jueves, 31 de mayo de 2018

La depresión postparto. Sintomatología en primera persona

Como os contaba en ESTA entrada, me han diagnosticado la temida depresión postparto y aquí sigo, lidiando con la bestia (con mucho más éxito que al principio, he de decir).

Y todo esto me tenía bloqueado el blog. Porque tengo muchísimas cosas de las que hablar pero, ¿como iba a hablar de ellas sin contar lo que realmente estaba pasando por esta cabecita hobbita de bien? Así que, pese a tener entradas escritas, decidí no publicar nada hasta que estuviera preparada para hablar de la depresión postparto en primera persona. Y eso estoy haciendo ahora mismo. Ante todo, disculpad si el post queda extrañamente redactado puesto que es un tema complicado desde el punto de vista personal. Este es un post muy íntimo, de una enfermedad que no le deseo a nadie pero que está ahí. Que todas podemos pasar y que se sale. Yo aún no, pero desde luego estoy mucho mejor que al principio. De ello dan fe unas cuantas amigas blogueras virtuales (¡hola Ariel! ¡Hola Soñadora! ¡Hola Hisosaki!) y reales (hola Hirosaki, again! ¡Hola Amiga con conocimientos!:p)...

A lo que voy. Este va a ser un post muy personal, probablemente un poco fuertecito en lo que voy a decir y me encantaría no acabar recibiendo como reciben muchas madres cuando hablan de este tema. Supongo que es algo a lo que me expongo pero necesito sacarlo fuera. De nuevo, incidir en que me da la sensación de que son enfermedades con tratamiento a largo plazo y que no me van a dar el alta en bastantes meses (aunque me encantaría que me dijeran que esto en dos telediarios se cura). Que podría hacer un compendio de datos y más datos sobre que es y que no es la depresión postparto y daría un poco igual porque es una información que tenéis a golpe de google en cuanto queráis. Lo que voy a contar es como me dio a mi, mi sintomatología, mi saber 'que algo no va bien' (creo que ya se intuía en el post que hice sobre el babyblues) y el sentimiento de culpa, o más bien rabia, por no saber salir del pozo. Por supuesto yo recomiendo que, si alguna de las que leéis el blog os sentís identificadas con algunas de las situaciones que voy a relatar, pidáis cita con vuestro médico de cabecera. Porque puede no ser DP o puede serlo. Y si lo es, es peligrosa y tenéis que estar en seguimiento por el sistema de salud.

Y sin más dilación, vayamos al lío.


En mi opinión todo empezó en el parto. En opinión de mi matrona, todo empezó en la semana 20, cuando me dijeron que parecía una placenta acreta y me preocupé. En la opinión de mi Amiga con Conocimientos, el poco apoyo del Mozo hacia el final del embarazo tampoco es que ayudara mucho. El caso es que, como yo creo que empezó en el parto, partiremos de ahí.

El parto empezó y se desarrolló bastante bien hasta que me ingresaron, como ya os conté. Aguanté y controlé perfectamente el dolor hasta los 5cm de dilatación pero entonces empezó la odisea con el equipo médico. Me puse la epidural, no cuando yo quería, si no por presión del equipo (no te muevas, debemos monitorizar el bebé, tienes que quedarte tumbada bocarriba, no puedes usar más la ducha, no puedes usar la pelota porque el monitor pierde el latido del bebé si te mueves, no puedes caminar.... ¿He dicho ya que no te puedes mover? Pues haberte ido a otro hospital, maja, etc, etc, etc). Digo que creo que empezó en este momento porque, efectivamente, escribo sobre ello, hablo sobre ello, recuerdo sobre ello y me emociono para mal. Vamos, que si no me controlara ahora mismo estaría llorando cual magdalena (que por otro lado, a lo mejor es lo que debería hacer y dejarme de tontadas). 

Una vez puesta la epidural, ya en litotomía y con el desfile de estudiantes, desconecté de mi parto. Me pelee un poco bastante para evitar entrar en la cadena de intervenciones, consentí rotura de bolsa para que me dejaran en paz (pero sentí mucha presión al tomar esa decisión), dormí un poco y cuando volvieron a examinarme tras la rotura de bolsa ya estaba en completa. Pujé como pude. Me estresé muchísimo porque no sabía si me iban a hacer episiotomía o no.... En mi opinión no debí sentirme como me sentí (y de hecho, cuando me quedaba a solas con la residente de matronas, ella era capaz de aportarme mucha paz pero claro, no podía hacerlo cuando su jefa estaba delante) pero es algo que ya no puedo cambiar. Pasó y yo no fui capaz de reconectarme.

Cuando me pusieron a mi Pulga encima, reconozco, y me duele muchísimo escribirlo, que no sentí nada. Todo lo que esperaba sentir no ocurrió. No hablo de exceso de expectativas. Hablo de ausencia total de emociones. Allí estaba ella. Me acuerdo perfectamente de su carita, de como se aferró a mi. La cara del Mozo, tan contento y fascinado (él si que disfrutó mucho el parto y se nota cuando lo cuenta), el R1 al que dejaron cosiéndome. Y mi ausencia completa de sentimientos. No me recuerdo cansada. No me recuerdo harta. No me recuerdo feliz. Ni triste. Simplemente recuerdo estar ahí, como expectante. A ver cuando nacía mi bebé...

... 

A ver cuando nacía mi bebé. 

Este es uno de los primeros síntomas que tuve y ahora que lo hablo con la psicóloga puedo ordenar las ideas. Creo firmemente que mi DP empezó a manifestarse ahí. Esto se llama trastorno diferido y viene a ser que, aunque el acto X haya pasado, para el sujeto (osea, la hobbita aquí presente), dicho acto no ha ocurrido. 

Y ahí estaba yo. Con un bebé en brazos, del que no me separaron ya en ningún momento, y con la terrible sensación de que aún tenía que nacer mi bebé. Y, como idiota no soy y como, afortunadamente, no hemos pasado de depresión postparto a psicosis postparto, yo sabía perfectamente que el parto que esperaba no iba a ocurrir porque ya había ocurrido. 

Todo esto suena mogollón de loco. Lo se. Creedme que lo se. Sin embargo, no puedo cambiar lo que se siente y lo que se piensa y a día de hoy sigue asaltandome la sensación de que estoy embarazada y algún día tiene que llegar mi bebé. Que estoy cuidando al bebé de otro.

Hasta aquí, todo relativamente correcto pero con ese punto to loco de 'bueno, a ver cuando nace mi bebe'.

