. Estuvieron unos 15 minutos preguntándose unos a otros (eran 3) si me sacaban 1ml de sangre EDTA o si lo que necesitaban era 1ml de plasma y entonces había que sacarme 9ml de sangre. Tuve muchas ganas de arrancarles el protocolo de las manos y explicárselo pero me contuve. Al final, el mismo que buscó el protocolo llamó a la central donde al parecer le dejaron claro que necesitaba... o no, porque entonces tenían la duda de si sacar la sangre en un bote de 9ml o en 3 botes de 3 ml. Demencial. Me pregunto si fueron capaces de colocar bien las pegatinas a los botecitos. 

A todo lo anterior se sumó una tipa que salió de un despacho y se puso a hablar por teléfono desde la recepción del laboratorio con el colega que había dado las instrucciones a los empleados. De su boca solo salían expresiones tipo 'polla', 'puta mierda' y ' te mereces una patada en los cojones', todo muy de risa y colegueo. Una no es puritana y se caracteriza por ser bastante mal hablada con los colegas. Sin embargo, también sabe que el lugar de trabajo, delante de una moza a la que van a exanguinar, no es el lugar adecuado para tener una conversación al más puro estilo 'El lobo de Wall Street'. Dejando a un lado la poca confianza que me dieron los profesionales que me atendieron al final me hice el análisis y me marché. Vacía. Literalmente. Me explico:

Como es un análisis, hay que hacérselo en ayunas. Así que a la Castellana que me fui con mi estómago vacío. Luego, como la Hobbita es como es, pues me perdí (aunque estaba en la calle y solo tenía que ir en dirección ascendente de números), así que me caminé gratuitamente más de medio kilómetro antes de percatarme de que iba al revés. Cambié de sentido pero en lugar de meterme por donde había venido, lo cual habría sido lo más inteligente, me dije: 'Estas escaleras tan petardas que me acabo de subir no me apetece bajarlas para luego volver a subir el medio kilómetro de cuesta que me he bajado. Esto lo solvento yo atajando por este puente tan chulo'. El resultado fueron 2 km en ayunas a las 9 de la mañana. Al final llegué al sitio, estuve a punto de echarme atrás, me hicieron el análisis y salí con la intención de desayunar. ¿Y que puedo desayunar con la dieta fuera de casa? NADA. Así que me volví a casa. Con mi bajón de azúcar, mi sensación de estafa y la sensación agridulce que se nos queda a todas las que tuvimos alguna pérdida al estar rodeada de embarazadas y carteles de bebés retozones y anuncios que anuncian el fin de nuestra infertilidad/esterilidad/bloqueos mentales.

Así estoy. Esperando los resultados como agua de mayo (ya junio), viendo como pasan los días y como se me agotan los caminos a explorar. Seguiremos informando

2 comentarios:

  1. Hola Hobbita! Pues aquí me tienes a mí también en tu blog. Intuyo por tus comentarios en mi blog y al leer esta entrada que llevas un camino recorrido muy muy duro. Nadie, absolutamente nadie, se merece pasar por esto...Ojalá esos resultados arrojen una buena noticia.

    Aquí tienes a una nueva compañera de fatigas para apoyarte cada vez que lo necesites.

    Muchísima suerte.

    Un abrazo.

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  2. Gracias Inés. Estoy aún esperando los resultados aunque me parece que directamente voy a llamar dada la actitud de las personas que poblaban el laboratorio.

    No se si el camino recorrido es muy duro o no. Depende de con quien me compares. Y como no me gustan las comparaciones, creo que me estoy inspirando para una nueva entrada :D.

    El caso es que hoy, que hay unos nubarrones gigantescos por los Madriles, estoy animada. Y eso que ando con la nebulosa en el cerebro ^_^.

    Gracias por comentar. Un abrazo

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