lunes, 24 de julio de 2017

Preparando cuarto de Habi (I)

Cuando nos mudamos a Mordor lo hicimos principalmente por su única cualidad: tiene chopocientos metros cuadrados. Ahora bien. Desde que nos mudamos a Mordor, hace ya casi un año, la casa nos ha puesto a prueba en inumerables ocasiones. 

Y es que Mordor es un mausoleo. El mausoleo de mi padre. Entre que es una casa de la que no tengo buenos recuerdos, que la disposición no nos gusta, que no le da la luz así la mates (miento, le da la luz justo cuando NO quieres que le de la luz >_<) y que está preparada al uso y gusto de mi padre, Mordor desespera. 

Mi padre. Poco he hablado de él y creo que aun no estoy preparada para explicar mucho sobre él. Sin embargo es necesario que os cuente algún pequeño detalle para que comprendáis lo que significa pelear contra Mordor. 


Mi padre era un coleccionista. En mi fuero interno creo que iba destinado a ser un futuro diógenes pero la Parca (y su obsesión por el orden) lo sorprendió antes. Disculpad que sea bruta pero con mi padre o me lo tomo con ese humor negro que le caracterizaba o acabo contando dramones y no es plan. 

¿Qué coleccionaba? Cosas. Así, en general. Comics, antigüedades, esculturas, cuadros, grabados, libros, revistas... y una inmensa colección de vídeos. Vídeos que grababa él porque su hobby consistía en prepararse cada semana un horario con todas y cada una de las películas que iba a grabar (y jamás ver) en los huecos de las cintas que tenía empezadas. Así que, cuando se murió, me encontré con una inmensa colección de 2000 cintas de vídeo VHS, que yo no tenía vídeo y que no las quería para nada en la era en la que en Internet ya está todo. Dos mil y pico cintas de vídeo con dos o tres películas por cinta. Haceos una idea del diógenes intelectual y cinéfilo de mi padre. 

¿Cómo organizaba mi padre su videoteca? Con estantes de pladour a medida por el salón. Con estanterías a medida detrás de las puertas. Con armarios empotrados reconvertidos a almacenes de vídeos. Con altillos en los que cabían exactamente tres filas de cintas. Con cuartos enteros reconvertidos en estantes y más estantes.... 

Y luego estaba su obsesión por el espacio. Aprovechar cada rincón. Diseñar muebles a medida que luego encargaba para que se los hicieran y quedaran por los siglos de los siglos empotrados en el hueco que él había destinado para ese mueble. Muebles muy buenos, pensados con gusto, pero que no puedes mover de sitio. Las habitaciones que mi padre tocaba quedaban automáticamente marcadas con su esencia: maderas pesadas, muebles recios y una única utilidad: almacenar y no tocar. 

Así que lo que me voy encontrando cada vez que quiero darle utilidad a una habitación es que la tengo que tirar abajo entera y comprar todo de cero. ¿Y que me encuentro cada vez que hago eso? Con gotelé sin quitar (porque nadie podía mover semejantes muebles) que me toca reparar, y toca pintar, y el parquet quedó acuchillado justo hasta el mueble pero nunca se pudo levantar para reparar por debajo porque cualquiera de sus diseños aprovechaban al máximo el espacio vertical: hasta la última rendija del techo. Y luego esos muebles, feos de grandes, pesados, que cuesta la vida desmontarlos sin morir en el intento ni matar una Habichuela (o una Hobbita preñada)....

En definitiva: se necesita tiempo y alguien que se quede en otra zona controlando a Habi.Y no lo tenemos. Por lo tanto, un año después, el futuro cuarto de la niña sigue siendo un almacén inmundo en el que solo puedes echar cosas y esperar a ver si otro día tienes más suerte para despejarlo.

El cuarto de Habi almacén

Y en esa tesitura estamos ahora: que necesitamos con urgencia un cuarto para la niña pero no tenemos forma porque su espacio es un almacén. El lunes nos dedicamos a intentar vaciarlo, a recolocar cosas en otros sitios, en decidir lo que es basura y lo que no. Por enésima vez sacamos varias bolsas de cosas que decidimos que es mejor tirar. De momento el mueble horrible que se come la poca luz que tiene la casa se queda porque no tenemos tiempo ni forma de empezar a desmontarlo con seguridad. Y de momento lo único que hemos hecho ha sido despejar, ordenar, recolocar y dejar diáfano el suelo para echar allí un colchón sobre un somier.