Entonces empieza una época como muy automática. Se como dar de mamar, se como cambiar pañales, se perfectamente como portear... Y se me da bien (oye, que no es que no tenga abuela pero lo cierto es que, nos guste o no, se me da bien) pero lo hago con tedio. No es odio pero si que, de nuevo, aparecen en mi cerebro señales de: 'Hola, algo no está yendo como debería Hobbita. ¿Y si pedimos ayuda?'. 

Como me tocaba ir a la matrona, pues le comenté estas cosas. Llanto repentino, muchos problemas para dormir, para comer, la sensación de que algo no iba bien... Todo muy vano, muy relativo. Yo misma lo contaba y me decía:

- Joder, es que no estoy siendo capaz de explicarlo.

Pero es que no había forma de explicar una simple sensación.

Ahora recuerdo como, cuando diagnosticaron onfalitis (infección del cordón) a la Pulga, no me dio un vuelco el estómago, no me afectó. Simplemente pensé. 'Vale, la curaré como una buena enfermera y si hay que ingresarla, pues mala suerte'. Y esto ocurre porque no hay vínculo. Digamos que yo, como veterinaria, si diagnostico una insuficiencia renal puedo llegar a empatizar con el dueño del gato al que he diagnosticado la enfermedad pero cuando diagnostiqué a mi gato... ¡ay, amigo! ¡Ahí el sentimiento fue otro! Pues con la Pulga, nada. No había emoción.

Y empezó la ansiedad durante la noche. El momento de irnos a dormir se empezó a convertir en crítico. El Mozo y yo nos hemos separado a las niñas. Él se encarga de Habi y su hiperactividad nocturna y yo me dedico a la Pulga. Y está muy bien sobre el papel porque las niñas no se despiertan la una a la otra, dormimos más anchos pero tiene una contrapartida importante: me quedo a solas con el bebé. Y la ansiedad crece porque el vínculo que tendría que sentir no llega. Porque en mi cabeza ese NO es mi bebé. No lo siento como tal. Y según pasan las noches y crece el hastío a tener que cuidar de esa cosita redonda que no para de demandar y que no es mía (entiéndase desde mi cerebro hormonado, obviamente el bebé es mío). Y una noche que se estaba haciendo eterna porque no dejaba de llorar y no había forma de consolarla, me senté en la cama. A lo indio. Con ella entre mis piernas llorando desconsoladamente. 

Y traté de hacerla callar. Y obviamente no lo conseguí así que procedí a darle la vuelta para mirarle a la cara y preguntarle: 

- A ver, Pulga. ¿Que puñetas está pasando aquí? Como podemos ayud.....

Y ahí tuve mi primera (y de momento última) alucinación. Porque en mis manos no había un bebé. Tenía en mis manos una enorme cucaracha. Gigantesca, asquerosa y con unos ojos alienígenas que, os aseguro, daban mucho miedo y mucho asco. 

Y lo tiré. Solté al bebé y me puse a gritar como una loca porque había un bicho enorme en mi cama. Llamando al Mozo a gritos mientras mi bebé gritaba como una loca (afortunadamente, la tiré sobre la generosa cama de dos metros que tuvimos a bien comprar, ya que nos mudábamos a una casa gigante). 

Escribo esto y de nuevo, la emoción. Porque, aunque no he vuelto a alucinar, recuerdo perfectamente lo que vi, como lo vi y me sigue despertando el mismo miedo y el mismo asco. Y recuerdo al Mozo llegando al cuarto, con Habi detrás, en plena noche, y decirle que se la llevara. Que por favor, se la llevara lejos. Y el Mozo, sin mediar palabra, cogió a nuestro bebé y se lo llevó mientras yo lloraba mucho. Cuando ya no quedaban lágrimas pero si mucha angustia, me puse tapones, cerré la puerta con cerrojo y traté de dormir, pensando que a lo mejor todo era falta de sueño. Lo que pasa es que lo miraba también desde fuera y veía que esto se estaba yendo mucho de las manos. 

La cosa se juntaba con una recuperación física no muy buena y, desde luego una NO recuperación mental. Así que así estaba la familia. A una semana de que el Mozo se reincorporara y con la vida de todo menos engranada. 

Y el Mozo se reincorporó y con él, aumentó mi ansiedad cuando me quedaba sola con las niñas. La hobbita zen que conoce todo el mundo, que relativiza y trata de ver todo en perspectiva y con humor, estaba secuestrada y había sido colonizada por un ente pelín pirado y bastante enajenado que lloraba por las esquinas y tenía bastante poco autocontrol. Y yo, AKA, la Hobbita, desde mi secuestro mental, era perfectamente consciente de que esa otra persona, no solo estaba en mi cuerpo, si no que estaba A SOLAS con mis hijas. Con mis bebés. Y aunque también suene muy loco cuando lo cuento, el sentimiento es de mucho miedo. Porque yo no estaba ahí con ellas. Con mis niñas estaba otra.

Vale. Bien. La Hobbita ve que esto se desmadra y decide que no se va a quedar sola con las niñas. Lunes, miércoles y viernes, me apunto a unas clases de gimnasia postparto con bebés. Martes y Jueves, aviso a mis amigas AM y C, les cuento de que va la vaina y quedamos por el centro comercial a pasar la mañana. Los medios días me quedo sola pero bueno, es poco tiempo hasta que llega el Mozo y suelen estar dormidas.

Entonces, os pongo en situación, llegan a los Madriles unas cuantas semanas de lluvia, frío, viento... Y la Habichuela está inmersa de lleno en los terribles dos. Esto significa que es como una olla express con demasiada presión. Y yo, que ya me lo se, tengo desde hace tiempo una forma de enfrentarme a las rabietas que funciona bastante bien. Siempre y cuando yo me mantenga zen. 

La fórmula de la cocacola no es otra que evaluar en un nanosegundo si la cafrada que mi primogénita va a realizar incluye o no un peligro a vida o muerte o una incomodidad gorda manifiesta. Si la respuesta es SI, la cafrada no se hace. Si la respuesta es NO... pues mira, que la haga y vamos a ahorrarnos el berrinche. 

Entre esas cafradas infantiles están el andar descalza por la calle a paso de tortuga, escaparse de los enganches del carro, surfear el carro (quicir, pasear de pie en la silla)... Cosas que pueden estar mal vistas a ojos de las suegras y abuelas varias pero que, sinceramente, no me voy a pelear por ellas pudiéndolo evitar. 

