viernes, 25 de septiembre de 2015

Reseña: Un regalo para toda la vida



A estas alturas de embarazo confirmo que he pasado la etapa de miedo absoluto que, reconozcamoslo, me impedía ilusionarme con el embarazo, a creermelo como algo (por fin) posible. El caso es que ser consciente de que en unos meses tendré al churumbel en brazos me ha hecho ponerme manos a la obra y empezar a investigar sobre los temas que rodean al apasionante mundo de lbebé.

Seguro que me dejaré muchos temas en el tintero y que tendré que ir aprendiendo sobre la marcha. Seguro que muchas de las cosas que aprenda sean pura teoría y que luego, a la hora de la verdad, el churumbel tendrá una personalidad propia y habrá que adaptarse al día a día. El caso es que no quiero que febrero me pille en bragas desactualizada y me he propuesto aprender muchas cositas en este tiempo que me queda. A cambio, me estan saliendo una ristra de post de 'Dudas Primerizas' que ríete tú del Quijote.

Algo sobre lo que me interesa mucho aprender es sobre la lactancia. Tengo claro es que quiero dar el pecho a mi hijo pero también me he dado cuenta de que, a mi alrededor, muchas madres tienen problemas a la hora de amamantar. Puede que me pase o puede que no, pero creo que si estamos informadas y conocemos las ventajas que tiene el pecho, en caso de dificultades nos pondremos algo más cabezonas y quizás logremos mantener una lactancia satisfactoria. Y si no se consigue, tampoco pasa nada, pero que no sea por desconocimiento.

He empezado leyendo 'Un regalo para toda la vida', del pediatra Carlos González. Tiene un estilo que me gusta mucho y comulgo con bastantes de sus ideas. Con otras no pero como tampoco creo en los gurús, pues no hago un drama de ello. 


Me ha gustado mucho que el libro haga un repaso histórico alrededor de lo que acontece al momento de dar el pecho. Desde nuestros antepasados en la prehistoria, que apenas saben utilizar una piedra para machacar cráneos a la actualidad, con modernas fórmulas de farmacia, denostación del pecho, jornadas laborales complicadas de compaginar y padres y profesionales que intentan volver a unos orígenes más sanos para todos (sin que ello les haga convertirse en unos sectarios de la teta).

Me han encantado las partes del texto en que se refieren a la fisiología. El autor nos explica de un modo muy cercano y comprensible la fisiología de la mama y la producción de leche, mecanismos de autorregulación de la producción láctea y algunos aspectos fisiológicos que pueden afectar a un bebé que tome lactancia materna y que no deben asustarnos. También explica lo que acontece en el caso de que se tomen biberones (aunque esto, como es obvio, lo repasa un poco por encima).

El libro nos cuenta también diferentes posturas para amamantar, trucos para conseguir un buen agarre, motivos por los que el pecho duele, cuándo acudir al médico y, algo que me ha encantado, el tema de los medicamentos durante la lactancia (que también me preocupa y mucho). También hace incapie en que situaciones hay que dejar de dar el pecho (que también las hay pero no son tantas como nos quieren hacer creer los entendidos).

Cada capítulo termina con enlaces a bibliografía especializada por si quieres ampliar más el tema o comprobar que la cita a la que el pediatra recurre es real y que no se la ha inventado.

Todo el libro está salpicado de notas de humor irónico, situaciones en las que los futuros padres se van a encontrar y como saldrán airosos de ellas. La verdad es que, aunque todos comentáis lo metomentodo que puede llegar a ser la gente, sinceramente, tengo miedo a cuando me empiece a pasar a mi. Tengo miedo a mi suegra (que la veo muy contenta con la barriga pero que no se muy bien por donde va), a mi suegro (que siempre está en posesión de la verdad y siempre cuenta como se salva de todos los malvados personajes que le rodean y quieren acabar con él, ya sea el contador del gas, un comercial al teléfono o el vecino de enfrente), al novio de mi madre (que con los nietos se pone muy becerro y a la que te descuidas te monta un espectáculo en el hospital o en la guardería), a la familia de mi madre (en el hipotético caso de que vengan a ver al bisnieto)... Dios, ¡me doy cuenta de que a estos últimos es a los que más temo ver! 

A mi madre no le tengo miedo con el tema de la lactancia porque ella opina como yo (y de hecho, me dio el pecho hasta los 6 meses en aquella época, 3 de maternidad y 3 de excedencia que se cogió) y dice que es un acto precioso que no debo perderme ^_^. 