Tras una tarde de trabajo, cosas para tirar arrimadas a una pared, cajas, cosas reamontonadas...

Vamos, que el cuarto de Habi (mi antiguo cuarto) sigue siendo un almacén sin posibilidad de personalización y con ningún aspecto de estar destinado a un bebé pero es lo que hay. Al final hasta el viernes no hay canapé pero en nuestra desesperación hemos separado las camas (y el matrimonio) y tengo al Mozo en modo japonés tratando de dormir a la Habichuela por los suelos mientras yo trato de descansar en una cama individual en nuestro dormitorio (dormitorio también creado por y para el gusto de mi padre). 

Hacer un cambio en Hobbiton era una odisea por la falta de espacio. Hacer un cambio en Mordor es una odisea porque no puedo dejar de pensar en que es una tumba faraónica. Esa es la realidad. Vivo en una tumba egipcia llena de trampas mortales, en la que cada vez que intentas desmontar una cosa te atacan baldosines, muebles gigantescos, cortes de luz o polstergeist cagones que se cargan cisternas, ordenadores y electrodomésticos varios (por cierto, casi os quedáis sin Hobbita de nuevo el fin de semana porque se volvió a morir mi ordenador).

(Continuará....)

¿Cómo lleváis las mudanzas? ¿Y las reformas? ¿Alguna vez se os han solapado mudanzas tardías con reformas eternas?


12 comentarios:

  1. La llevo gracias jajaja. Empezaron la semana pasada pero sólo fueron lunes y martes. A nuestras regalías los albañiles han respondido con que ya hoy empezaba el electricista la reforma del cuadro eléctrico. Ánimo hobbita nosotras podemos!!
    Un besito

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    1. Podemos, podemos! Lo malo es q el Mozo se me desanima y mira q le digo que yo tardé 4 años en transformar Hobbiton!

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  2. Madre mía vaya odisea, para nosotros la mar de interesante que lo vemos (leemos) desde la barrera XD

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    1. Va tomando forma. Ya tenemos canapé y el cuarto del Mozo despejado para reconvertirlo en almacén y gimnasio xD. Toma ya. . Gimnasio! 😂😂😂. A el le hace ilusión llamar así al zulo, jaja!

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  3. Pon un anuncio de que regalas dormitorio a condición de ir a desmontarlo y llevárselo. Igual tienes suerte y alguien te quita el trabajo pesado.

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    1. Eso hacía en Hobbiton lo q pasa es que en esta ocasión queremos reaprovechar algún módulo así q lo iremos desmontando por partes y lo q no queramos, se baja (lo bueno de Mordor es q tiene ascensor). Hoy a ver si despejamos tuppers varios y reorganizamos maleteros de armarios.

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  4. Hola.
    Estoy con el anterior comentario, o te pones en contacto con un sitio de segunda mano, traperos...o en Wallapop o Vibbo y lo pones barato o gratis pero que vayan a por ello y te lo desmonten...
    La verdad es que es problemático, pero mejor hacer el esfuerzo antes que llegue #2.
    Suerte, y como va esa tripa??

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    1. La tripa va creciendo, los sintomas remitiendo y la operación destete nocturno biento en popa! Así q esto es cuestión de un poco de tiempo 😁. Tengo fe!

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  5. Uuff... Qué pereza el tema reformas... Yo estoy ahora mismo metida en medio de una minireforma/mantenimiento/pintura y estoy hasta el moño (y acabamos de empezar...). Así que mucho ánimo y a no hacer pereza, que si no, se eterniza y es peor.
    Aaiisss... Qué ganitas de verlo todo recogido,por favor!

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    1. Pues recogido no está. Seguimos recolocando cajas y cosas. No tiene visos de acabar nunca >_<

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  6. Cuanto tiempo y cuantas cosas han sucedido desde que no paso por el 2.0.
    Te quedan meses por delante y algo habéis avanzado, tengo muchas ganas de ver el resultado

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    1. Bueno, pero tu tienes línea directa con villa Mordor y te voy actualizando más o menos en tiempo real xDDD

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