Pero hete aquí que empezó a llover y llover y llover como si no hubiera un mañana. Y yo tenía que ir a la gimanasia postparto y volver de allí. Que aunque está en Mordor, me pilla a unos 40 minutos andando de ida y lo mismo de vuelta A MI PASO. Ya al de la Habichuela pues calculad. Y llueve. Y mi Maclaren es muy ligerito pero no se puede conducir bien con una mano, así que, Hobbita (y por lo tanto Pulga) van sin paraguas. Yo me ponía el portabebés, me embutía en mi Liliputi, le ponía a la Pulga la capucha, sentaba a la Habichuela en el carro con mucho esfuerzo, la ataba, le ponía la burbuja y a las calles.

Y entonces pasa lo que todos estais esperando: la Habichuela logra zafarse de los enganches, se pone de pie dentro del carro, intenta cargarse la burbuja, logra desengancharla, se intenta bajar en marcha mientras yo (o más bien el ente que me posee) le grita como una loca, se despierta la Pulga, que empieza a gritar, se curva como la niña del exorcista y se cabrea porque se moja... Todo muy desastroso. Y una señora que se para, me mira con bastante asco (o así lo percibo) y me suelta:

- Oye mira, perdona. Es que se te está mojando el bebé. 



Que llegas a casa histérica perdida, con dos crías mojadas, cabreadas y llorando. Y acabas gritando tú más. Y llorando a lágrima viva. Y así un día y otro día y otro día...

Y uno de ellos, la Habichuela parece casi dormida pero se te despierta justo al entrar en el portal. Momento en el que el pequeño bote de nitroglicerina que llevas encima AKA La Pulga, se pone a gritar. Y ahí vuelve la tipa ansiosa y violenta. Y ves, desde fuera, que esa tipa está absolutamente fuera de control, gritando a la una, a la otra, las dos llorando. Y que encierra al bebé en un cuarto para no oírle (aunque vaya si lo oye) y se queda sola con la Habichuela. Con tu Habichuela. Y no puedes controlarla. Y no me siento en absoluto orgullosa pero la zarandeé con todas mis fuerzas para que se callara, la grité y, cuando conseguí recuperar el control, simplemente la dejé caer y me encerré con el movil. Llamé al Mozo extrañamente relajada (lo pongo en cursiva porque de relajada nada) y solo le dije:

- Ven. Ya.

Y el Mozo soltó el teclado y voló hasta casa. Cuando llegó ya las había dormido a las dos y estaba en un sillón, echa una bolita, llorando. 

Pedí cita por el privado a una psiquiatra, a mi médico de cabecera y a la matrona. 

La psiquiatra estaba, directamente, loca perdida. Que todo iba bien hasta que me dijo:

- Mira, a ti lo que te vendría bien es la biocuántica, que casualmente soy la única persona de España que tiene el máster y que te lo puede hacer. 

-_-

- Que tu y yo somos científicas y, te explico. Lo que hacemos es coger la energía que corresponde a cada cuerpo y volver a colocarla allí donde le corresponde, que ahora tienes la energía un poco descompensada.

-_-

- Y esto lo logramos poniendote una máquina en los tobillos y agitamos así (vease a la tipa agitando los puños y yo me imaginaba a mi misma bocabajo agarrada por los tobillos con grilletes) y ya está. En unas sesiones, arreglado. 

-_-

Salí escopetada de la consulta con mi papelito para psicoterapia, por favor, que como que no me viene bien gastar mucho dinero ahora pero la tengo en mis oraciones señora.

La médico de cabecera me dijo que me tenía que citar con la matrona. 

Y estaba yo ahí, en mi casa, toda desesperada porque con la matrona no había citas hasta dentro de un puto mes, cuando me llamó mi doctora.

Que se había quedado preocupada y me llamaba para saber si había pedido la cita a la matrona. Le dije que si pero que hasta dentro de un mes, nada. Es cierto que me llamó justo después de otro episodio de pérdida de control y estaba al borde de la llantina. Y entonces dijo que no. Que tenía que verme antes. Que me pasara al día siguiente por la consulta. 

Y allí que me planté. Me pidió que le explicara todo, me pasó un test y dijo que tenía toda la pinta de ser una DP. Que me derivaba a psiquiatría con caracter preferente y que, hasta que me dieran la cita, a pasar revista cada dos días en su consulta. Y lo agradecí. Vaya si lo agradecí. También me dijo que en caso de brote, directamente a la Paz, que ellos ya me pasarían directamente a psiquiatría.

El carácter preferente se tradujo en que me daban cita para casi dos meses después y mi doctora consideró que no, que no podía ser. Así que se dedicó a llamar al centro de salud mental hasta que me consiguieron un hueco antes. Hasta entonces, martes y jueves tuve que estar pasando por allí.

Cuando me vio el psiquiatra, coincidió en el diagnóstico. Depresión postparto leve (porque al parecer, no estoy desconectada de la realidad y eso es bueno). Y me ve cada mes. El problema está en que esto es una montaña rusa:los días que tengo psiquiatra coincide en que estoy mejor anímicamente pero luego pasan dos días y me da un arrechucho importante. Uno de estos arrechuchos me vino en la consulta de la matrona que ha decidido averiguar que mas recursos públicos hay en Madrid y me consiguió una entrevista con una trabajadora social que no pilla demasiado lejos de Mordor así que bien. Y esa trabajadora y su equipo están trabajando conmigo y con el Mozo y me está buscando a ver que recursos hay para que pueda trabajar el vínculo con La Pulga.

Desde que estoy en manos de los médicos he de reconocer que me encuentro mejor. Pierdo el control y acabo a gritos, si, pero como dice Hirosaki, nada que no ocurra en un hogar español con dos bebés  medio xD. Sin embargo hay días en los que me embarga una tristeza infinita, pienso que esta casa estaría mejor sin mi y no tengo ganas de moverme de la cama. Y reconozco que si solo estuviera la Pulga, no saldría. Afortunadamente están en casa Habi y sus terribles dos y no hay huevos a quedarse encamada. Habi es perfectamente insistente y capaz de hacerme poner en marcha. Con mucha ansiedad, eso si.

Y así han pasado 4 meses. Cuatro meses con mi Pulguita que analizo y, ahora si me hecho a llorar, no he disfrutado ni un minuto. Yo, que disfruté cada segundo con Habi, que descubrí una Hobbita genial, que me lo pasé (y me lo sigo pasando) bomba, no soy capaz de sentir vínculo alguno con mi bebé. Y duele. Duele muchísimo.

