martes, 1 de septiembre de 2015

¿Maternidad idealizada?



Hace unos días fui a visitar a una amiga que acaba de tener a su retoño. La peque está perfecta, bien de peso, activa y... llorona. Mi amiga está desesperada, con el llanto propio a flor de piel, sin dormir, sin comer y sin saber que hacer y todo esto me ha hecho pensar en lo que me (nos) espera y en como esta sociedad en la que vivimos nos ha hecho idealizar una situación que, realmente, nos es desconocida.

Antes, no hace mucho, la gente vivía prácticamente en comunidades, con muchas generaciones juntas y los niños crecían rodeados de bebés. Eso hace que veas normales ciertas cosas ya que las has mamado desde pequeño. Los bebés lloran, los bebés tienen malos días, los hay más gritones y los hay más tranquilos y todos son normales.

Yo misma no he visto un bebé de cerca hasta hace prácticamente unos años, que los hijos del novio de mi madre empezaron a tener herederos. Mis sobrinos son geniales pero apenas los veo salvo en las fiestas familiares y alguna vez que coincido con mis padres y ellos están pasando el fin de semana con los nietos. La conclusión es que no se coger bien un bebé, me siento insegura. Ni qué decir tiene que nunca he cambiado un pañal (aunque si he visto cambiar unos 4 pañales en toda mi vida) y que ahora, con mi amiga, es la primera vez que me atrevo a mirar y preguntar en el momento de la lactacia (con las demás madres lactantes que he visto no tenía confianza suficiente como para preguntar nada).

El día de la visita fue la primera vez que sentí en mis propias carnes el llanto de un bebé durante más de una hora sin ser capaces de calmarlo. Y durante tres horas de visita, el llanto fue intermitente, pudiendo calmarlo más o menos con algunos trucos pero luego vuelta a empezar. No se me hizo terrible y a mi mozo tampoco, ya que estábamos descansados y bien comidos. Tampoco os voy a mentir: estamos fisiológicamente preparados para que el llanto de un bebé nos revuelva por dentro así que tampoco estábamos impasibles. Mi amiga en cambio llevaba cerca de 24 horas despierta, había comido un sandwich a las 17'30h (única comida del día) y había entrado en un círculo vicioso del que no había forma de sacarla. Se sentía mala madre por haberse enfadado con su niña, culpable por no saber calmarla, inútil porque se le escapaban las lágrimas en lugar de encontrar el milagro....

Su marido tampoco es capaz de sacarla del bucle pero creo que es que es imposible sacar a alguien que tiene tal falta de sueño acumulado en el cuerpo de ningún sitio: no se puede razonar con alguien que está sin dormir y sin comer. Es simplemente imposible. Él nos dice que aprovecha para descansar cuando ella se hace cargo de la niña pero que cuando lo hacen al revés (él se hace cargo de la niña) ella es incapaz de delegar y se queda ahí, en lugar de ir a dormir o a darse una ducha o una vuelta. Y eso, un mes después del nacimiento, está haciendo mella en ella. 

Al final la calmamos levantándola en brazos y volviéndola a bajar, alto, hacia el techo. He de decir que la niña ponía cara de 'no sé muy bien si me está gustando pero sigue, sigue' y que mis deltoides, a día de hoy, tienen más agujetas que cuando hice una clase de prueba de body combat (4'500kg que pesa el retoño). También digo que realmente yo veía a la peque muy sana y normal, solo que estaba llorando pero también entiendo el sufrimiento de la madre. 

Tengo que reconocer que por una décima de segundo quise estar en su lugar, ser yo la que estuviera pasándolo mal, pero estar con mi niño, que tenía que haber nacido ya, en los brazos (luego se me pasó pero el pensamiento me atravesó como un dardo). Su hija y el mío tendrían que haberse llevado 15 días, más o menos. 