El mozo se lo está leyendo ahora y es increíble escucharle en las conversaciones con papis recientes o futuros papás amigos nuestros, explicando lo que ha leído en el libro y animando a que no se rindan con la lactancia :'). Le ha entusiasmado en especial los tres mecanismos que utiliza el bebé para regular la producción de leche. Ya me lo estoy imaginando en el futuro: el padre analizando cada gesto del bebé y, a la que note algo, correr a llevárselo a la mami a la teta xDDDD. 

Creo que es un libro que deben leer los dos miembros de la pareja, debatirlo y ponerlo en común para después hacer frente a los comentarios que puedan bombardear a la futura madre (porque por alguna razón, nos bombardean a comentarios a nosotras, que estamos recién paridas y hasta arriba de hormonas, no a ellos, que están también abrumados, no lo dudo, pero como si la decisión no fuera con ellos).

En definitiva, es un libro que anima mucho a los futuros papás para pelear por la lactancia materna exclusiva y que desmonta muchos mitos alrededor de este tema. 






15 comentarios:

  1. Yo también me lo leí, pero ya cuando estaba con la lactancia, y me ayudó mucho. Nosotros estuvimos 13 maravillosos meses de lactancia, pero lo de maravillosos lo digo ahora que ya ha pasado, porque entre tú y yo, la lactancia es un coñazo con todas las letras!!! Yo lo hice convencida de que era lo mejor y lo volvería a hacer sin duda y tiene muchas cosas buenas, pero es muuuuy esclavo. Pese a todo, si te organizas bien y sigues tu instinto y el de la Habichuela, os va a ir genial, seguro. La gran mayoría de veces en que fracasa la lactancia es por culpa de desinformación y de falta de apoyo, así que me parece genial que te informes y sepas qué va a pasar y cómo interpretar los distintos signos. A mí una cosa que me fue genial es descargarme una app de lactancia para ir apuntando la hora y el pecho que le daba para evitar olvidarme y darle más de un pecho que de otro, que los primeros días me provocó una mastitis. Un besote y si necesitas consejo, avisa, no es que sea una gurú de la lactancia, pero a veces, la experiencia es suficiente!

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    1. De momento solamente puedo ponerme a estudiar la teoría y poner al mozo a estudiar también, que está muy entusiasmado con 'El libro de la teta' (lo ha rebautizado, que le vamos a hacer). Supongo que la lactancia no será un camino de rosas pero es que creo que la lactancia artificial tampoco iría conmigo. Me explico: levantarme a las 5 am a preparar biberones.... o a las 3am... o a las 7am.... Entre que no me gusta estar fregando, esterilizando, enrasando, hirviendo.... (bueno, eso me gustaba en el laboratorio, pero no es lo mismo!!!) y que la teta te la puedes llevar contigo a cualquier parte pues me parece a mi que hay que hacer todo lo posible para conseguirlo. Y tranquila, que si tengo dudas ya os consulto, jiji. Todo sea por lograr una lactancia satisfactoria ^_^.

      Un abrazo :)

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  2. Mi marido me regaló ese libro y, la verdad, no sé si sería por las hormonas, pero me resultaba entre cansino y pesado-repetitivo. Con lo que me gusta la forma de pensar de Carlos González! Veía más fácil hacerlo como lo sentía, como lo veía lógico. Sale solo.
    Los problemas surgen cuando te empiezan a comer la moral (tú no tienes leche, tu leche no alimenta, el niño tiene hambre porque pide cada dos por tres... dale un biberón que lo vas a matar de hambre... no te empeñes en lo que no puede ser...). Si de verdad hay un problema, se busca solución en manos de PROFESIONALES de lactancia, no de caca-de-la-vaca-profesionales-de-chichinabo.
    Todas las mujeres tenemos tetas para amamantar a nuestros hijos. Eso es así desde el principio de los tiempos: somos mamíferos!. A veces me pregunto cómo ha llegado hasta aquí la humanidad si antes no había biberones ni historias...

    Una amiga me decía: "confía en tu instinto". Tenía más razón que una santa. Tienes que escuchar a tu cuerpo, a tu bebé y conectar. Parece un rollo místico jajaja. Pero se puede hacer y cuesta porque nos roban ese instinto desde que somos niñas (tú serás femenina, te casarás con un hombre de bien, harás tus labores/trabajo y parirás a tu prole que harás crecer... Todo con miles de productos mágicos, a buen precio (o no), que te harán la vida más fácil...). Entro ya en temas de consumismo, machismo... bla bla bla... Lo de siempre. Ainssss....