Y una vez expuesto todo esto y con una congoja importante porque es terapéutico pero a la vez, significa desnudar una parte de mi que no me gusta un pelo, solo decir que, aunque parezca que no, estoy mejor que al principio. Que sigue existiendo ansiedad pero empiezo a disfrutar ciertos momentos, que he encontrado una tribu pequeñita pero maravillosa tanto virtual como personal. Brotes violentos como tal ya no hay aunque el miedo a que aparezca alguno creo que no desaparecerá en bastante tiempo. El miedo a volver a alucinar también sigue ahí.... Pero la mejoría es evidente, la verdad.

Así que lo dejo por hoy y a ver si os cuento un poco más de mi día a día como bimadre hobbita un poco menos zen pero aun así, divertida. 

60 comentarios:

  1. Decirte q me has dejado con los pelos de punta es quedarse corta..
    Perdon por haberte comentado en el post anterior lo de la autoexigencia...no tenia ni la mas remota idea de lo q te pasaba en realidad.
    Hoy me ha quedado claro con esta entrada q el problema es mas Grave q eso.
    Y se q no me puedo llegar ni a imaginar lo horrible q se debe de pasar.
    Espero q salgas lo antes posible de este infierno

    Gracias por haberlo compartido

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay nada que perdonar, mujer !La DP es una gran desconocida y aun habiendo leído nadie te prepara para sentir estas cosas. Son antinaturales, te sientes un monstruo que se te va a cabeza.

      Es ahora que empiezo a ver la luz cuando me veo preparada para hablar un poco de "la experiencia". Y aún así me cuesta y no se si podré contar todo.

      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Sos una valiente, sos una super mamá, que se enfrenta a lo que venga por amor a su familia. Que no se te olvide. Y gracias por ponerle palabras reales a un tabú. Que pase pronto, te mando un abrazo gigante y apretado!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! Me da la sensación de q va para largo pero espero no perder el terreno conquistado

      Eliminar
  3. Quiero añadir que las Hobbitas95%zen y demás mujeres de este país se merecen más apoyo y herramientas ante una enfermedad así. Que nuestra valiente heroína ha pasado un periplo de médico curiosote antes de que alguien dijera "oye, que esta chica esta tirando a mal, al igual necesita ayuda".
    Que una enfermedad sea invisible no significa que no exista. Control y apoyo en el puerperio para todas!

    Si necesitas chistes, te los cuento, pero para graciosa la que se ha liado en el congreso ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ains :'). Estás siendo uno de los pilares en mi recuperación. Lo sabes, verdad? 😊

      Eliminar
  4. Hay que ser muy valiente para reconocer esto públicamente. Sobre todo, porque no es lo que socialmente se espera de una madre. Si a mí ya me ha costado leer la entrada, no quiero imaginar lo que debe ser vivirlo en primera persona. Mi más sincero agradecimiento y admiración por dar un paso al frente y contar tu historia.

    La DP no es una enfermedad nueva, pero quizá sí sea una de las menos valoradas. Y a eso se le une la carga de culpabilidad porque ni se duda que una madre tiene que desvivirse por su criatura desde el primer momento. Y si no es así, es "mala madre", pero en pocos casos se plantea el que esa mujer pueda estar pasando por una depresión. La verdad es que es algo para pensar mucho. En esas circunstancias, por ejemplo, cobra mucho sentido la ampliación de la baja por paternidad.

    En fin, paciencia contigo misma y mucho ánimo. No se sale en dos días, pero en algún momento la dejarás atrás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que me habría venido genial que el Mozo pudiera ampliar la baja. Se ha cogido la lactancia, eso si, y ha pactado para salir antes del curro saltandose la hora de la comida así que por ese lado ,fenomenal. Pero lo cierto es que no se como habría sido sin el Mozo y espero estar bien en septiembre, q se acaba la lactancia :/.

      Eliminar
  5. Te vuelvo a comentar como anónimo, igual que hice en el post anterior. Ahora encerrada en la habitación. La bebe durmiendo; el otro todavía despierto jugando en el salón. Ni siquiera he cenado, se me hace un lindo pensar que preparar. Solo tengo ganas de llorar y soy una montaña rusa. No sé si llega a DP, pero ya he pedido cita con el médico. Mucha fuerza, verás como el tratamiento te saca de ésta. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro mucho de que hayas pedido cita. Oye, que si al final no es, pues no es, pero no vaya a ser que la maquinaria se tarda en poner en marcha. Y hay recursos públicos pero están escondiditos, los puñeteros :/.

      Con respecto a las cenas... Yo hay muchas noches que me tomo unos yogures con miel y frutos secos y a correr (tengo un post preparado sobre el malcomer con niños) .

      Mucho ánimo!

      Eliminar
    2. Hobbita, yo de nuevo. Muchas gracias por tus palabras. Quería hacerte una pregunta (no contestes si no quieres o no es adecuada, ya te digo que no estoy muy fina), te han puesto tratamiento? Es compatible con la lactancia? Un abrazo y muchas gracias por todo.

      Eliminar
    3. Si. Estoy en tratamiento psiquiátrico, compatible con la lactancia con ansiolíticos en un principio y posibilidad de aumentar hacia antidepresivos (que también son compatibles). También psicoterapia y visitas con la asistente social (con eso estoy empezando).

      Cualquier duda que tengas o tenga tu médico respecto a la lactancia, consultadla en e-lactancia.org. Ahí te dirá si es o no compatible con la lactancia y, si no lo fuera, las alternativas posibles.

      Eliminar
    4. Muchísimas gracias!!! ��

      Eliminar
  6. Hola Hobbita!Me encanta tu blog. Me he reído muchísimo con algunos de tus post. Me has ayudado sin saberlo en momentos de soledad como bimadre (vivo lejos de mi familia y no tengo tribu). Yo no he tenido depresión postparto, ni babyblues, y aún así alguna vez se me ha cruzado por la mente la posibilidad de hacerles daño a mis hijas. Rápidos flashes sin explicación. Como tú describes,algo primitivo, fruto de las hormonas. No eran frecuentes y desaparecieron con los meses tras el parto. Y eso que al igual que tú con Habi disfruté las dos maternidades en plan eufórico. Todos estamos al filo de este tipo de enfermedades. Eres muy valiente y admiro tu sinceridad. Estás luchando y poniéndole remedio que es lo importante. El tiempo pasará, mejorarás y serás todavía más fuerte (creo que ya lo eres mucho). Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras Espero que en un tiempo prudente vayan saliendo de nuevo posts humorísticos a tutiplen.