Estuve pensando mucho, dándole muchas vueltas y preguntándome si es realmente el cóctel de hormonas postparto el que nos hace comportarnos así o es algo más profundo, algo aprendido. No se si nos es imposible descansar mientras nuestro niño llora (entiéndase que sabes que otra persona de absoluta confianza -su padre- se está haciendo cargo del pequeño), o que el mensaje que nos ha llegado es que la lactancia materna calma, los brazos de la madre calman, el bebé se calma de forma muy sencilla simplemente por el vínculo mágico madre-hijo y cuando chocamos con la realidad se nos desmonta el mundo ideal que habíamos construido alrededor de nuestro futuro bebé. No he llegado a ninguna conclusión (aunque me inclino por esos artículos que todas conocemos de maternidad idealizada) y por eso os traslado el debate a vosotros. 

¿Cómo veis el futuro las que aún no tenéis hijos? ¿Y las embarazadas? ¿Y quienes ya sois madres? ¿Sentisteis la presión propia o ajena en vuestras carnes?

20 comentarios:

  1. Creo que es totalmente normal, criar a un hijo es duro, y si no lo crías en comunidad, más. Y si lo crías en una sociedad que te demanda que sigas tu vida laborar y doméstica al casi 100%, más duro aún. Y te doy también la razón en que a las mujeres nos cuesta delegar, sentimos que tenemos que llegar a todo sin sacrificar nada, y eso es muy complicado. Y sí, la falta de sueño es muuuuy mala, te lo digo yo que llevo 18 meses sin dormir una noche entera. Al principio, entre eso y las hormonas, pasas unas semanas durillas, pero todo pasa, te acostumbras a casi todo en esta vida y aprendes a tirar p'alante y a sacar lo positivo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De vuestras experiencias voy deduciendo que no hay forma de prepararse: el primer mes del bebé es durillo (otra amiga me lo ha confirmado hoy) y cuesta volver a centrar el mundo propio y ajeno. Sin embargo, también leo que al final se consigue :D. Así que a por ello con fuerza.

      Un abrazo :)

      Eliminar
  2. Pobrecita tu amiga... A mi me gustaría pensar que, como he estado rodeada de bebés toda mi vida y los he cuidado porque me chiflan, cuando yo tenga el mío sabré que aunque llore y no haya consuelo es algo normal... Pero sé que cuidar un bebé, por mucho que lo quieras, no es igual que cuidar un hijo.
    Sólo espero que con el tiempo aprenda a relajarse y a descansar si lo necesita cuando su marido se hace cargo de la niña ¡necesita dormir y comer!
    Un besito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo, de verdad, creo que ella lo hace genial pero por alguna razón ella misma no lo ve. No ve a su niña lustrosa (cielos, es la primera bebé que conozco que no pierde peso en su primera semana), feliz, relajada (obviamente estos dos últimos adjetivos cuando no está en medio de una rabieta) y a ella la veo muy tierna con la peque. Y sin embargo, ahí está la presión y los malos pensamientos.... hacia ella como madre! Por eso me asusta. Cuando me llegue a mi el momento, ¿seré capaz de ver la realidad a través de la capa de hormonas, hambre y cansancio?

      A ver si ella se nos repone pronto. De momento, solo podemos ir a visitarla pero claro, tampoco nos queremos pasar de plastas... O_o. Qué incertidumbre, madre mía!

      Eliminar
  3. Yo creo que ahí entran en juego las hormonas... Yo he tenido contacto constante con bebés (familiares, amigos, ...) y siempre he visto que la madre, por mucha soltura que tuviera, pasa por unos meses dificilillos en el postparto. Hormonas, cansancio, sueño, hambre... Pero poquito a poco todo se encauza, y en nada están al mando de la situación sin ningún problema! Cuando a mi me toque será parecido, momentos de histeria y locura, pero con la tranquilidad de saber que todo pasa ;)

    un besito!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi amiga ya empieza a tomar el mando. El otro día salió ella sola a la calle y se la ve más descansada. A ver si esta semana podemos acercarnos un ratito y la sacamos a dar una vuelta.

      De momento, con todas las amigas con las que hablo, coinciden en que el primer mes es el caos, sea cual sea tu caracter. Hay que hacerse al nuevo miembro de la familia y a la nueva (no) rutina.