    Cómo me enrollo y me voy por los cerros de Úbeda! Total, si lo que quería decirte es que me parece fabuloso que os estéis empapando del tema. Saber es poder :)

    Un abrazo!

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    1. A mi lo que me gusta del libro es como va desmontando todos esos falsos mitos que 'comen la moral': que no te coman el coco con el biberón, como se regula la producción de leche y por qué es importante dar a demanda (porque no es un capricho pensado en contra de las tomas cada 3 horas), la razón por la que se siguen recomendando esas cosas (me encantó ver reflejados a los nenes de 1900, ricos, sin amas de cría disponibles y con todos los pediatras volviéndose locos para que sus clientes no se muriesen a base de inventar fórmulas y más fórmulas)... Claro lo que se puso en marcha hace 100 años (que se dice pronto) no es aplicable ahora, con las circunstancias de ahora. Y además, puede que ciertas personas tengan que aplicar esos conocimientos de hace 100 años por su situación concreta (si la madre muere y el padre queda solo, obviamente no va a tener tetas con las que amamantar a su bebé y, ole que exista tecnología para sacar adelante a esos niños) pero a lo mejor no es mi situación, que me voy a quedar en casa con la prole.

      Y si, saber es poder. La mejor herramienta que puede tener el ser humano ;p

      Un abrazo :)

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  3. Hola! Yo también leí el libro y sirve para empoderarge ante comentarios antilactancia. He de decir que yo soy pro-lactancia materna 100% y bollito y yo llevamos casi 16 meses de "feliz" lactancia.
    Feliz entre comillas porque el establecimiento de una buena lactancia a veces sale rodado pero a veces no, depende mucho de los profesionales que te rodeen en el momento del parto y en los dias/semanas posteriores. Yo pasé por grietas, obstrucciones, mastitis, dor con la ovulación...
    Y no desistí porque es taaaan bonito y especial lo que siento cuando amamanto a mi cachorra, que lo pasaría una y mil veces.
    Al contrario que Luli, yo pienso que la lactancia es lo más rápido y fácil y para nada me parece engorroso. Yo no tengo que recordar sacar las tetas de casa por si le da el hambre, ya vienen conmigo y siempre a punto! ;-)
    Lo que sí te recomiendo, si tienes intención de dar LME, que no hagas caso a los biberones de apoyo y que busques un grupo de apoyo a la lactancia al que acudir, cuando se es primeriza viene muuuy bien tener al lado gente que te apoya y con conocimientos sobre el tema y si puedes, asiste a alguna de las reuniones antes de dar a luz. Tienes la Liga de la leche, multilacta.... En internet seguro que encuentras algún grupo cercano.
    Y como dice Luli, si necesitas algo.... Nuestra experiencia a lo mejor te puede ayudar! ;-)

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    1. Yo espero no tener mayores problemas. Además, en mi entorno más cercano, mi madre que es la que más podría afectarme es pro-lactancia a muerte así que por su lado tendré apoyo. Hoy hablábamos del tema y me ha dicho que hay muchas formas, que al principio a ella también le dolió un poquito pero que enseguida me enganché bien. Y que además hoy en día hay cremitas para mantener bien hidratado el pezón y que no hace falta estarse lavando a cada segundo.

      Lo de las cremas es otra duda. Leo que no son necesarias pero todas mis amigas que amamantan coinciden en que, necesarias o no, a ellas les alivia muchísimo, sobretodo al principio de instaurar la lactancia.

      En cuanto tenga a la Habichuela en el plano físico, si me surgen dudas, os bombardearé!

      Un abrazo :)

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    2. Las cremitas a las que se refieren es al purelán, lanolina, que se aplica en caso de que haya grietas. Si no hay grietas no hay que untar nada en el pezón y mucho menos lavarlo en cada toma, lo único que se consigue es resecar la zona. Con la ducha diaria es más que suficiente.
      Nota importante: me lo dijo una chica con la que Coincidí en la matrona y se me quedó grabado a fuego, "dar el pecho no tiene que doler, si duele es que el bebé no se engancha bien". Aunque hay matices para esta afirmación, en general es así, una vez que bollito se enganchó bien, ni las grietas me molestaban. Por eso te digo que los grupos de apoyo a la lactancia están muy bien porque te dicen in situ si tu bebé engancha bien o no, si tú le pones en una buena posición (muy importante también) y te dan soluciones para que tu bebé y tú encontréis esa conexión tan especial, porque otro motivo de molestias y malos agarres es el frenillo, algo que también te ayudan a descartar.