      Eliminar
  7. Hobbita querida, te hago llegar un gran abrazo virtual. Eres una valiente por compartir tu historia, por saber pedir ayuda a tiempo. En un tiempo volverá la hobbita zen, seguro canalizarás todo esto para mejor y hasta te veo escribiendo un libro contando como superaste tu DP. Es que escribes muy bien Hobbita!!!! Gracias por compartir la experiencia, por luchar contra el tabú. Estoy ansiosa por seguir leyéndote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que si, que es cuestión de tiempo. El psiquiatra me dijo que una vez estabilizadas las hormonas, queda estabilizar y recanalizar los mecanismos cerebrales q se han creado a partir de las vivencias generadas por el baño de hormonas pero que en esencia me ve mucho mejor que a otras pacientes . Así que en un tiempo esto se supera!

      Eliminar
  8. Ay..me has dejado de piedra, como lo debes haber pasado..Espero que muy pronto puedas volver a estar bien y a disfrutar de la peque. Yo no lo he pasado y no me lo puedo imaginar, me parece fenomenal que lo expongas aqui publicamente porque muchas deben pasar por ello y deben pensar que son bichos raros. Y lo que me parece fuerte es lo de los médicos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los médicos (excepto la psiquiatra privada) la verdad es q se han portado bien. La de cabecera estuvo muy pendiente, la matrona suplente también y ahora la asistente social está también muy pendiente. Y ya especialistas, el psiquiatra y la psicologa que me van llevando también están ahí.

      Eliminar
  9. Lo siento mucho y espero que te recuperes, se me han quedado los pelos como escarpias.
    Primero, muchas gracias por tu post porque es el mejor acerca de este tema, es sincero y está súper bien explicado, estoy harta de blogs de la “madresfera” recomendándome cremas pero no tratando lo importante.
    Y segundo, ya sé que mal de muchos consuelo de tontos, pero esos sentimientos de perder el control y no saber si vas a ser capaz creo que están presentes en casi todas a diferentes niveles, unas veces se gestionan peor otras mejor...así que no te culpes, es tan normal y natural como disfrutarlo.
    Estoy de acuerdo con tu matrona que empezó antes del parto y éste quizás fué el desencadenante, pero el tute que llevabas y (con perdón) el puto desastre que parece tu Mozo pues son granitos de arena que acumulan.
    Yo pasé muchimo estrés con el segundo embarazo por trabajo y porque vivo en otro país, lejos de la familia y a mi madre le diagnosticaron una movida q podía ser chunga pero al final nada...y fué completamente diferente al primero: uno buscado durante un año, el otro a la primera. Uno con ansiedad a q todo estuviera bien, otro un poco lo q explicas de “bueno...si va, va y si no también”. Pensamientos tipo “no sé si el segundo ha sido buena idea, no voy a poder...etc”. Estuve 42 semanas con el segundo y aunque dicen q es normal yo creo que estaba relacionado con que mi cabeza no “permitía” el parto porque no me veía capaz. Y la verdad tenía mucho miedo a desarrollar DP porque veía que las cosas se ponían rarunas. El parto horrible, acabó en ventosa y sin anestesia, atonía uterina, pérdida de sangre...pero yo tuve “suerte” y mi cerebro borró todo en 4 días...no voy a tener más hijos, ya lo pasé...chao.
    Pero no tuve el enamoramiento del primero, incluso una de las pocas cosas q recuerdo del alumbramiento es q el olor del bebe2 me repelía, cuando con el primero me olía a rosas y frutas. Así que como dices yo sabía lo que había q hacer, teta, piel con piel, mirar a los ojos...yo “pretendí” estar “enamorada” y después de dos semanas se me pasó, tuve suerte y me repetía q generar el vínculo poco a poco era tan normal como cualquier otra cosa. He tenido muchísima ayuda en casa de mi pareja y madre, que creo fué lo que me salvó de ir a más. Una noche de la primera semana medio sopa dando teta, agotada, dolorida, en penumbra, miré a bebé2 que estaba despierto y pensé “tiene ojos de diablo, me está mirando el diablo” :_( Una sensación horrible de querer salir corriendo...pero conseguí convencerme q era ilusión óptica/mental del cansancio y de la poca luz y que mejor le miraba los piesitos...
    El vínculo no es como el primero, pero me da igual, mis bebés están sanos y rechonchos. Ya seré “feliz” más adelante. Solo he pasado la cuarentena...y sigo con mucha precaución de no caer en espiral...cuando mi madre marche he asegurado nanny 3 horas al día y bebe1(22 meses) a guardería. Son solo 2 semanas así y luego mi pareja tiene vacaciones 6 semanas. Pero estoy aterrada de quedarme “yo sola”.
    Gracias por contar tu expericia y normalizar todo esto. Mucha fuerza

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, del mozo me quejo mucho pero es indudable que ha estado ahí, al pie del cañón. Al pobre voy a tener q deicarle un post con sus virtudes (q las tiene, y muchas!). La cosa está en que, efectivamente, no es el perfect y tampoco quiero q se nos vea como la pareja perfecta q no somos. Pero tampoco somos tan desastrosos! XD.

      Con respecto a lo del olor de bebé es super curioso! Porque Habi tenía un olor maravilloso y supercaracteristico y sin embargo la Pulga.... Nada. No huele a nada (de nuevo, ausencia total, en este caso de olor).

      Me da que pensar tus últimas palabras. Los ojos de diablo. Tuve esa misma sensación días antes de la alucinación... Que apenas estás pasando la cuarentena pero muchas de las palabras que utilizas las usamos las chicas con DP. Yo si te recomendaría una visita a tu médico de abecera y/o matrona por si acaso. Como decía a otra compañera si no es, genial pero si es, no mejora solo y suele ir a peor.

      Mucho ánimo!

      Eliminar
  10. Ah! se me olvidó...lo de la psiquiatra que te recomendó esa mandanga “cuántica” para denunciarla directamente. Cuanta gente habrá en situaciones delicadas que caiga y acabe peor.
    Y lo de la señora del comentario de la lluvia...mira...si le hubieses dado un buen paragüazo yo no lo definiría como “pérdida de control” si no como “premio por bocas, señora”. Te podía haber preguntado “necesita ayuda?, te aguanto algún bartulo para que te coloques?” eso o cállarse. Ni caso a gente impertinente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con la psiquiatra se me debió notar porque es q encima yo soy antipseudociencias.