      Un abrazo :)

      Eliminar
  4. Lo que le pasa a tu amiga es normal. A mí me pasó también igual. Diría que la principal causa de esto es que NO nos cuentan nada de nada de lo que va la maternidad y lo que supone. Te crees que los bebés pasan el día dormiditos en sus cunas, que hacen pipí y caca y listo. Claro que duermen, sí, pero a intervalos y piden comida/teta cada hora, cada media hora, cada dos/tres horas... que donde mejor duermen es en los brazos de mamá o papá (no en una cuna, donde si lo sueltas cuando está dormido, se despierta automáticamente). El primer mes es un auténtico caos. No duermes bien, no comes bien, no tienes tiempo ni para cagar (perdón por lo escatológico del asunto)... Y eso es lo normal.
    Nadie te habla de las crisis de crecimiento que tiene un bebé (a los 15 días, al mes, a los tres meses, a los seis, al año, a los dos años...) ni de la angustia de separación... ni de las caras oscuras de la maternidad.

    Súmale el viaje de hormonas, pa´arriba, pa´abajo... las visitas, que cada una te cuenta sus rollos y bobadas sobre maternidad (y te tratan como si fueras tonta porque no sabes "hacer callar" a tu hijo) y te dan sus fórmulas infalibles y verdades absolutas (tú es que eres una ignorante de la vida, claaaaro).

    Yo comía lo que podía, donde podía y cuando podía. Me duchaba a la velocidad del rayo aprovenchando cualquier sueñito del peque. No me podía arreglar como antes. No dormía más de dos/tres horas seguidas. Ahora, dos años después, estoy empezando a dormir (con muuuucha suerte) 6/7 horas seguidas.

    Es duro, muy duro. Pero el tiempo pasa y una se va haciendo a la nueva situación. Sabes que si lo coges de cierta manera se calma antes, o si le cantas tal canción se relaja, o si le bañas por la mañana en vez de por la tarde es mejor o peor... Todo esto lo aprendes SOLA y con tu experiencia. Nadie te va a dar la solución mágica salvo tú.
    Lo ideal es aprender a escuchar lo que te dice el instinto, lo que te pide tu cuerpo, lo que pide el cuerpo de tu bebé. Esta sociedad nos ha hecho perder estas habilidades. Están ahí, dormidas. Hay que tener paciencia, porque acaban saliendo. Es cuestión de tiempo y de ponerte tapones de oídos ante comentarios absurdos (no lo cojas en brazos, que se acostumbran. Te está manipulando. No llores delante del bebé...)

    Entiendo que no quiera delegar el cuidado de su bebé en nadie. A mí me pasaba lo mismo. Sólo puedo confiar en mi marido y admito que, cuando se lo ha llevado al parque y yo me he quedado en casa, no me he quedado tranquila del todo. Lo mismo estoy gagá, lo sé, pero lo siento así y no puedo cambiarlo.

    Dile a tu amiga que procure disfrutar de su retoño todo lo posible porque el tiempo vuela y dentro de unos meses, esta etapa tan dura le parecerá lejana. Los días pasan y ellos crecen. Nunca volverán a ser como ayer.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es lo que pienso yo, que el primer y el segundo mes están para conocerse. El peque se tiene que adaptar al mundo y tu (la pareja) a la nueva realidad. Y eso no nos lo cuentan. Creo que el instinto es importante pero también creo que es algo que tenemos 'dormido' en esta sociedad. A veces es bueno (no está bien querer golpear a alguien con un extintor, por mucho que lo merezca) pero otras veces hace que nos quedemos parados y en shock en situaciones en las que se requiere un poco de 'vida'. No se si me explico.

      Estoy leyendo ahora libros del pediatra Carlos González y todo parece tener sentido pero hay una vocecita en mi interior que me dice: ¿y si a la hora de la verdad, cuando el peque demanda brazos, yo estoy tan muerta que lo que quiero es meterme en la ducha catatónica perdida y que lo coja su padre? Por un momento me asalta la duda de si eso es de mala madre (el bebé necesita a su mamá los primeros meses según este pediatra) pero por otro lado también creo que es algo humano, desear un momento para ti. Además creo que es sano: si tu estás relajada, descansada y 'normal' (dentro de lo normal que pueda ser una madre primeriza y hormonada) atenderás mejor al bebé después.