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    3. No, no, nooooo.... las cremas de lanolina (como el Purelán) NO deben aplicarse si hay grietas. ¿Cuándo tienes una grieta en la piel (una heridita) te pones grasa encima? No, verdad? Pues eso. Lo mejor para las grietas es lavar con suero y dejar secar al aire, como si fuese una herida normal.
      Estas cremas hidratan y crean una película pegajosa en el pezón, que lo que hacen es que no se te pegue la costra a la ropa/discos de lactancia.
      Yo tuve ampollas/grietas y me ponía Purelán (por recomendación de la matrona) y no notaba gran cosa. Sólo que ponía la ropa perdida, jiji.
      Para hidratar en caso de sequedad, vale. Para grietas no.

      Hobbita, por lógica-fisiológica (tú que eres veterinaria algo sabrás de medicina)

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    4. Lo de que el purelan mancha la ropa, da fe mi amiga, jiji. No hay día que no lo deje caer.

      Eso si, nosotros (vets) en heridas si que ponemos ciertas cremas cicatrizantes para ayudar, sobretodo en grandes extensiones (quemaduras, heridas que no podemos suturar, etc) así que, mientras sea una crema preparada para el asunto (quicir, nada de echarse pasta de dientes mentolada) se pueden utilizar. Otra cosa es que sean heriditas tan pequeñas que no se note la mejoría pero créeme, en grandes extensiones de piel afectada, más vale echar pomadas para que no se te deshidrate por ahí el paciente.

      Por cierto, que un remedio casero es la miel. No veas como cicatriza (yo no me lo creía hasta que lo vi/probé con mis propios ojos en un paciente desahuciado y sin recursos en el que era eso o la bolsa). Eso si, si el purelán pringa, la miel ni te cuento (y ya con pelos es apoteósico) xDDDD.

      Un abrazo :)

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  4. Como bien has dicho aprenderte la teoría es divertido, pero cada niño es un mundo y al final lo que aplica es el trato diario. Por muchos libros que leas, muchos vídeos que veas, muchas cosas que te digan... Lo único que vale es el día a día con él, equivocarte, aprender y rectificar. Y eso se consigue con el tiempo. Besitos

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    1. Mis amigas de momento son solo uni-madres, pero ya me han dicho personas más mayores que lo del 'manual de instrucciones' no sirve. Que cuando te has aprendido el del hijo mayor, llega el pequeño a la vida familiar y hay que reescribirlo entero xD.

      Un abrazo :)

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  5. Claro que si, que no sea por no estar informadas. Luego, en función a como se vaya desarrollando la crianza, tendremos que ir adaptandonos. A mi me ha gustado mucho el libro. Hay aspectos en los que discrepo un poco pero en líneas generales creo que viene muy bien leerlo durante el embarazo. Es más, no descarto leer otros libros escritos por este pediatra.

    Un besote.

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    1. Yo ya me he leído tres y me han gustado. Por supuesto, hay cosas con las que no comulgo pero es normal (nunca creí en los gurús) y se que una cosa es la teoría y otra la práctica pero ahí estaremos,despacito y buena letra!

      Un abrazo :)

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  6. Me alegro mucho de que se te vaya quitando el miedo ;-).
    El libro llegado el momento, que parece que quiere llegar pero no llega, me lo quiero leer e intuyo que habrá cosas a mi entender acertadas y otras no.

    La vida no se puede resumir en un manual.

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    1. Si! Además mañana tengo la ecografía de las 20 semanas y tengo muchas ganas de que me digan que todo va estupendo, que tiene los dedos donde los tiene que tener, el corazón estupendo, el digestivo, el urinario....

      El libro está bastante bien y es interesante, pero lo de siempre: no te lo tomes como una Biblia porque no lo es. Es la opinión de este pediatra y el como él hace las cosas. Yo por ejemplo sigo con mis dudas respecto del colecho y este hombre lo defiende a muerte. Pero eso no quita para que la parte de la alimentación infantil me guste mucho como la trata.

      Y no, la vida viene sin manual de instrucciones, hay que irla escribiendo sobre la marcha :)

      Un abrazo :)

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