      La seÑora merecía un paraguazo. Lástima que parte del problema fuera la falta de paraguas, jajaja!

      Abrazote

      Eliminar
  11. Sólo te digo lo que ya te he dicho siempre. Q aquí estoy y estaré cuando lo necesites, y que me gustaría estar más cerca para achucharle y echarte alguna manilla con las gordis. Un super abrazote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo se. Pero mira, a golpe de WhatsApp pues vamos conversando

      Eliminar
  12. Eres una valiente, primero por enfrentarte a ello, asumirlo y empezar a ponerle remedio y segundo, por hablarlo aquí, desnudando tu alma, todavía enferma. Que no te dé vergüenza, si estuvieras con gripe, no lo haría, una depresión es una enfermedad, y necesitas tratarla para curarte. Un abrazo gigante y hacia delante siempre!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me da vergüenza Me da susto. Porque los trolls pueblan internet, por si la Pulga lo lee mas mayor y no lo entiende, por si en unos meses me afectara leerlo a mi. Es como una sensación de salto al vacío del que espero que salga algo bueno.

      Abrazo fuerte!

      Eliminar
  13. Gracias de nuevo por contarlo. Sigue siendo un tabú y creo que queda demostrado cuando cuesta tanto que el servicio de salud empiece a tratarte.
    Espero que este camino que te queda por recorrer sea cada día menos cuesta arriba.
    Un beso enorme y mucha fuerza!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El caso es q el sistema ha funcionado lo que pasa es que a lo tonto van ya para 4 meses y las citas las habría tenido la semana pasada. Si no fuera por la cabezoneria de mi médico de cabecera q a base de llamadas y de pedir favores me adelantó la cita el tratamiento habría empezado supertarde.

      Eliminar
  14. Es muy fuerte y tiene que ser muy duro. Todos tenemos alguna vez pensamientos intrusos, esos en que nos vemos haciendo cosas terribles. Precisamente las cosas que más miedo nos dan. Tengo entendido que no hay que reprimirlos, si no dejarlos llegar y marcharse. Por lo que cuentas, es como si estuvieras enfadada contigo misma y te estuvieras castigando, desdoblada en dos personalidades. Deseo que mejores y puedas conectar con tu niña pequeña que es tuya y es preciosa. Ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uys. En este caso había que reprimirlos. No me apetecía acabar saliendo en las noticias :(.

      Estoy enfadada? Si. Siento bastante rabia interna. Me castigo? Quiero pensar que no, que se de que va la vaina, se que no es culpa mía, que hay una revolución hormonal que no permite que los mecanismos de supervivencia del ser humano se pongan en marcha y que estoy trabajando para que vuelvan a engranarse. Pero de la teoría al hecho, hay un trecho.

      Eliminar
  15. Hola hobbita , te mando un abrazo inmenso. A mí con mi hija tuve solo baby blues y por ejemplo ese olor de bebé nunca lo olí pero he disfrutado mucho de ella hasta hace tres meses que la han diagnosticado sospecha de TEA y yo.. pues no lo acepto ni lo supero ni se cómo llevar el día día... me agobio, no la disfruto nada, me da ansiedad estar con ella , no sé cómo llevar la situación y con sus rabietas exageradas que tiene me enfadan, me pone violenta y aunque no la he pegado si que he llegado a gritarla y siento que me salgo de mi, no me reconozco...y necesito ayuda para afrontar todo esto😌. Espero dar con la adecuada . Un beso enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Leí en tu blog lo de la sospecha de TEA. Como te dije (creo que te dije porque no se si al final pude comentar), no adelantes acontecimientos. Que le hagan las pruebas y si al final lo fuera, que sepas que hay diferentes grados dentro del TEA y que no deja de ser una característica. No es una enfermedad como tal si no una forma diferente de entender el mundo. Tengo dos amigos con asperger que se manejan perfectamente en el mundo en el que vivimos y que han sido capaces de rodearse de personas buenas que les apreciamos pese a que, a veces, desde fuera parezcan tipos extraños. Al final lo importante es que tu niña, tenga o no TEA, se rodee de personas que la entiendan. Tener un diagnóstico en una u otra dirección te permitirá entenderla como es.

      Animo :)

      Eliminar
    2. Ya le han hecho las pruebas y ha salido TEA , y el día a día es una lucha gigante. Cuando vamos a cualquier sitio y hay niños pequeños , se pone a gritar que no le gustan los niños y a pegar gritos ... ya no es una posibilidad es una realidad

      Eliminar
    3. Pues con esa realidad, ahora toca aprender. Como te digo, que sea TEA es una característica, un rasgo de su personalidad. Sigue siendo tu niña, meri, y aquí estaremos para lo que necesites. Abrazote.

      Eliminar
    4. Es un trastorno neurologico ... no es algo que se vaya a pasar , no es una etapa como cuando está con pataletas pero sabes que algún día pasará o estando en la etapa que una se encuentre que es peor sabes que es algo temporal y que pasará ...esto no va a pasar, va a estar siempre y ahora mismo se me hace cuesta. Me imagino que cuando nos den pautas y vea que funcionan lo llevaré mejor. Pero por ahora ver a otros niños, su manera de actuar y verles tan diferentes de la mia duele , porque no se porque le ha tenido que tocar a ella . Esto sumado a que probablemente no pueda tener más hijos me tiene en un pozo ahora mismo la verdad 😌

      Eliminar
  16. Gracias x tu sinceridad y x el, imagino q grandísimo, esfuerzo de escribir este post.
    Yo tb soy madre de 2 en poco más de 2 años, y es duro de cojones!
    Maravilloso, pero duro
    Mucha fuerza y mucho ánimo Hobbita. Y un beso enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues es que a mi el término de 'maravilloso' aun no se me ha pasado por la cabeza. :(. Este fin de semana nos quedamos solos con la Pulga así que a ver si logramos conectar un poco más con ella.

      Eliminar
  17. Eres una valiente por ponerle palabras a algo tan fuerte. Estoy segura que tu texto puede ayudar a muchas madres que puedan vivir lo mismo. Debería haber recursos mas rápidos para casos así, actuar con celeridad es primordial para que no empeore. Espero que te mejores muy pronto y empieces a disfrutar de tu bimaternidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá sirva, si. Al menos cuando yo hablo con otras madres diagnosticadas de DP, me sorprende darme cuenta de cuantas veces repetimos frases similares, tenemos sentimientos parecidos, sensaciones practicamente calcadas... Hay ciertos detalles que son como recurrentes en nosotras (otros no, son personales). Me ha sorprendido (de nuevo) leer en comentarios más arriba lo de 'los ojos de diablo', la ausencia de olor, la tristeza, la no existencia de vínculo, la sensación de equivocación... En mi grupo todas hablamos de una experiencia tan personal y a la vez tan parecida que da que pensar.