      Pero claro, me hace dudar de nuestra capacidad, de la sociedad (si tardas dos meses en conocer a tu peque y dos meses después lo tienes que dejar en una guardería... ¿qué hay de humano en ello?). Aunque no va a ser mi caso si lo será en el de miles de mujeres de este país.

      Pues eso, que todo son dudas y debates internos, jiji.

      Un abrazo :)

      Eliminar
  5. Yo creo que lo que le pasa a tu amiga es completamente normal.Está claro que cada niño es un mundo y tanto puedes tener uno que solo duerme, come y caga...como otro que no deja de llorar ni a la de tres. Mi madre se vio en los dos casos...mi hermano fue un buenazo sin embargo yo me pasé los dos primeros años de mi vida llorando 20h de las 24h del día, así que imagínate la escena. Al principio cuesta mucho porque entre las hormonas, el enfrentarte a esa etapa nueva en tu vida y el cansancio acaban con una, pero poco a poco se iré normalizando la situación hasta acostumbrarse y llegar a un entendimiento madre-hija.
    Yo no quiero pensar en como será, lo que tenga que venir pues ale, bienvenido sea. Al fin de cuentas por mucho que tú lo idealices, el crío va a salir como le de la real gana y es mejor estar preparado para todo.
    Un beso enorme!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi madre le tocó la lotería conmigo, o eso dice ella. Ahora que la veo de adulta con sus nietos creo que lo que tiene esta mujer es una paciencia infinita combinada con una mano excepcional para tratar con niños (don inversamente proporcional a su capacidad para tratar con plantas, que me las mata todas cuando me voy de vacaciones, jiji).

      Total, que no se si es actitud de los bebés, que te salen 'buenos' o te salen 'llorones' o actitud de las madres ante la actitud de los bebés.... Se plantea una nueva duda, jaja.

      Un abrazo :)

      Eliminar
  6. Pobre tu amiga, pero es normal que no se sienta cómoda delegando (aunque sea en el padre) mientras ella duerme. Supongo que es cuestión de hacerse a la nueva situación y ello requiere tiempo.
    Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, yo también creo que es cuestión de tiempo y que después el primer mes se olvida, como el parto. Mis amigas que ya son madres lo corroboran y por lo que veo en los comentarios de las que ya son madres, es la tónica general: el primer mes, cuesta. Es de adaptación.

      Un abrazo :)

      Eliminar
  7. Totalmente normal, a mi me pasó igual, no sabia nada de lo que es tener un bebe en casa, fijate que no sabía ni que por la noche había que darlos de comer con eso te lo digo todo. Te conviertes en madre y la realidad te pilla totalmente desprevenida, vamos que ni cursos de preparación al parto ni leches!
    Pero bueno con el tiempo todo mejora.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo bueno de la experiencia fue que nos vi capaces a mi mozo y a mi de lograr llegar a ser un equipo. Luego lo estuvimos hablando e intentaremos que ni al uno ni a la otra se nos vaya mucho la cabeza (a la hora de la verdad, habrá que vernos, 24h sin dormir y con churumbel llorón, jaja)

      Un saludo!