      Eliminar
  18. Joder, menuda mierda que estés asi. Lo siento un montón.
    Aprenderas a caminar de nuevo Hobbita, date tiempo

    Muak

    ResponderEliminar
  19. Me has hecho llorar, pero no sólo por lo que cuentas, sino por la empatía de ponerme en tu lugar, de que ahora que estas un poquito mejor imagino como debes sentir la desconexión, la falta de apego, siempre pienso que a las madres se nos pide demasiado y sobre todo se dan por hecho demasiadas cosas, cuando sientes distinto pareces mala madre pero no lo eres y a eso le añadimos el estigma de las enfermedades mentales, contar esto supone mucho valor y mucha ayuda para muchas. Te recuperarás, olerás a tu niña con el olor que tenga ese día, la mimarás y la achucharás como si no hubiera un mañana , pero sobre todo nunca te sientas culpable porque no lo eres. Gracias Hobbita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que estoy poniendo todo de mi parte para recuperarme. También es cierto que esto no va tan rápido como imaginaba... No se. Ha sido una especie de baño de realidad chungo. Poquito a poco. De momento, solo puedo decir que estoy recuperándome pero no que esto va para largo.

      Eliminar
  20. Se me ha hecho un nudo enorme en el estómago leyéndote... Cuantas cosas se evitarían con un buen seguimiento postparto!
    No he tenido DP, ni conozco directamente a nadie que la haya tenido (mi cuñada sí que tuvo un baby blues bastante acusado, pero quedó ahí), pero sí que he tenido casos muy cercanos de depresión, uno de ellos en plena adolescencia. Lo único que te puedo decir es que no fuerces las cosas, deja que vayan fluyendo. El tratamiento te ayudará, antes o después no se sabe, pero encontrarás el camino y ahí empezarás a encontrarte también con la Pulga. No te castigues por ello, ni es tu culpa, ni nadie estamos libres de ello, a las madres alfa también les pasa (aunque son tan alfa, alfalfa diría yo, que no lo van a contar).
    Un abrazo enorme y a por ello. Con ayuda el camino se allana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Poco a poco, con el equipo médico y dándolo todo para lograr vincularme con la Pulga, pobrecita, que al final no tiene culpa ninguna.

      El seguimiento tendría que ser mejor. Un protocolo de verdad. Porque en mi caso yo soy como soy y he buscado la ayuda pero... ¿y la que se queda en casa? ¿quien ayuda a esa madre?

      Da para mucho el tema.

      Eliminar
  21. Muchas gracias por contarlo. Es la primera vez que leo o escucho algo así y no creo que sea porque eres la única a la que le pasa. No es agradable pero es bueno hablarlo.
    Confío en que pronto lo superes y puedas disfrutar de tu bebé.
    Mucho ánimo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se estima que en torno a un 20% de las madres acaban con un cuadro de depresión postparto. A mi me parece increíble (y más increíble cuando encima te das cuenta de que no hay un protocolo estandarizado que puedan seguir los profesionales).

      Eliminar
  22. Me he reído muchas veces a carcajadas con tus cosas q cuentas.
    He seguido los dos embarazos y desde fuera se aprecian otras cosas.
    Si tenias ya dos y claro ya no disponías de tiempo para deleitarnos con tus ocurrencias
    Ahora leyendo post anteriores como no lo vimos ninguna de las que te leemos??? Y me incluyo.
    Como no te avisamos que algo andaba mal???.
    Desde mitad de embarazo el tono de los post es otro.pelin desganado apático en plan " que bien voy a tener otro bebe"
    Contaste el parto con desapego total ya indicándonos q no q no había conexión luego q estabas perdida pq tenias un grupo real no virtual y nada me cuadraba después de leerte desde el primer post.
    Era depresión lo q tenias ni cansancio ni leches algo no funcionaba y has mandado señales y no las hemos visto.
    De verdad q siento mucho por lo que estas pasando.
    Yo tengo un niño ya mas nayorcito y no pase nada de eso ni el famoso babyblu o como se diga.
    Fue enamoramiento total a primera vista y así seguimos.
    Ese primer olor a vida jamas lo olvidare ni lo volveré a oler.
    Por eso me duele que telo hayas perdido.
    No me conoces ni yo a ti pero de verdad aunque vivimos lejos si hay forma de ayudarte como sea dímelo y nos ponemos en contacto de alguna manera.
    Te lo digo de corazón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por este comentario. Me ha ayudado muchísimo a ver ciertas cosas en perspectiva y, lo creas o no, lo estoy poniendo en común con mi psicóloga.

      HAbi fue enamoramiento, emporramiento, también a primera vista. La Pulga va a ser un enamoramiento más lento, más trabajado y menos visceral pero poco a poco voy viendo la luz.

      No se si lo leerás pero si quieres enviarme un privado vía la página de facebook, podemos contactar por esa vía ;).

      Eliminar
  23. Pienso un poco como el anónimo de arriba,Hobbita. Y como tu matrona. Que la cosa empezó en el embarazo. De forma inconsciente y seguro que tú ni lo notabas porque estabas preocupada por el parto. También te digo, yo solo tengo un hijo y no puedo comparar pero es verdad que siempre he visto que con los segundos bebés es distinto. Con el primero, te sientes la única embarazada de la galaxia, es EL TEMA y no piensas en otra cosa y luego con el segundo ya no es tan así por lo que he visto en muchas personas. Pero en tu caso te leía siempre hablar del parto, de si podrías tener un parto vaginal, de la cesárea... Y no del hecho de "tendré otra nena". Aishh no sé como explicarlo, lo último que quiero es ofenderte o hacerte daño! De hecho no iba ni a comentarlo pero el último comentario le ha puesto palabras a la sensación que he tenido leyéndote desde el segundo embarazo.
    Obviamente también influye el tiempo. Con Habi en el primer embarazo tenías todo el tiempo del mundo para escribir y hacer cosas y desde luego em este segundo no lo has tenido. Pero sí se te notaba con menos ilusión... Y a lo mejor también es bueno que analices para ti misma como te sentías entonces,igual te ayuda a avanzar.
    Y sé que la DP no tiene mucho que ver con expectativas pero todo influye. Siempre decías que aunque soñabas con un parto vaginalno te suponía un drama acabar en otra cesárea pero a lo mejor en el fondo sí te lo suponía y quizá por pensar que era la última oportunidad para vivirlo te centraste más en ello que en el hecho de volver a ser madre. Es algo que se me pasó por la cabeza varias veces leyéndote y con esta entrada también cuando dices que una vez nacida,seguías esperando ese parto. Esa sensación de que no habías parido.
    Sea como sea, yo estoy segura que ya estás avanzando y que esto pasará. Que con ayuda pasará.
    Y que eres muy valiente y muy sincera contándolo. De verdad. Debe ser muy duro para ti ponerle palabras a lo que sientes.

    Un beso enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy trabajando esta idea con la psicóloga. El como focalicé mucho el parto y dejé en segundo plano que el parto, siendo importante, no es más que un medio para obtener el fin último, que es el bebé. Al desconectarme del parto es como que no he transcendido al siguiente plano: el bebé. De hecho era muy loco porque hasta los 3 o 4 meses no dejé de tener la idea de que seguía embarazada. No se explicarlo mejor pero es que, de verdad, sentía que mi bebé no había nacido.

      Ahora esa idea ya me ronda muchísimo menos pero me sigue costando hacerme a la idea de que la Pulga existe. De hecho, sigo hablando muchas veces como de 'mi hija' y luego corrijo a 'mis hijas'. Tengo muchísimas ganas de que me empiece a salir solo el plural ya que el lenguaje es un reflejo de lo que sentimos.

      Eliminar
  24. Vaya, siento mucho que estés pasando por algo tan duro. Ojalá pronto vuelvas a reencontrarte contigo misma, te leo desde hace tiempo y eres una persona alegre y optimista y una madraza, lo que tienes por encima irá cayendo, no seas dura contigo misma que esto es como un catarro, se va a pasar si le aplicas el tratamiento adecuado. Solo te deseo mucha felicidad y abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A vueltas andamos con el tratamiento. De momento bien. Doy unos cuantos pasos para delante, alguno para atrás, pero las crisis ya no son tan fuertes ni, desde luego, dan miedo como al principio. No puedo decir que esté superado, porque no lo está, pero si que va en el buen camino.

      Eliminar
  25. ¡Cuánto siento lo que estás pasando! Y se me ponen los pelos como escarpias al sentirme identificada con varios síntomas que describes, lo que refuerza la teoría de que mi babyblues fue algo más que tristeza pasajera.
    Tengo claro que es un tema tabú. A mí nadie me preguntó en ninguna de las revisiones a las que acudí cómo me sentía. Se centraban en la recuperación física (que en mi caso fue larga y dura por haber sufrido un parto instrumental) y en la salud del bebé. No sé si por falta de recursos, empatía o yo qué sé. El caso es que ahora, después de tres años siendo madre, siento que me perdí muchos momentos bonitos y eso escuece mucho. ¿Me siento culpable? Si te soy sincera NO. Creo que gestioné la situación lo mejor que pude e intento centrarme en el presente y disfrutar de lo que tengo. Al menos en mi caso no merece la pena revolver el pasado porque tengo muy claro que esa persona NO ERA YO. O sí, pero una yo que a día de hoy no existe.
    Ojalá viviera más cerca tuyo para poder tomarnos un café y darte ese abrazo y apoyo que mereces. Un beso gordo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre podemos optar a un cafetuelo virtual ^_^.

      El tema del seguimiento deja bastante que desear. Dependemos enteramente de la buena voluntad de profesionales que se encuentran sobrepasados en muchos casos.

      A mi me detectó la residente de mi médica de cabecera. Y fue un poco como a posteriori (me llamó a casa después de que me hubiera marchado). La matrona que me ha derivado al CAF no sabía ni que existía el CAF (era una suplente de mi matrona habitual y estuvo una semana haciendo llamadas en su tiempo personal para ayudarme). La asistenta social del CAF tampoco tenía claros los recursos y estuvo llamando a varias puertas antes de enviarme a mi...

      En fin. Que teniendo como tiene la prevalencia que tiene esta enfermedad, creo que habría que ponerse las pilas desde las instituciones para facilitarles el trabajo a los sanitarios que están en primera línea, al pie del cañón.

      Y sobretodo, no dejar a las mujeres tan en bragas porque muchas ni siquiera se acercan a pedir ayuda.

      Eliminar
  26. Vaya! Me has impactado y emocionado a la par...que panorama ,lo bueno es que ya estas en ello y todo debe de ir a mejor si o si .En mis partos ,que fueron largos , difíciles y algo traumáticos no conecté en el piel con piel,es la verdad,solo notaba alivio infinito de llegar al final y que todo hubiese " salido bien" pero no es hasta dias después que ha nacido el vinculo digamos.Supongo que la diferencia para que pase de baby blues a depresión es esa falta de emoción,me ha impresionado leerlo.Te mando todos los animos y tu pareja que se ponga las pilas ya en cuanto a la casa o sino una ayuda permanente , para poder dedicar las horas a tu pulguita.Me falta saber si te han mandado medicacion,en caso de no querer tomarla por la lactancia ,creo que sería un caso para pensarlo , porque sin meterme donde no me llaman,si mejorases mas con ello sería óptimo para tu familia y para ti,la primera,y podias delegar en el.bibe en caso de estar contraindicado .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo es que no noté NADA. Estaba absolutamente desconectada, ausente y a la vez intentando por todos los medios conectarme. Tenía muchas ganas de vivir ese momento, ese piel con piel.

      No tenía dolor, ni cansancio, ni alivio... NADA. Se resume en eso. No sentía. No estaba.

      Con respecto a lo de la medicación, si que me han pautado cosas que son compatibles con la lactancia. Así que sigo con pecho y a la vez, me medico para curarme para ellas. La Pulga está teniendo todo lo que su mami le puede dar en estos momentos. No es todo lo que recibió su hermana pero espero que si algún día lee esto le llegue el mensaje de que le estoy poniendo muchísimas ganas, dándolo todo para ella.

      De momento el biberón solo lo toma cuando estoy con el trabajo en Valencia o yo no estoy en casa y el Mozo necesita recursos. Aunque la realidad es que si sabe que estoy por ahí, no se lo toma. Y curiosamente de alguna forma detecta que no voy a volver porque cuando estoy en Valencia se lo pimpla en 5 minutos xD. Si es que es muy cuca ella ^_^

      Eliminar