      Eliminar
  8. Yo he vivido la crianza de mis hijos sola, al no tener padres, no hermanas, solo estábamos mi marido y yo, porque mi suegra más que ayudar calentaba la cabeza.
    Es puro instinto el cogerles, bañarles, etc
    Te aconsejo que vayas a un grupo de lactancia, la lactancia es algo instintivo en el bebé, pero en la madre también juega un papel importante la técnica.
    No hay que olvidarse del papel del padre, mi marido cuando nació G., me daba de comer, si literalmente, cuando veía que no me daba tiempo ni a eso.
    La maternidad es dura, pero tenemos herramientas para hacerla mas liviana.
    Si el bebé es muy demandante por la noche, el colecho es lo mejor, si es muy demendante durante el dí, el porteo permite al bebé estar con mamá y a mamá hacer muuuuuchas cosas con el bebé a cuestas.
    no es oro todo lo que reluce, ni todo es tan feo y duro como lo pintan.
    El apoyo de papá es fundamental, además te lo digo por experiencia, lo mejor por ejemplo para la comida es dejar un congelador bien cargado de comida cocinada, así tendrás para varios días sin agobios, es cuestión de organización.
    Todo mejora con el tiempo y se disfruta muuuucho de la maternidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy investigando ya sobre la lactancia. Quizás sea muy pronto pero prefiero pasarme a quedarme corta. En breve intentaré contactar con grupos por mi zona (estaba esperando a que pasara el verano y me he encontrado con un huevo de proyectos nuevos en septiembre). Pero bueno, tengo tiempo.

      El papá... en fin. Yo hay días que creo que lo va a hacer genial y días que creo que no va a ser capaz de anteponer las necesidades del bebote (o las mías como madre pendiente del bebote) a las suyas. Luego se me pasa. Pero vamos, creo que si le pido que me dé de comer me manda al guano O_o. Y si le pido que haga la cena.... a ver, la hace y muy contento, voluntarioso y feliz. Pero no cenarás antes de las 23'30. Esto es dogma de fe.

      Lo del congelador ya lo estamos planeando. Lo malo es que tiramos mucho de comida fresca congelada y nos ocupa el congelador entero, jaja. Pero bueno, tengo una hermosa thermomix que también me facilitará la vida enormemente.

      Un abrazo :)

      Eliminar
  9. Pobrecita, mi niño dormía muy bien y no era de llorar, pues de todos modos lo pasé mal, era todo el día con la teta, sacaleches y biberones para completar, una angustia por no tener suficiente leche...
    Y cuando él dormía yo me despertaba a vigilar que estaba bien en vez de aprovechar lo tranquilo que era, fue agotador! Ni dormis ni me podía duchar, porque claro no lloraba porque estaba siempre en su teta.
    Al principio es duro aunque no llore y duerma tanto como el mio, porque hay algo que te empuja a estar alerta, así que para el próximo si me sale dormilón espero relajarme mas que tuve un milagro de bebé y siento que no lo aproveché bien del todo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso me dicen mis amigas: que da igual que el niño sea bueno o malo, el primer mes lo pasas mal hasta que te adaptas.

      Esta peque la primera semana era una ceporra y ahora yo creo que tiene una crisis de esas de crecimiento y que demanda más leche a más horas, nada más, pero es normal preocuparse.

      Un abrazo :)

      Eliminar
  10. La maternidad está, como muchas otras cosas, muy idealizada. Aunque también creo que depende mucho de si la persona se deja embaucar o no.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se si es tanto dejarnos embaucar o si el problema está que vivimos en una sociedad en la que no se mezclan estratos de edades. Me explico. Antes vivías en una pequeña comunidad (pueblo) con tus padres, tus abuelos, tus hermanos, los hijos del vecino... había explosión de churumbeles y la gente estaba mezclada.

      Hoy en día a los abuelos los ves una vez a la semana, si acaso (yo a mi abuela materna la veía 3 veces al año y a los paternos una vez al mes), como mucho tienes un hermano (yo soy hija unica, así que tampoco), en clase te juntan con niños que son solamente de tu edad (como mucho la diferencia de ser de enero a ser de diciembre) y llegamos a los 30 años sin saber lo que es tener un bebé en brazos, con mucha información teórica pero sin haber mamado desde la infancia que los bebés lloran, no se comunican más que en 'bebote', se enrabietan, no dejan dormir y reclaman atenciones...

      Y todo eso aderezado con la presión de volver al trabajo, cumplir tus obligaciones, salir a tu hora (si te dejan), contratar niñeras/guarderías/abuelos para que se encarguen de un bebé demasiado pequeño, volver roto a casa y darte cuenta de que no tienes el cuerpo para fiestas....

      Mi opinión va más en esta segunda línea y creo que es lo que al final hace que nos demos el porrazo.

      Un abrazo :)

      Eliminar